Con la configuración correcta de la fuente de alimentación, un dispositivo similar podría ser instalado en un vehículo pequeño y ser utilizado para el control móvil de multitudes o como herramienta para las patrullas. Una versión del arma, lista para el uso militar, podría estar disponible en tan solo cinco años.
Ciudad de México, 3 de agosto (RT).– El Pentágono puso recientemente a prueba su nuevo láser, capaz de transmitir fragmentos claros de lenguaje humano a largas distancias, informa Live Science. El proyecto forma parte de una iniciativa militar llamada Dirección Conjunta de Armas No Letales (JNLWP, por sus siglas en inglés).
Para hacer «hablar» al dispositivo lumínico, el arma utiliza un principio llamado «efecto de plasma inducido por láser», que consiste en disparar haces increíblemente poderosos para crear una bola de plasma, y luego disparar un segundo láser para hacer oscilar ese plasma, creando así ondas de sonido. Con suficientes ráfagas de láser disparadas a las frecuencias correctas, las vibraciones de plasma pueden realmente imitar el habla humana, explica el portal.
De acuerdo con el reporte publicado en Military Times, el uso de esta energía dirigida podría calentar la piel de un objetivo a niveles extremadamente incómodos, pero sin quemarla, así como emitir ruidos confusos o dar comandos de voz a la manera de «Deténgase o nos veremos obligados a disparar contra usted». Todo con el fin de someter a los adversarios sin tener que matarlos.
Los creadores del arma afirman que la señal puede pasar a través del vidrio para ser perceptible dentro de un edificio, pero aún no penetrar otras barreras sólidas, por lo que en sus etapas iniciales solo se utilizaría esta tecnología para proteger áreas estáticas.
No obstante, con la configuración correcta de la fuente de alimentación, un dispositivo similar podría ser instalado en un vehículo pequeño y ser utilizado para el control móvil de multitudes o como herramienta para las patrullas.
Aunque por ahora parece un tema de ciencia ficción, una versión del arma, lista para el uso militar, podría estar disponible en tan solo cinco años.