Mayra Guadalupe Millán Castro, de 29 años de edad, desapareció el 15 de febrero de 2019 cuando salió con su pareja de Culiacán hacia la localidad Guamúchil. El último rastro que dejó la revisión de su celular arroja como ubicación la localidad Ciénega de Casal, en el municipio de Salvador Alvarado.
Ciudad de México, 3 de mayo (SinEmbargo).- Mayra Guadalupe Millán Castro, de 29 años de edad, cumple 77 días desaparecida en Sinaloa. La joven madre de tres niños fue vista por última vez el pasado 15 de febrero cuando salió con su pareja de Culiacán hacia la localidad Guamúchil.
La familia está desesperada y ha emprendido una intensa búsqueda. El último rastro que dejó la revisión de su celular arroja como ubicación la localidad Ciénega de Casal, en el municipio Salvador Alvarado, en Sinaloa, a casi dos horas de Culiacán.
“Mi mamá está destrozada, todos los días llora, todos los días lloramos. Los niños todavía no alcanzan a dimensionar lo que pasa, pero a diario preguntan por su mamá, esperan a que llegue”, expresó Marisol Millán Castro, hermana de la joven desaparecida, en entrevista con SinEmbargo.
Mayra, la menor de tres hermanos, tiene tres hijos: de 10, 5 y 4 años de edad. Estaba divorciada, laboraba en un restaurante y tenía múltiples planes de negocio con su hermana, pues su meta era sacar adelante a sus hijos y darles lo mejor.
“Ella se casó muy jovencita, no había trabajado hasta que se separó de su esposo, recientemente, y fue como comenzó a trabajar de hostess en restaurantes”, comentó Marisol.
La familiar de Mayra la describe como una mujer sana, alegre, con proyectos por delante. “Todavía el 24 de diciembre nos reunimos en la casa de mi mamá, y ella platicó de sus planes a futuro, entre ellos, estar más con nosotros como familia, empezar un proyecto profesional, sacar a sus hijos adelante”.
A VENDER UNA MOTO
Mayra vivía junto con una hermana y sus tres hijos en Culiacán. El 15 de febrero pasado, alrededor de las 2 de la tarde, salió de su casa. Al mediodía se bañó, se cambió, agarró su bolsa y dijo que iba a acompañar su pareja, Benito Ponce Vidal, de 43 años, a vender una motocicleta.
La joven comentó a su madre –que ese día estaba de visita en casa– que acompañaría a Benito a vender el vehículo, sin embargo, no especificó con quién o el lugar exacto de su destino.
Mayra subió a una camioneta Sierra color blanco con un remolque donde llevaban la motocicleta, una BMW color azul.
Alrededor de 20 minutos después, el hijo menor de Mayra le comentó a su abuela que quería hablar con su mamá. Entablaron comunicación por medio de audios de WhatsApp, donde dijo que se dirigía rumbo a Guamúchil, una zona ubicada a casi una hora y media de Culiacán.
“Esa fue la última llamada que le hizo a mi mamá, poco antes de las tres de la tarde. En su Instagram ella subió una fotografía de un camino, como que va en carretera, pero se ve poco”, detalló la entrevistada.
La tarde transcurrió y el hijo de Mayra nuevamente pidió hablar con su madre, por lo que le marcaron a su celular, pero ya no respondía. La madre estimó que no contestaba quizá porque no había buena señal.
“Ese día mi mamá no durmió en toda la noche porque estaba marcándole al teléfono y nunca le entró la llamada, hasta el día siguiente a mí me llamó mi otra hermana y me dijo que Mayra no llegó a dormir, que estaban muy preocupados porque los teléfonos de los dos (Mayra y Benito) mandaban a buzón”, relató la hermana de la víctima.
De acuerdo al último reporte emitido del Registro Nacional de Datos de Personas Extraviadas o Desaparecidas (RNPED), de 1990 a abril de 2018, hay dos mil 785 personas que no aparecen en Sinaloa.
SIN LINEA DE INVESTIGACIÓN
Mayra Millán, al recibir la noticia, decidió interponer la denuncia por desaparición ante la Fiscalía General de Justicia de Sinaloa.
La familia inició por su cuenta una intensa búsqueda en calles, colonias, donde han repartido miles de volantes. También han ejercido presión para que las investigaciones sean productivas. Sin embargo, acusó la joven, hasta el momento no hay mayores datos o información que lleve al paradero de la joven.
“He estado afuera del despacho del Gobernador de Sinaloa, [Quirino Ordaz Coppel, emanado del Partido Revolucionario Institucional] y jamás he sido atendida, jamás. El Fiscal del Estado sí me ha atendido, pero no tiene una respuesta”, agregó la joven.
Marisol recalcó que la familia no pierde la esperanza que Mayra esté con vida: “nuestro presentimiento, la fe y esperanza es que ella está viva, ella es una víctima más”.
La pareja de Mayra está en la misma calidad de desaparecido, pero hasta el momento tampoco hay ninguna información sobre su paradero.
“La familia de él no levantó la denuncia hasta el 19 de febrero, casi obligados por nosotros porque yo exigía que se empezara la línea de investigación desde él, porque él fue quien se la llevó, y la razón y el sentido común dicen que tienen que empezar por ahí, entonces la familia levantó la denuncia”, abundó Marisol.
De Mayra y su pareja no se sabe nada. Los automotores tampoco han aparecido, el último indicio que hay de la pareja es la ubicación que arrojó el rastreo del celular de Mayra, el cual establece como último punto un poblado que se llama La Ciénaga de Casal, ubicada a unos 30 minutos más adelante de Guamúchil, Sinaloa, cerca de las 4:30 de la tarde del 15 de febrero.
Aunque la última ubicación es un pueblo muy chico, Marisol señaló que ninguna persona ha colaborado con información sobre la pareja.
“Nadie sabe nada, nadie sabe qué pasó, hay solo una cámara en la que se ve la camioneta y moto al norte, pero de eso no hay nada, nadie que diga sí, los vimos. Nadie da una respuesta de nada”.
La hermana de Mayra denunció que no hay una investigación seria para buscar a la chica. “No hay nada, se hacen [las autoridades] como que investigan, hacen unas entrevistas que para mí es basura. No hay nada, no hay rastreo, ni búsqueda, no han hecho uso de nada”.
La Fiscalía General de Justicia de Sinaloa no cuenta con los suficientes elementos ni herramientas para una búsqueda especializada, expresó la abogada, sin embargo, tampoco han pedido apoyo a las autoridades federales.
“Tampoco han pedido apoyo a otras corporaciones, los militares tienen helicópteros, tienen perros rastreadores, drones, pero jamás han hecho uso de nada. La carpeta de investigación tiene nada, no tiene una línea a seguir, no sabemos que pasó, nadie sabe nada y ellos [los ministeriales] sólo dicen ‘es un caso difícil'», acusó la mujer.
La joven lanzó un llamado desesperado a quien tenga información para que brinde datos que puedan ayudar en la búsqueda:
«El exhorto que yo hago es que nos den una señal de cómo llegar a Mayra, necesitamos que regrese con nosotros. ¿Quién fue?, ¿cuáles son las circunstancias?, ¿por qué se hizo? Eso se lo dejamos a la justicia divina, lo que queremos es que regrese con su familia».