El Centro de Derechos Humanos Frayba refiere que la multiplicación de patrullajes militares y sobrevuelos “constituyen actos de intimidación y hostigamiento en contra de los pueblos originarios zapatistas en resistencia”.
Chiapas, 3 de mayo (Chiapas Paralelo).– La militarización en comunidades donde el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) tiene presencia, se multiplicó desde finales de 2018 a la fecha, según documentaron brigadas civiles de observación.
El ejemplo más visible de lo anterior, señala un informe del Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de Las Casas (Frayba)- está en la comunidad La Realidad, bastión del EZLN en la Selva Lacandona, y donde apenas el 31 de diciembre pasado miles de zapatistas se concentraron para conmemorar el 25 aniversario de haber declarado la guerra al Gobierno mexicano.
En La Realidad, durante el mes de abril, en 14 ocasiones militares de la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA) realizaron patrullajes con tanquetas artilladas, y en una ocasión lo hicieron sobrevolando con helicóperos.
En enero, a solo unos días de que en La Realidad el EZLN hiciera una fuerte crítica al Gobierno de Andrés Manuel López Obrador, en 4 ocasiones militares incursionaron en la comunidad, y en otras 4 realizaron sobrevuelos.
También, según el informe de las brigadas civiles de observación, en al menos dos ocasiones personal de la SEDENA, vestido de civil, ha entrado a La Realidad a preguntar por las actividades del EZLN.
Ante este escenario, el Frayba refiere que la multiplicación de patrullajes militares y sobrevuelos “constituyen actos de intimidación y hostigamiento en contra de los pueblos originarios zapatistas en resistencia, significan una agresión a su derecho a la autonomía y representan un riesgo a la vida, integridad y seguridad de toda la población”.
En La Realidad cohabitan indígenas que se oponen al movimiento del EZLN, y fue en este lugar donde el 2 de mayo 2014, este grupo de personas que se asumen como integrantes de la Central Independiente de Obreros Agrícolas y Campesinos (CIOAC), asesinaron al lídel zapatista José Luis Solís López, conocido como Galeano.
Durante la agresión destruyeron la escuela y la clínica del EZLN, y amenazaron con desmantelar su centro de reunión.
De acuerdo al Frayba, el hecho fue un pretexto para que la SEDENA intensificara la militarización en la zona, “en vez de buscar justicia y medidas de solución al conflicto de manera civil y pacífica”.
El centro humanitario y las brigadas civiles de observación hicieron un llamado al Gobierno mexicano, para “fortalecer el camino de la paz y el respeto a los derechos humanos ante el riesgo de una nueva ofensiva militar a los territorios zapatistas”.
