Regina entró a una de las habitaciones de casa de sus abuelos. Halló un arma, le retiró el seguro y, en el ajetreo de correr, la accionó. La bala se alojó en el muslo izquierdo de la menor, quien fue operada y puesta fuera de peligro.
Saltillo, Coahuila/Ciudad de México, 3 de abril, (Vanguardia/SinEmbargo).- Lo que era una tranquila visita a casa de sus abuelos casi se vuelve tragedia, cuando una niña recibió un disparo en una pierna luego de manipular un arma que, ella pensaba, era de juguete.
Regina, de 8 años, había sido dejada por sus padres en una casa al sur oriente de la ciudad, al cuidado del abuelo y dos tíos.
Poco antes de las 14:00 horas dejaron a la menor jugando en las habitaciones, donde encontró un revólver calibre 38, al que tomó para jugar.
De alguna manera, Regina retiró el seguro del arma, la cual estaba cargada, y en el ajetreo de ir corriendo de aquí para allá accionó el gatillo.
El estruendo del balazo alertó a su familia, quienes la encontraron llorando y bañada en sangre.
Pensando que podría estar herida de muerte, el abuelo y uno de los tíos de Regina la abordaron a su camioneta y partieron rumbo a la Cruz Roja, a donde ingresaron gritando y pidiendo ayuda.
Los médicos tranquilizaron a los hombres como pudieron, indicando que la bala se había alojado en el muslo izquierdo de la niña, pero que tendrían que llevarla a otro hospital ya que necesitaba de cirugía.
Regina partió a bordo de una ambulancia para ingresar en el área de urgencias del Hospital Universitario, donde pronto entró a quirófano, informando los médicos que estaba fuera de peligro.