Las concentraciones de estos contaminantes variaron en función de la alimentación de las participantes del estudio.
Madrid, 3 de marzo (Europa Press).- Un estudio del Ciber de Epidemiología y Salud Pública y el Instituto de Investigación Biosanitaria de Granada ha revelado que las muestras del banco de leche materna analizadas en esta provincia presentan niveles de arsénico más elevados que los encontrados en otros estudios en España y Europa, y niveles similares de mercurio.
El trabajo, publicado en International Journal of Hygiene and Environmental Health, ha analizado la concentración de mercurio, plomo, cadmio y arsénico en 242 muestras de leche obtenidas entre 2015 y 2018 de 83 madres donantes del Banco de Leche del Hospital Universitario Virgen de las Nieves de Granada. Asimismo, han recogido factores sociodemográficos, reproductivos y de estilo de vida y hábitos de higiene de estas mujeres, según informa en una nota la Universidad de Granada.
Las donantes que participaron en el estudio tenían una edad media de 33 años y los metales estudiados son contaminantes ambientales comunes a los que está expuesta la población general principalmente a través de la dieta, y están asociados con diversos problemas de salud, sobre todo cuando la exposición ocurre durante el embarazo o los primeros años de vida. Por lo tanto, las mujeres embarazadas y los niños son especialmente vulnerables a estas exposiciones.
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Según explica el jefe de grupo del Ciber de Epidemiología y Salud Pública en el Instituto de Investigación Biosanitaria de Granada, Nicolás Olea, «la leche materna es, por consenso, la mejor fuente de alimentación para el bebé, aportando numerosos nutrientes y beneficios para el lactante; pero también podría ser una vía de exposición infantil a contaminantes ambientales presentes en el organismo de la madre».
CONCENTRACIONES MÁS ELEVADAS
En este estudio se observó que la mayoría de las muestras (97 por ciento) presentaba arsénico, el 81 por ciento mercurio, la mitad plomo y un 38 por ciento cadmio. La investigadora del Ciber de Epidemiología y Salud Pública, Carmen Freire, primera firmante del trabajo, indica que «en comparación con otros estudios europeos y nacionales, como los realizados en Madrid (2003-2004) y Santiago de Compostela (2018-2019), las concentraciones de metales en la leche de donantes de Granada fueron más elevadas para arsénico, similares para mercurio y bastante bajas para plomo y cadmio».
Las concentraciones de arsénico fueron mayores en leche materna de donantes primíparas, mientras que las de mercurio fueron más elevadas en donantes con mayor consumo de pescado graso y carne y menores en muestras de mujeres con mayor consumo de productos lácteos y en aquellas recogidas después de un posparto más largo.
Asimismo, la detección de plomo fue mayor entre las donantes multíparas, las que ganaron peso después del embarazo y las exfumadoras, y fue menor en las muestras recogidas más recientemente y de donantes con mayor consumo de carne roja y huevos. La detección de cadmio fue mayor en las muestras de donantes que reportaron mayor consumo de fritos y comida enlatada y fue menor en las muestras de donantes que consumían pan con más frecuencia.