“No hay impunidad (…) cuando Alfonso Romo y otros servidores públicos ingresan al Gobierno, ya no pueden tener vínculos con empresas. No hay conflicto de interés porque eso no está admitido”, defendió el Presidente López Obrador sobre una de las empresas fundadas por el funcionario.
Ciudad de México, 3 de marzo (SinEmbargo).- La empresa Enerall, fundada por el actual Jefe de la Oficina de Presidencia, Alfonso Romo, será investigada por el Gobierno federal por posibles afectaciones medioambientales. El Presidente Andrés Manuel López Obrador aseguró que el funcionario ya no participa de la compañía por lo que no tiene conflicto de interés.
“No hay conflicto de interés porque eso no está admitido. Lo que sé es que él ya no participa, ya no es miembro de esta empresa”, aseguró el Mandatario y defendió al empresario mexicano que colabora con su Gobierno. De acuerdo con una investigación periodística quien habría quedado al frente de la empresa fue el hermano del funcionario, Gustavo Romo Garza.
Expresó que a los conservadores les “da mucho coraje” que su Administración tenga aliados y apoyo de gente como Alfonso Romo, por lo que organizan reportajes e investigaciones para golpear a las figuras políticas que le apoyan. “Les da mucho coraje a los conservadores que un empresario nos apoye”, afirmó.
Alfonso Romo fundó en 2007 Enerall que, de acuerdo con la investigación, obtuvo concesiones para la explotación de acuíferos submarinos en la zona de la Península de Yucatán. Sobre las posibles afectaciones ambientales denunciadas, el Presidente aseguró que la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) tendrá que iniciar una investigación.
“No hay impunidad. Aquí lo que puedo decirles es que cuando Alfonso Romo y otros servidores públicos ingresan al Gobierno, ya no pueden tener vínculos con empresas. No hay conflicto de interés porque eso no está admitido”, dijo.
El Presidente López Obrador negó que su Gobierno de permisos para la extracción de agua de mantos acuíferos, además que se ha opuesto al fracking o al uso de maíz transgénico. “Los que estuvieron antes daban permiso para todo y nunca había ninguna queja”, afirmó y cuestionó a los medios no realizar investigaciones en otros Gobiernos. También dijo que en esos momentos “no aparecían los ambientalistas por ningún lado”.
Aseguró que en su mandato no va a haber impunidad, por lo que la Semarnat investigará sobre las acciones de Enerall. Además dijo que va a solicitar a la Secretaría de la Función Pública que se indague sobre la participación del Jefe de la Oficina de Presidencia.
“Hay un buen escrutinio público, lo que no hacían los medios antes. Me ayuda a terminar de convencer a Alfonso Romo porque él dudaba acerca de la actitud de los conservadores. No me creía” y afirmó que ahora el empresario ya resiente el golpeteo del conservadurismo en su contra.
LA INVESTIGACIÓN
Alfonso Romo fue señalado este lunes por una investigación periodística que lo acusa de ser “un cacique” del agua en la península de Yucatán y de incurrir allí en irregularidades con la empresa Enerall, que fundó y lideró hasta que asumió su cargo actual.
La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) investigó en abril de 2018 un megaproyecto de Enerall de fertilización, constituida en 2007 por el ahora jefe de gabinete de Andrés Manuel López Obrador, en la que los inspectores encontraron un cenote de cinco mil 500 metros cuadrados tapado con tierra, rocas y convertido en fango.
Según la investigación, llevada a cabo por CONNECTAS, Aristegui Noticias, Proceso, Ruido en la Red, Univision, Vice en Español y el apoyo del International Center for Journalists (ICFJ), Romo era entonces el responsable de la empresa, que abandonó en noviembre de 2018 al asumir su actual cargo, pese a que la compañía sigue en manos de su familia.
Profepa no denunció el caso a la Fiscalía para investigar un posible delito ambiental, sino que cerró el expediente con la aplicación de una multa y con la clausura temporal del terreno donde se encontraba el daño del cenote, un tipo de pozo o estanque de agua dulce típico de Yucatán, en el sureste de México, que se abastece gracias a ríos subterráneos.
La compañía de Alfonso Romo, ingeniero agrónomo, se había comprometido a preservar esos cuerpos de agua y no tenía permiso para intervenir el cenote destruido, según la carpeta de investigación de Profepa.
Enerall, más allá de ese pozo, acumuló en una década 15 mil hectáreas, con lo que se convirtió en la mayor explotadora de agua subterránea para uso agrícola en la península de Yucatán y la tercera en todo el país, un proceso para el que intervino áreas de la selva maya y comprometió el hábitat y la fauna asentada en esas zonas.
-Con información de EFE