La Duquesa de Cambridge asistió a la premiación de la Academia Británica con un vestido de Alexander McQueen, se unió a la tendencia de utilizar ropa y se presentó con un diseño que ya había lucido en el 2010.
Madrid, 3 de febrero (EFE).- Kate Middleton no estrenó vestido para asistir a los BAFTA, los Premios de Cine de la Academia Británica, prefirió sumarse a la tendencia de reutilizar ropa y así cumplir con la sugerencia de la organización que pidió a los asistentes que fuera responsable con el medio ambiente.
Como exige el protocolo, los duques de Cambridge fueron los últimos en llegar a la gala que se celebró en el Royal Albert Hall de Londres, una cita a la que acuden cada año dado que el príncipe Guillermo es presidente de los BAFTA desde 2010.
Kate Middleton brilló con un diseño de Alexander McQueen, un vestido que ya había lucido en 2010 durante la cena de gala en su visita de Estado a Malasia.
La duquesa recuperó este vestido-joya en blanco y dorado con escote cuadrado, maga corta y la zona del pecho drapeado, un modelo de silueta fluida con el que cumplió con la sugerencia de la academia con la idea de hacer una llamada a la lucha a favor del medio ambiente, de preservar el planeta.
La duquesa conjuntó el vestido con zapatos dorados de Jimmy Choo, bolso de mano rígido de color dorado de Anya Hindmarch.
Lo más llamativo fueron las joyas, un aderezo compuesto de pendientes y collar triple con hojas de trébol de cuatro hojas de la firma Van Cleef&Arpels. La duquesa también lució su anillo de pedida con diamantes y zafiro, una pieza, que perteneció a Lady Di, y de la que apenas se separa.
Guillermo de Inglaterra lució un esmoquin negro, con camisa blanca y corbata de moño de terciopelo negro a juego con los zapatos slipper, un traje de etiqueta que también ha lucido en otras ocasiones.
A la gala también asistieron Renée Zellweger, que se llevó el BAFTA a la Mejor Atriz por su trabajo en la película Judy, con un vestido de Prada rosa y Charlize Theron, con un impresionante vestido de Christian Dior en malva buganvilla, un precioso modelo con el que deslumbró.
En rosa también apareció Scarlett Johansson con un diseño de pedrería y plumas de Versace, mientras que el negro fue el color elegido por Lily Rose Depp con un Chanel de la última colección.