Algo sutil y transformador, se ha convertido también esta tendencia de las editoriales a pensar en Mujeres ya, con miles de libros dedicados a este asunto que parece claro y preciso, pero que en realidad tiene muchas dudas e inseguridades, de pertenecer al sexo femenino.
Ciudad de México, 3 de febrero (SinEmbargo).- Dice la directora de cine catalana Isabel Coixet que odia la palabra “empoderamiento”. “Una mujer fuerte es una mujer fuerte. Convertirla en mujer empoderada es no acabárselo de creer, como tener que actuar para parecerlo”, ha dicho la cineasta, responsable de la reciente La librería.
Precisamente, La librería es un trabajo literario de Penélope Fitzgerald, editado en español por Impedimenta y que cuenta la historia de una mujer que pone una tienda en Suffolk en 1959 y que cuando decide vender Lolita, de Vladimir Nabokov, se desencadena en el pueblo un terremoto sutil pero devastador.
Algo sutil y transformador, se ha convertido también esta tendencia de las editoriales a pensar en Mujeres ya, con miles de libros dedicados a este asunto que parece claro y preciso, pero que en realidad tiene muchas dudas e inseguridades, de pertenecer al sexo femenino.
La historia comenzó en Planeta publicando el libro Cuento de buenas noches para niñas rebeldes, que reinventa los cuentos de hadas. Elizabeth I, Coco Chanel, Marie Curie, Frida Kahlo, Serena Williams y otras mujeres extraordinarias narran la aventura de su vida, inspirando a niñas ―y no tan niñas― a soñar en grande y alcanzar sus sueños; además, cuenta con las magníficas ilustraciones de sesenta mujeres artistas de todos los rincones del mundo.
El libro sólo en México lleva ya 200 mil ejemplares vendidos y 1 millón en el resto del planeta: pronto se editará Cuento de buenas noches para niñas rebeldes 2.
Penguin Random House hizo lo propio, publicando a la feminista nigeriana Chimamanda Ngozi Adichie con el libro Todos deberíamos ser feministas y uno de los libros que integraron las listas de favoritos el año pasado, Querida Ijeawele. Cómo educar en el feminismo.
Se trata de un trabajo sencillo, muy propio del sentido común, pero que sin embargo ha llegado muy hondo en las mujeres. ¿Cómo educar a las niñas en el feminismo?, una pregunta natural que Chimamanda contesta con libertad y muy segura de sí. Por ejemplo, “Sé una persona plena. La maternidad es un don maravilloso, pero no te definas únicamente por ella”. No definirse por ser únicamente madre parece –sobre todo a las que no tenemos hijos- una tarea fácil, sin embargo, leerlo, discutirlo, debatirlo y ponerlo como deseo en un libro representa algo mucho más que una tendencia editorial.
Es la voz de las mujeres que se levanta más allá de si discutimos qué lugar ocupa el hombre en la sociedad. Si pensamos que las lectoras somos damas más que varones, ¿no venía ya siendo hora de que los libros comenzaran a tener nuestras propias preocupaciones?
Editorial Océano, a través de su sello Salamandra, por ejemplo, ha comenzado a editar a Margaret Atwood. Es una autora muy conocida, pero que puesta a la luz de esta nueva corriente, cobra una presencia rutilante. Ella nos enseña a pensar nuevamente en el feminismo, en la conservación del mundo, en nuestro futuro como especie, tal como lo hizo en el discurso frente a los libreros alemanes.
LECTURAS | ¿La humanidad desea vivir?: Discurso de Margaret Atwood ante los libreros alemanes
Anagrama ha sacado El problema de las mujeres, una especie de cómic a cargo de Jacky Fleming, en dónde se preguntan: ¿Pueden las mujeres ser genios?, ¿O sus cabezas son demasiado pequeñas?, ¿Por qué en el cole sólo nos enseñan sobre dos o tres mujeres? ¿Qué cuernos estaban haciendo las demás a lo largo de la historia?
Hoy muchas editoriales no dudan en presentar libros para mujeres escritos por mujeres, como es el caso de Planeta, a la hora de presumir el hermoso libro escrito por Siri Hustvedt, La mujer que mira a los hombres que miran a las mujeres, una apasionante y radical colección de ensayos sobre el feminismo que comprueba la importancia sustancial de esta mujer al que su marido, Paul Auster, llama “la mejor escritora del mundo”.
LECTURAS | «La mujer que mira a los hombres que miran a las mujeres», de Siri Hustvedt
O la Editorial Malpaso que pronto sacará para su sello Lince Por qué no soy feminista, de Jessa Crispin, un verdadero manifiesto a favor de los derechos y las obligaciones de ser mujer en este siglo XXI. Con la salvedad, que eso es lo interesante, que son todos libros que también deberían leer los hombres, planteando un universo amplio, sin distinciones por sexo o por lo que se nos ocurra.
Hemos elegido algunos libros (a editarse y editados) que revelan esta tendencia de Mujeres Ya, sin que ello impida los muchos otros libros que no datamos aquí, pero que reflejan el grado de compromiso que muchas mujeres tienen con la escritura y con cambiar, por qué no, el mundo.
Usando o no la palabra empoderamiento.
Guía para la vida de este adolescente que dicen que soy, de Andonella y Plaqueta (Planeta): Un libro que a cualquier mujer le hubiera encantado leer cuando era joven. Identidad, drogas, sexualidad, amor, futuro, salud mental, escuela y familia explicados por Tamara de Anda, una mujer políticamente incorrecta.
Las mujeres somos poderosas: Una guía para cambiar tu mundo, de Tati Ortiz Monasterio (Diana). Un trabajo para que las mujeres encuentren esa fuerza dentro de ellas y exploten sus ideas, sus proyectos y realicen los sueños que llevan archivados.
Las mujeres de la NASA, de Nathalia Holt (Paidós). Las científicas que impulsaron los viajes al espacio. La escritora reconstruye la vida de estas ingenieras, madres y esposas y reivindica así a todas las mujeres que han luchado por estudiar, investigar, crear y ser parte de la historia.
Todos menos básicas. Consejos para brujas modernas, de Jaya Saxena y Jess Zimmerman (Diana). Una guía positiva, moderna y divertida sobre cómo lidiar con situaciones que se presentan en la vida de las mujeres jóvenes.
Las chicas malas del pasado, de Mackenzi Lee (Planeta). Son 52 mujeres que le demostraron al mundo que no existe el sexo débil. 52 mujeres que desafiaron las normas y decidieron transformar, además de su vida, la historia.
Por qué no soy feminista, de Jessa Crispin (Lince). ¿Piensas que las mujeres son seres humanos y que merecen ser tratadas como tales? ¿Qué las mujeres merecen los mismos derechos y libertades que los hombres? Si es así, entonces eres feminista… o eso dicen las feministas. Pero en algún lugar del camino, el movimiento para la liberación de las mujeres sacrificó su significado en pos de la aceptación y nos dejó con una pose banal, educada e inútil que apenas desafía al status quo.
La frantumaglia. Un viaje por la escritura, de Elena Ferrante (Lumen).- “Frantumaglia” son los pedazos que amueblan el laboratorio de Elena Ferrante desde que empezó a escribir, a principios de los años 90, hasta hoy, cuando la crítica y el público aclaman esta figura como un clásico contemporáneo. Leer este libro es como abrir los cajones de su mesa y fijar la mirada en el cómo y por qué Ferrante escribió primero las tres novelas de Crónicas del desamor y luego la espléndida saga Dos amigas.
La pasión, de Jeanette Winterson (Lumen). “La pasión no habla de la Historia con mayúsculas; tampoco es una novela romántica… Lo que quise fue hablar de un mundo peculiar que sirviera de espejo secreto para perfilar y multiplicar las posibilidades de nuestro propio mundo. Basta con mirarse en este espejo, y ahí estamos, ubicados en otro tiempo y otro lugar, y con otra vida entre manos.”
La vida de las mujeres, de Alice Munro (Lumen). Del empieza contando su día a día, su relación con la familia, los vecinos y los amigos, y pronto descubrimos que esa niña sabe observar el mundo y sacar buen provecho de lo que ve: compadece la poquedad del padre, admira el arrojo de la madre, que deja la granja para dedicarse a vender enciclopedias por los alrededores y comprende que tarde o temprano llega el momento en que hay que elegir entre una risueña mediocridad -hogar, iglesia, matrimonio, hijos- y otras opciones más interesantes y arriesgadas.
Lola Vendetta, más vale Lola que mal acompañada, de Raquel Riba Rossy (Lumen). Una divertida novela gráfica que cuenta las aventuras de Lola Vendetta, una joven sin pelos en la lengua, que usa una katana para acabar con las injusticias. Si no te dan miedo las revoluciones y estás a favor de las evoluciones, este es tu libro.
Las niñas son guerreras, de Sergio Parra e Irene Cívico (Montena). Hemos reunido aquí las vidas alucinantes de 26 superguerreras, desde Mary Shelley hasta Lady Gaga, pasando por Ada Byron, Marie Curie, Virginia Woolf, Coco Chanel, Agatha Christie, Frida Kahlo, Simone de Beauvoir, Rosa Parks, Audrey Hepburn, Jane Goodall, Malala y muchas más.
Alias Grace, de Margaret Atwood (Salamandra). En julio de 1843, Grace Marks, de dieciséis años, es declarada cómplice de participar en los asesinatos de Thomas Kinnear, a cuyo servicio trabajaba como sirvienta, y de Nancy Montgomery, ama de llaves y amante de Kinnear, y condenada finalmente a cadena perpetua. En su empeño para interpretar la confesión de Grace, el doctor Jordan irá desvelando los luctuosos sucesos de aquel día y dictaminará si Grace Marks es en verdad una femme fatale o, simplemente, una víctima de las circunstancias y los prejuicios sociales dominantes.
El cuento de la criada, de Margaret Atwood (Salamandra). Los peligros inherentes a mezclar religión y política; el empeño de todo poder absoluto en someter a las mujeres como paso conducente a sojuzgar a toda la población; la fuerza incontenible del deseo como elemento transgresor: son tan sólo una muestra de los temas que aborda este relato desgarrador, aderezado con el sutil sarcasmo que constituye la seña de identidad de Margaret Atwood. Una escritora universal que, con el paso del tiempo, no deja de asombrarnos con la lucidez de sus ideas y la potencia de su prosa.