De acuerdo con el mandatario estadounidense este acto comenzará un proceso de retirada de seis meses del pacto comercial, lo que daría al Congreso una fecha límite para ratificar el T-MEC si no quieren perder del todo el régimen comercial con los países vecinos.
La decisión de Trump de retirar a Estados Unidos del Tratado de Libre Comercio de América del Norte es arriesgada, puesto que no está claro que el Congreso estadounidense vaya a dar su visto bueno a la nueva versión del pacto comercial norteamericano.
Buenos Aires, 2 de diciembre (EFE).- El Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció hoy que en los próximos días ordenará la retirada de su país del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), con el fin de presionar al Congreso estadounidense para que apruebe la versión renovada del pacto, conocida como T-MEC.
«Lo cancelaré en un periodo de tiempo relativamente corto. Nos desharemos del Tratado de Libre Comercio de América del Norte. Ha sido un desastre para los Estados Unidos», dijo Trump en declaraciones a los periodistas a bordo del Air Force One que le llevaba de vuelta a Washington desde Buenos Aires.
Según explicó, ese gesto comenzará un proceso de retirada de seis meses del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, en vigor desde 1994, lo que daría al Congreso una fecha límite para ratificar el T-MEC si no quieren perder del todo el régimen comercial con los países vecinos.
«El Congreso tendrá que elegir entre el T-MEC o la situación previa al Tratado de Libre Comercio de América del Norte, que funcionó muy bien», afirmó el mandatario.
Trump firmó este viernes el T-MEC junto al ya ex Presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, y el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, pero ese tratado aún debe ser ratificado por los Congresos de los tres países para poder entrar en vigor.
La decisión de Trump de retirar a Estados Unidos del Tratado de Libre Comercio de América del Norte es arriesgada, puesto que no está claro que el Congreso estadounidense vaya a dar su visto bueno a la nueva versión del pacto comercial norteamericano.
La oposición demócrata tomará en enero las riendas de la Cámara de Representantes de Estados Unidos y varias figuras del partido se han mostrado escépticas sobre el pacto, entre ellas la posible aspirante presidencial Elizabeth Warren.
Sin embargo, el negociador comercial de Estados Unidos, Robert Lighthizer, se mostró optimista este viernes en Buenos Aires sobre las perspectivas en el Congreso, y recordó que hay algo de margen de maniobra a la hora de convertir el tratado en un proyecto de ley.
Lighthizer se mostró «absolutamente» convencido de que Trump logrará «un número muy alto» de votos demócratas a favor del pacto.
Trump insistió en renegociar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, que engloba un billón de dólares anuales en intercambios, por considerarlo un «desastre», y ha presentado el nuevo pacto como un enorme triunfo de su postura proteccionista en materia comercial.
Entre los cambios más importantes del T-MEC, conocido en inglés como USMCA, figura la norma de que al menos el 75 por ciento de las partes de los automóviles deben ser fabricadas en Norteamérica, frente al 62.5 que establecía el Tratado de Libre Comercio de América del Norte.
Además, entre el 40 y el 45 por ciento del vehículo tendrá que ser producido por trabajadores que ganen como mínimo 16 dólares la hora.
El pacto ofrece igualmente un mayor acceso al mercado canadiense a los productores lácteos estadounidenses, e incluye nuevas provisiones sobre comercio digital y propiedad intelectual.