José Luis Peixoto, vinculado al rock pesado. Como yo, aunque últimamente (unos más de 10 años) más relacionadas con el jazz de John Coltrane, de Brad Melhdau, de Thelonious Monk. ¿Qué hay en el rock de Sex Pistols o Kiss o lo que es peor Ozzy Osbourne, en un escritor que antes fue poeta?
¿Lleva tatuado en el brazo derecho Yoknapatawha, esa tierra de William Faulkner que tan bien supo retratar James Franco en la pantalla grande? Sí, no estuve de acuerdo con el crítico de El País que decía que el actor hacía un homenaje vacío a El sonido y la furia, portándose como Benji, mirando su destino pasar en una bola de golf, allí el caddy.
José Luís Peixoto, nacido en 1974, en Galveias, Portugal, es ganador del premio José Saramago, del Premio Libro de Europa, del Premio da Sociedade Portuguesa de Autores y del premio Océanos, de Brasil.
“Peixoto es una de las revelaciones más sorprendentes de la literatura portuguesa reciente. No tengo ninguna duda de que es una promesa segura de un gran escritor”, había dicho José Saramago, quien resulta una suerte de padrino de Peixoto, un hombre que le dio a este la estatura internacional que un autor portugués necesita para emerger. Tal es así que ha sido el propio escritor el que ha declarado que “los jóvenes portugueses vuelven a los caminos de la emigración”.
Lo dijo con su libro Libro, tal como se llamó el disco de Caetano Veloso, con una ve intermedia, en 1997, donde cantaba cosas como “tropezaba en los astros desastrados / sin saber que la ventura y la desventura / de esa carretera que va de la nada a la nada…”. Un hombre llamado Libro por padres que son dos inmigrantes portugueses instalados en Francia en los primeros años de la década de los 70 y la pluma de Peixoto para retratar esa epopeya anónima y masiva.
“Entre 1960 y 1974 emigraron hacia Francia un millón y medio, casi un 15% de la población total del país. Portugal fue el único país europeo cuya población decreció en esa época. Me extrañaba que algo así no estuviera todavía reflejado en un género tan contemporáneo como la novela. La inmigración es un tema muy cautivador, que puede interesar también a quien no la ha vivido porque evidencia el coraje de las personas y el vínculo que les une con el lugar donde nacieron. Yo la he vivido indirectamente y creo que eso me ha permitido contarla, porque para los que sí la vivieron directamente es una experiencia traumática”, dijo en una entrevista.
“Hoy los jóvenes y no tan jóvenes están echándose de nuevo a los caminos de la emigración. Es una experiencia que les recordará lo que ocurrió hace décadas, porque últimamente se nos había olvidado, sobre todo a la hora de recibir a los que llegaban a Portugal. Ahora recordamos que fuimos un país de emigrantes. En general, los portugueses tenemos una idea muy pesimista de nosotros mismos. Sólo nos parecen importantes los descubrimientos y las epopeyas marítimas. Pero la gloria de Portugal también está en el coraje de la gente llana que se lanzó a lo desconocido, huyendo la dictadura, de la pobreza, del reclutamiento forzoso para las guerras coloniales…”, agregó.
Otro libro fue “Galveias”, “ese sitio que es más antigua que Nueva York” y donde José Luis Peixoto nació, donde hoy es uno de los escritores más conocidos y leídos de Portugal, donde el autor reivindica la importancia de lo rural frente a la globalización.
Eso me decía ayer el escritor español Luisgé Martín: “lo rural como una forma de defenderse del mundo globlalizado”, ese esperar la leche, mirar toda una noche las estrellas “y que mucho de lo que es la ruralidad en Portugal, en Argentina o en Japón, tiene aspectos símiles”, dice Peixoto,en una globalidad mucho más auténtica que las marcas con manzanitas.
Ahora es el turno de En tu vientre, la historia de la aparición de la Virgen de Fátima, un mito muy popular en Portugal y la voz de la madre del autor que se intercala en la narración para decir palabras de Dios.
Dios y madre, una conjunción vital que hace imprescindible leer a este nuevo autor portugués, acaso el mejor en estos momentos, un país donde la literatura crece más allá de José Saramago y Antonio Lobo Antunes.