La Ciudad de México padece desde hace décadas de alta contaminación, lo que resulta en un daño permanente a la salud de sus habitantes. Lo mismo el aire, el agua, el ruido y hasta los impactos visuales contribuyen a deteriorar la calidad de vida de los capitalinos.
Ciudad de México, 2 de diciembre (SinEmbargo).– Diversos problemas ambientales afectan desde hace décadas a la Ciudad de México y a sus habitantes, pero éstos se han intensificado conforme el crecimiento de la capital del país se ha detonado.
Por un lado, está la contaminación del aire, donde el Distrito Federal contribuye con el 5 por ciento de las emisiones totales de gases de efecto invernadero en el país.
Asimismo, en los últimos años, la disponibilidad per cápita del agua decreció 46 por ciento y actualmente queda menos del 1 por ciento de los depósitos lacustres del Valle de México.
El DF aún tiene oportunidad de convertirse en una ciudad verde, siempre y cuando sus gobernantes tengan voluntad política y se comprometan realmente a incluir este tema en sus agendas.