Katherine J. Wu, de The New York Times, reporta que poco antes de Halloween en 2018, un edificio administrativo en Glacier Bay National Park & Preserve de Alaska comenzó a mostrar una especie de barba. Pero las hebras que componían el flequillo peludo no eran finos pelos castaños. Eran piernas delgadas y largas. De araña.
Ciudad de México, 2 de noviembre (SinEmbargo).– En Ajijic, una población de Chapala, los curiosos vieron una nube negra sobre las piedras. En los alrededores del lago, en ese municipio del estado de Jalisco, son más comunes de lo que parece. Pero no dejan de sorprender porque no son nubes que se mueven. Son algo más.
Katherine J. Wu, de The New York Times, reporta que poco antes de Halloween en 2018, un edificio administrativo en Glacier Bay National Park & Preserve de Alaska comenzó a mostrar una especie de barba. Pero las hebras que componían el flequillo peludo no eran finos pelos castaños. Eran piernas delgadas y largas. De araña.
La especie se llama “opiliones”; son arácnidos conocidos como “morgaños”, “arañas patonas” o “segadores”. Superficialmente son parecidos a las arañas de las que se diferencian enseguida por la ausencia de cintura. Y Carecen de glándula venenosa. Se han descrito unas 6 mil 500 especies.
Los funcionarios del parque tomaron fotos de su hallazgo y las publicaron en Facebook y Twitter. Pero “todavía no sabemos realmente qué desencadena estas agregaciones”, dijo Mercedes Burns, bióloga evolutiva que estudia las criaturas de ocho patas en la Universidad de Maryland, condado de Baltimore.
Una de las principales hipótesis postula que los opiliones se juntan para evitar que se sequen cuando los niveles de humedad bajan en verano u otoño, dijo Burns. Con pocos lugares para almacenar agua y muchos lugares desde donde perderla, los arácnidos se resecan rápidamente. Acurrucarse juntos crea un microclima para los arácnidos, no muy diferente a un vestuario sudoroso, que puede detener el proceso de desecación.
Otra posibilidad es que los scrums brinden cierta protección contra depredadores como pájaros, lagartijas e insectos. A diferencia de la mayoría de sus primas arañas, las patas largas de papá (que no son arañas) no producen veneno, dejándolas algo indefensas cuando se las atrapa solas. Agrupados juntos, podrían alertarse mutuamente del peligro de manera más eficiente.
Los arácnidos también secretan una sustancia potente, y a veces nociva, que se cree que protege a los cazadores hambrientos y que podría ser más poderosa cuando la producen muchos recolectores.