Los Reales demostraron por enésima vez que nada está escrito. Este lunes será de caras largas en Nueva York y de festejo en Kansas City, que ve regresar un campeonato a casa tras 30 años de ausencia.
Ciudad de México, 2 de noviembre (SinEmbargo).- Cuando los Reales alcanzaron las siete carreras la fe de los aficionados neoyorquinos se vino abajo y comenzaron lentamente a abandonar el Citi Field. Era la parte alta de la decimosegunda entrada y aún restaban dos outs. No obstante, parecía más sencillo que siguieran anotando los de Kansas City a que Bartolo Colón lanzara strikes.
Sin embargo, innings antes la historia era menos fatídica, incluso tenía la pinta de victoria para los Mets. El problema es que al modelo 2015 de los Reales ni siquiera tres outs restantes son suficientes para darlos por muertos. Y así fue.
Cierto, cinco horas atrás el juego inició en la Gran Manzana con unos metropolitanos tratando de forzar el sexto juego en el Kauffman Stadium. Y el inicio daba la impresión de que así sería, con Curtis Granderson dándole la bienvenida a Edinson Vólquez con un imparable solitario que de inmediato manifestó el ímpetu de los de Nueva York.
A pesar de eso, se trató de un chispazo huérfano que nadie pudo imitar en los episodios siguientes. Así, transcurrieron cinco entradas y medias en las que el lanzador de los Mets, Matt Harvey destacó con ocho ponches.
Por su parte, Volquez tras el primer imparable que abrió la pizarra se instaló en un duelo de pitcheo con Harvey hasta la parte baja de la sexta, cuando otorgó su segundo hit y dio par de bases por bola, con lo que la casa se llenar con Mets sin out y, pese a que logró abanicar a un rival, un elevado de sacrificio de Duda mandó a Granderson a la registradora para anotar su segunda carrera de la noche y colocar el marcador 0-2.
Kelvin Herrera entró por Volquez en el séptimo y octavo, manteniendo las aguas tranquilas. Por su parte, Harvey continuó en el mismo tenor. Era ya la octava entrada y la afición local cantaba a todo pulmón «The Piano Man». Olía a victoria. No obstante, el drama llegaría en el noveno episodio.
Cuando todos pensaban que el pitcher diestro de los Mets dejaría en manos de Familia, todo se vino abajo. Así, Harvey cedió una base por bola a Caín, quien después se robó la segunda base. Este después rompería el cero en el marcador para Kansas City con un doble de Hosmer a lo profundo del jardín izquierdo. Las cosas seguían aún 2-1 a favor de Nueva York, pero el turno de los Reales todavía no finalizaba.
Con la entrada comprometida Harvey salió del encuentro tras haber aceptado cinco hits, un par de bases por bola y nueve ponches. Todo quedaba en manos de Jeurys Familia, quien salió a tratar de sentenciar el partido, pero no pudo.
Con esto el dominicano impuso un récord negativo en Serie Mundial, al fallar en tres relevos en Serie Mundial. Por su parte, con Hosmer en tercera y sólo un out, Pérez sacó un rodado a tercera, de donde salió el tiro a la inicial para que el primera base de Reales saliera a toda velocidad a home, a donde un mal tiro de Murphy no pudo evitar el empate a dos carreras por bando.
Ya metidos en extra innings, el encuentro vivió dos entradas tensas hasta que en el episodio 12 se desató la fiesta para los de Kansas City.
Con Reed en el montículo, Christian Colón, como emergente, impulsó la carrera de la ventaja que llegó por medio de Dyson, quien corrió por Pérez. Instantes más tarde, Escobar lo llevaría a home para el 4-3 ante los ojos de unos Mets que minutos antes habían tenido el partido en sus manos.
Sin embargo, el ataque no acabaría ahí. Un doblete de Cain con casa llena puso el 7-2 que sentenció el encuentro y las aspiraciones de los de Nueva York, quienes aún tenían que cerrar la entrada. No obstante, con la moral por los suelos, apenas les alcanzó para cuatro turnos al bat. Los fans de los Mets, muchos de ellos, ya habían abandonado el estadio cuando los Reales brincaron victoriosos al diamante del Citi Field para festejar su segundo campeonato luego de 30 años de sequía.