Aficionados de corazón y ocasionales se reunieron en torno a la fiesta en la que se convirtió el autódromo Hermanos Rodríguez. Al final, el GP México fue para Rosberg, mientras que las esperanzas mexicanas se quedaron en el octavo sitio.
Ciudad de México, 2 de noviembre (SinEmbargo).- No llovió pero pudo haber ocurrido de un momento a otro. Incluso días antes del Gran Premio de la Ciudad de México, las siempre inestables condiciones climáticas de la Ciudad de México hacían que se sospechara de cualquier nube que se asomara.
Eso sí, la humedad omnipresente del otoño defeño siempre fue una constante. Se trataba de una jornada de otoño típica (meteorológicamente hablando) en la capital del país. Sin embargo, las condiciones no dejaban de sorprender a los visitantes de otros lugares del mundo quienes especulaban al menor indicio de lluvia. No obstante, todo quedó de lado minutos antes de las 13:00 horas. Todo estaba listo en un autódromo Hermanos Rodríguez que se encontraba a reventar con más de 120 mil personas a la expectativa en las gradas. De esta manera, la Fórmula Uno arrancó en México de nueva cuenta.
Con Lewis Hamilton como campeón del mundo, todas las miradas estaban puestas en el subcampeonato que buscaban de aquí hasta el final Nico Rosberg y Sebastian Vettel. Cuatro puntos distanciaban a ambos, pero aún faltaban 71 vueltas.
Antes de eso, los antecedentes: sólo tres pilotos habían repetido victoria aquí (Jim Clark, Nigel Mansell y Alain Prost). Por otra parte parte, ya con el campeonato en la bolsa, a Hamilton sólo le quedaba salir a batir récords. Así, con un triunfo en el Hermanos Rodríguez podría igualar a Prost 25 años después, siendo el francés el único que ha ganado en México sin partir desde la pole position.
Desde aquella victoria de Prost, hace 23 años, ha habido seis pilotos mexicanos en Fórmula Uno. De ellos, solo «Checo» se ha ganado un lugar en el corazón de los aficionados locales debido a su éxito. De hecho, los únicos pilotos aztecas que han subido a un podio de la F1 han sido Pedro Rodríguez de la Vega (7 veces) y Sergio Pérez (5) y ninguno de ellos lo hizo en territorio nacional.
La carrera dio inicio y la primera vuelta trajo el primer abandono. Fernando Alonso había iniciado la carrera con el motor roto y se quedó sin potencia en los primeros instantes. El motor del asturiano no tenía esperanzas desde la mañana, en las pruebas para verificar los motores. Sabía que no podría aguantar más de una vuelta, pero salió a pista, se jugó la vida en los primeros metros y finalmente se vio obligado a dejar la carrera en el que significó su octavo abandono de la temporada.
El desarrollo de la carrera se mantuvo dentro de lo contemplado hasta la vuelta 22, cuando los monoplazas de Kimi Räikkönen y Valtteri Bottas se tocaron, ocasionando que el primero abandonara luego de perder la suspensión trasera.
La mala suerte siguió con Sebastian Vettel en la vuelta 52, en la que el piloto alemán sufrió un accidente que lo hizo abandonar la carrera. El conductor de Ferrari perdió el control de su monoplaza en la entrada del estadio, al final del segundo sector.
En las últimas vueltas, con la salida de Vettel, la lucha entre los pilotos de Mercedes en la punta se mantuvo en vilo. Detrás de ellos el Williams de Bottas y el par de Red Bull empujaban por el tercer puesto. «Checo» Pérez, por su parte, se mantuvo en esta última parte firme en la octava posición.
ARRIESGUE INFRUCTUOSO
El desempeño del piloto mexicano destacó por un par de rebases y por su estrategia arriesgada. Sus víctimas fueron el español Carlos Sainz quien le vio el polvo en la vuelta 34 y después Max Vesrtappen corrió la misma suerte en la 52.
Sin embargo, el choque de Sebastien Vettel y el posterior safety car en el tramo final de la carrera obligaron al mexicano a jugársela con una sola parada en pits.
Pérez aguantó 51 vueltas sin cambiar llantas, siendo el único piloto que soportó calor húmedo y la altitud con el mismo juego de neumáticos y un sólo alto. El resultado: ya no tuvo llantas para ir en busca de otros rebases para escalar posiciones.
Los aficionados mexicanos esperaban una sorpresa que no llegó; otros, por su parte, imaginaban un cierre de foto entre Hamiltón y Rosberg. Sin embargo, la carrera entró en la última vuelta con el ganador decidido: Rosberg se quedaba con el Gran Premio de la Ciudad de México.
Así, el GP México se quedó en manos de Mercedes, mientras que Vettel terminó sin posibilidades esta carrera y probablemente el resto de la competencia. El accidente que el alemán sufrió lo dejó a 21 puntos de Rosberg en la clasificación a falta de dos carreras. Un trámite que, a menos que un desastre ocurra para el de Mercedes, se antoja imposible de sortear.
“Checo” Pérez, por su parte, terminó en octavo, lo que se tradujo en cuatro puntos que le permitieron mantenerse en la novena posición del campeonato, a la espera de una mejor jornada, ahora en Brasil, en donde las 10 escuderías participarán en el circuito de Interlagos, penúltimo del campeonato.
Al final el Gran Premio de los pilotos fue la afición. Apenas subió Rosberg al podio y la locura se desató con porras y ovaciones que coreaban su nombre. El «Cielito lindo» se agregó a la tradicional champaña y fue redondeada con sombreros charros.
