Cada vez más latinoamericanos se deciden a invertir en Florida.
Por Ivonne Malaver
Miami (EU), 2 de octubre (EFE).- Cada vez más latinoamericanos se deciden a invertir en Florida, especialmente en los sectores de construcción, gastronomía y salud, como una manera de asegurar su estatus migratorio y el de sus familias.
El incremento es continuo, especialmente con inversionistas de Brasil, Colombia, México y Venezuela, que aprovechan los cupos disponibles de la visa de inversionista EB5, explicó a Efe Julian Montero, abogado de derecho comercial corporativo internacional.
Hace dos años el ingeniero civil Juan Soto encontró en ese programa oficial la oportunidad de emigrar de México «legalmente y teniendo los derechos que todo ciudadano quiere tener en Estados Unidos».
El mexicano fue uno de veinte inversionistas de un proyecto de oficinas en Miami, con el que ya obtuvo la residencia provisional para él, su esposa y sus dos hijos, que para la fecha debían ser menores de 21 años.
«Si tienes una persona experta que te oriente en un buen proyecto y con un buen desarrollador, el riesgo es mínimo, realmente no tienes que hacer sino la inversión», aseguró.
Soto, quien invirtió medio millón de dólares, la mínima suma permitida por el visado EB5, espera en un par de años no solo la residencia permanente para todos sino recuperar la inversión.
«Todo ha sido lo que me platicaron», manifestó Soto, quien como muchos inversionistas de la EB5 impulsan de paso el crecimiento empresarial y la creación de empleos en Estados Unidos.
A través de «centros regionales», regulados por el Servicio de Ciudadanía e Inmigración de EU (USCIS), inversionistas como Soto se conectan con proyectos empresariales ávidos de financiación.
Roger Bernstein, a cargo de uno de esos centros en Miami, dijo que Florida es uno de los estados que está recibiendo más capital de EB5 en los últimos cinco años y ocupa el tercer puesto después de Nueva York y California.
El abogado «recluta» actualmente inversionistas EB5 para expandir negocios culinarios, específicamente busca financiación por un total de 20 millones de dólares para dos proyectos encaminados a abrir nuevas sucursales de los restaurantes Tap 42 y Meat Market Steakhouse en el sur de Florida.
«Tu abogado de negocios es a la vez tu abogado de inmigración», expresó Soto, quien emigró de México al considerar que ya no resultaba un país seguro para su familia debido al crimen organizado.
Montero explicó que USCIS entrega las visas por cuotas, dependiendo el país, pero cada uno recibe al menos 700 de un total de 10.000 cupos anuales, que han sido acaparados históricamente, en más de un 80 %, por millonarios chinos.
Sin embargo, cada vez son más los inversionistas latinoamericanos que aprovechan estos cupos y que a la vez se convierten en nuevos impulsores de proyectos EB5 entre sus compatriotas.
En 2008 los fondos EB5 fueron una «alternativa» a la financiación bancaria para el empresario venezolano Rodrigo Azpurua, que se vio en apuros para emprender un proyecto inmobiliario durante la crisis hipotecaria en EU.
«Después de la crisis bancaria del 2008 no había capital disponible para la construcción, pero existía demanda para espacios de oficinas», recordó Azpurua, quien desde entonces viaja constantemente a Latinoamérica en busca de inversionistas.
«Es un círculo positivo de la economía», manifestó Montero, que alertó sin embargo que puede ser «riesgo serio» si se carece de un plan sólido de negocios.
«Hay proyectos extraordinarios y proyectos pésimos», aclaró Montero, quien ha gestionado este tipo de planes durante una década.
No obstante aseguró que los inversionistas EB5 son personas «sofisticadas».
Una vez el inversionista escoge el proyecto, los abogados preparan tanto el trámite migratorio como el plan de inversiones que garantice la creación de por lo menos diez empleos de tiempo completo por inversionista (sin incluir familiares).
El rendimiento, enfatizó Montero, suele ser de entre 0.5 y 1 por ciento, mientras que el retorno de la inversión se prevé en cinco o seis años.
Entre tanto, las aprobaciones a cargo de USCIS superan el 80 por ciento, lo que para Montero representa una muestra del «éxito» del programa.
«Para ser aprobadas estas solicitudes deben lograr la construcción (de la obra) y la generación de empleo para que la residencia (migratoria) sea permanente. Eso indica que ese mismo porcentaje de proyectos que utiliza EB5 ha tenido un éxito comercial», precisó el especialista.
Montero manifestó que en Latinoamérica, como región, están dadas las condiciones para aumentar el número de inversionistas anuales que aprovechen el programa de visas EB5, creado en 1990 y que se renueva periódicamente.
«En Latinoamérica hay los millonarios, la cercanía con Estados Unidos y el interés por el sueño americano», agregó Montero, que además le sumó aquellos que necesitan un «plan B» ante la inestabilidad política, social o económica de algunas naciones.