Londres, 2 oct (EFE).- Las autoridades sanitarias británicas ofrecen incentivos a dispensarios públicos ingleses para que los médicos de cabecera no deriven a los pacientes a especialistas u hospitales, indica un estudio de la revista del sector «Pulse».
Estos incentivos los ofrecen los llamados Grupos de Gestión Clínica (CCG, por sus siglas en inglés), que gestionan la provisión de servicios médicos en Inglaterra (las otras autonomías británicas tienen su propio sistema).
«Pulse» ha revelado que algunos de estos CCG, de los que hay unos 200 en Inglaterra, recomiendan a las clínicas inglesas reducir las derivaciones a fin de rebajar costes y recompensan a los ambulatorios que lo consigan.
En declaraciones a la BBC, el presidente del comité de doctores del sindicato Asociación Médica Británica, Chand Nagpaul, dijo hoy que estos incentivos son «un contaminante financiero» para la confianza entre pacientes y médicos.
Señaló que, con este mecanismo tipo «comisión de ventas», los pacientes pueden cuestionar «la intención» de las decisiones de los médicos, e instó a introducir en su lugar sistemas transparentes que aclaren cómo efectuar las derivaciones optimizando los recursos.
Un portavoz de un CCG dijo a la revista «Pulse» que había sopesado «el impacto completo» del sistema de incentivos y había concluido que «no hay conflicto de intereses».
El Consejo General Médico, que regula los estándares médicos en el Reino Unido, está por su parte examinando una queja de varios doctores que expresaron su inquietud por el sistema.
Los CCG, cuya composición interna ha sido cuestionada por los sindicatos al incluir directivos de empresas médicas privadas, tienen como objetivo reducir el número de derivaciones que se consideran un «malgasto» o «innecesarias».