En el caso de México, existe una gran percepción de que los medios tienen influencia del Gobierno, la aprobación de la figura presidencial va en picada desde 2011, la confianza en la administración pública es de las peores calificadas entre las naciones estudiadas, y existe un gran porcentaje de ciudadanos que consideran que es prácticamente imposible que la recuperen.
Ciudad de México, 2 de septiembre (SinEmbargo).- Este día se presentaron los datos del estudio «El declive de la democracia- Latinobarómetro 2016», en que se abordan la situación de 18 países de Latinoamérica incluido México, en donde se analiza la opinión de los ciudadanos respecto a la seguridad, medios de comunicación, aprobación del Presidente, confianza en los políticos, apoyo a la democracia, entre otros rubros.
En el caso de México, existe una gran percepción de que los medios tienen influencia del Gobierno, que la aprobación de la figura presidencial va en picada desde 2011, la confianza en la administración pública es de las peores calificadas entre las naciones estudiadas, y que existe un gran porcentaje de ciudadanos que consideran que es prácticamente imposible que la recuperen.
Respecto a la aceptación que tenemos por la administración del Presidente Enrique Peña Nieto, el estudio refiere que sólo el 25 por ciento lo aprobamos, lo que nos coloca en los últimos lugares, sólo por encima de Brasil (22 por ciento), Venezuela (20 por ciento) y Perú (19 por ciento).
En este rubro, es de destacar que desde el 2011, penúltimo año de la administración de Felipe Calderón, había una aprobación a la figura del Presidente del 59 por ciento y a partir de ahí ha caído: 46 por ciento en 2013, 35 por ciento en 2015 y 25 por ciento en 2016.
Latinobarómetro explica el rechazo y aceptación de los presidentes como un «signo de los tiempos, en que los presidentes de la región ya no cuentan con el silencio, sino con la protesta como manifestación anónima de la crítica, además del resultado de las urnas».
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Respecto a la credibilidad en la política y en los políticos, la mayoría de los connacionales que respondieron señalaron que los políticos han perdido y no la recobrarán (56 por ciento), desencanto sólo superado por Chile (63 por ciento).
En cuanto a la libertad de los políticos en su toma de decisiones, es decir que no responden a favores «por financiamiento u otro tipo de influencias», los representantes de nuestro país se mantiene en la media en relación con los de otras naciones: sólo 39 por ciento piensa que son libres.
Los países donde se percibe a los medios de comunicación como más oficialistas (menos opositores) son: México (30 por ciento) y Nicaragua (34 por ciento). En nuestro país sólo al 22 por ciento cree que éstos son independientes.
En el apoyo a la democracia, México no obtuvo variación respecto al año pasado, pues el 49 por ciento respondió de manera positiva que es preferible un sistema democrático a cualquier otro.
Aunque «si se analiza la evolución del indicador apoyo a la democracia por país, calculando la variación del último año, se encuentran 5 países donde el apoyo a la democracia aumenta: Paraguay, Costa Rica, Panamá, Argentina y Honduras», señala el documento.
Respecto a si los mexicanos preferimos que se restrinjan ciertas libertades por razones de orden social, 57 por ciento está a favor de ello, mientras que el 39 por ciento apoya que se respeten las libertades individuales.
Con estas cifras, México se coloca como el sexto país en apoyo a la restricción de los derechos, sólo por debajo de Honduras (65 por ciento), República Dominicana (64 por ciento), Paraguay (61 por ciento), El Salvador (60 por ciento) y Costa Rica (58 por ciento).
Al respecto, la organización no gubernamental señala que «La preferencia por el ‘orden’ en vez de la ‘libertad’” es otro rasgo autoritario característico de las sociedades latinoamericanas que, no obstante el tiempo transcurrido desde el inicio de la recuperación de la democracia, no ha cambiado de manera sustantiva en el sentido esperado. Esto se relaciona, también, con el grado de Estado de derecho que perciben los ciudadanos, quienes demandan seguridad en las calles y los barrios».
Sin embargo, los mexicanos, de acuerdo con el estudio, somos quienes menos estamos de acuerdo con que las leyes deben de aplicarse en todo momento y no a conciencia (56 por ciento), mientras que Brasil es el que más aboga por esta ideo (75 por ciento).
Para la directora de la institución, Marta Lagos, «a mejor situación económica más importancia tiene la delincuencia porque otros problemas dejan de ser importantes», apuntó hoy en la presentación internacional del estudio realizada en Buenos Aires.
Esto implica que los latinoamericanos viven con un «alto estrés» porque perciben violencia tanto en el ámbito privado como en el espacio público.
En el lado positivo, el reconocimiento de la violencia intrafamiliar como un problema de gran impacto es un «indicador de desmantelamiento del machismo» y de una sociedad que «se está abriendo», opinó Lagos.
Esta apertura se nota también en otros aspectos analizados en el estudio, que abarca temas como la confianza en los sistemas políticos y la forma en la que los latinoamericanos se informan, a través de unas 20 mil encuestas, cara a cara, realizadas entre mayo y junio de 2016 en 18 países de la región.
-Con información de EFE