Ya veremos es una película mexicana donde uno de los temas centrales de la comedia son las prioridades en la vida adulta. En la cinta, los padres de Santiago no se han dado cuenta de que éste tiene problemas de visión, aunque ambos tratan de darle lo mejor a su hijo, mientras que la responsabilidad de Rodrigo (Mauricio Ochmann) como médico obstetra ha afectado su matrimonio al grado de llevarlo al divorcio.
Ciudad de México, 2 de agosto (AP).— Si tuvieras un par de meses ante la posibilidad de quedarte ciego, ¿qué harías? Santiago, de 11 años, quiere pintarse el pelo azul, ir a la lucha libre y nadar en el mar acompañado por su mamá y su papá. El único detalle es que estos están divorciados y no se llevan muy bien.
Esta es la premisa de Ya veremos, una cinta de comedia del director Pitipol Ybarra que se estrena el jueves en México y el 31 de agosto en Estados Unidos.
“Si yo tuviera que hacer una lista sería como muy básica: estar en la naturaleza con mi mujer y mis dos hijas”, dijo el actor mexicano Mauricio Ochmann, quien interpreta al padre de Santiago en el filme.
“Me gusta más vivir el presente y vivir el día, disfrutarme los procesos”, agregó.
Emiliano Aramayo, el joven actor que interpreta a Santiago, señaló que si estuviera en la misma situación le gustaría estar con toda su familia, incluidos dos perros y un gato.
“Ir a Acapulco, estar en la playa una semana”, dijo en una entrevista reciente con The Associated Press en la Ciudad de México. También aprovecharía para ir a un parque acuático y lanzarse de los juegos más fuertes.
En el caso de Fernanda Castillo, quien da vida a la madre de Santiago, su lista incluye un aspecto musical: “Tocar el chelo, es un sueño que tengo”.
“Todo lo acompañaría con la gente que amo”, acotó. “Haga lo que haga, lo logre o no lo logre”.
Uno de los temas centrales de la comedia apta para toda la familia son las prioridades en la vida adulta. En la cinta, los padres de Santiago no se han dado cuenta de que éste tiene problemas de visión, aunque ambos tratan de darle lo mejor a su hijo, mientras que la responsabilidad de Rodrigo (Ochmann) como médico obstetra ha afectado su matrimonio al grado de llevarlo al divorcio.
“¿Por qué solo en el momento en el que sabes que alguien te va a faltar o que alguien que amas tiene un problema de repente giramos a verlos?”, dijo Castillo. “Es una película que invita a eso, a decir ‘échale un vistazo más a tu relación, a tus hijos, a tu entorno, a lo que haces, a ti mismo’”.
“Tenemos que cambiar el enfoque”, dijo Ochmann, quien está casado con la actriz Aislynn Derbez, con quien tuvo una hija en febrero, y también es padre de una chica de 14 años de una relación anterior.
“De entrada ya siempre ponemos a la familia y a los hijos o a la pareja en la segunda prioridad y siempre la primera prioridad, como por sistema, siempre es tu meta personal o tu meta profesional”, dijo el actor.
Castillo y Ochmann, quienes ya habían compartido créditos en la serie “El señor de los cielos”, disfrutaron filmar con Aramayo, quien hace su debut con esta película.
“Me empecé a llevar mucho con ellos, me dieron consejos y me encantó todo, así iba creciendo y me iba fortaleciendo”, dijo el actor de 12 años.
“Fue un proceso muy divertido y muy natural”, expresó por su parte Ochmann. “Hicimos muchos ejercicios de improvisación de las escenas”.
Castillo destacó el profesionalismo de Aramayo ante los horarios extenuantes. “Nano”, como le dicen sus compañeros de elenco, ha estudiado actuación cerca de un año y medio, en la escuela de la profesora Margarita Mandoki en la Ciudad de México, y también en un campamento.
“Eran las 3 de la mañana y seguíamos filmando, y él se moría de sueño pero estaba ahí”, dijo Castillo. “Se subió desde el principio al nivel de la producción”.
Al final Ochmann y Castillo terminaron por fungir como los padres de Aramayo en el plató, manteniéndose al tanto de sus horas de comida y de que no se desvelara mucho.
Las cosas se complican en “Ya veremos”, pues al cumplir la lista de deseos de Santiago, Rodrigo y Alejandra (Castillo) se dan cuenta que todavía hay sentimientos entre ellos a pesar de que ella está por casarse con un millonario (interpretado por Erik Hayser, quien en la vida real es novio de Castillo).
Para Ochmann y Castillo, no es imposible que sus personajes puedan replantearse una relación.
“Todos tenemos el derecho a claudicar o a recapacitar y a tener una segunda, o una tercera o una cuarta oportunidad. Lo importante de la vida es eso, que vayas creciendo”, dijo Ochmann.
“¿Qué mejor que si amas a alguien varadamente, puedas abrirte a perdonar?”, apuntó Castillo. “De eso se trata el amor”.