Zhai Yanmin, , fue encontrado culpable de subvertir el poder del Estado.
Tianjin (China), 2 ago (EFE).- El activista chino Zhai Yanmin fue condenado hoy a tres años de cárcel con cuatro de suspensión por subversión, en el primero de una serie de cuatro juicios que se celebran esta semana relacionados con la campaña del régimen comunista contra abogados de derechos humanos desde julio de 2015.
Según publica la agencia oficial Xinhua, Zhai, «residente de Pekín sin empleo», fue encontrado culpable de subvertir el poder del Estado por el Tribunal Popular Intermedio número 2 de Tianjin (noreste), juicio al que sólo pudieron entrar algunos medios autorizados por el Gobierno chino.
De acuerdo a sentencias similares previas contra otros activistas o abogados, la de Zhai implicaría que no tendrá que ir a la cárcel si no incurre en el delito del que ha sido hallado culpable o en otros en los próximos cuatro años.
El abogado elegido por la familia de Zhai, Ge Wenxiu, explicó a Efe que, en su caso, el periodo de suspensión se reduce en la práctica de cuatro a unos tres años, ya que se descuenta el tiempo (aproximadamente 13 meses) que ha estado detenido hasta ahora.
Ge volvió a denunciar hoy a Efe el juicio, en particular que no le hayan permitido representar a su cliente y que lo haya hecho un letrado elegido por el Gobierno, y se negó a comentar su opinión sobre la sentencia por formar parte de un proceso «ilegal».
La corte de Tianjin dirimió hoy que Zhai y otras tres personas -Hu Shigen, Zhou Shifeng y Li Heping, también detenidos en el marco de la campaña contra abogados de derechos humanos- «conspiraron y urdieron para subvertir el poder estatal», y «establecieron un sistema ideológico, un método y los pasos necesarios para hacerlo».
Zhou Shifeng es el director del prestigioso bufete Shengrui, quien también será juzgado esta semana.
No obstante, la sentencia se limita sólo de momento al caso de Zhai, a quien el medio oficial define como «organizador de protestas a sueldo».
Ésta también priva a Zhai, de 55 años y quien, según Xinhua, se declaró culpable y decidió no apelar, de sus derechos políticos durante cuatro años.
Una vez anunciada la sentencia, la Avenida Xiangjiang, donde se encuentra la dependencia judicial, volvió a abrirse plenamente al tráfico, tras haber permanecido parcialmente cerrada durante horas, según pudo comprobar Efe.
Además, se despejó de forma paulatina el control policial de sus inmediaciones, mientras el autobús que desde primera hora aguardaba en el aparcamiento del tribunal -bloqueando la vista del mismo- abandonó las instalaciones.
El juicio de hoy se enmarca en la campaña de persecución a abogados de derechos humanos que empezó el pasado año con masivas detenciones, y se produce un día después de que se anunciara la puesta en libertad bajo fianza de Wang Yu, otra prestigiosa letrada.
