En la actualidad, la tutela legal está divida en dos partes: el ámbito financiero, controlado por Jamie Spears y la compañía Bessemer Trust; y el aspecto personal, tutelado por la abogada Jodi Montgomery.
Por Javier Romualdo
Los Ángeles (EU), 2 de julio (EFE).- Una semana después de la intervención de Britney Spears ante los juzgados de Los Ángeles (EU) las reacciones de todos los involucrados en su tutela legal se han encadenado sin que llegue el paso más esperado: Que su abogado registre una petición para ponerle fin.
Fuentes cercanas al caso afirman que el representante legal de la cantante, Samuel Ingham, estaría preparando la documentación necesaria para iniciar el trámite, aunque no está claro que vaya a entregarse antes del 14 de julio, cuando se celebrará una nueva audiencia en la que no intervendrá Britney.
Aunque la persona que ha recibido más atención en este caso es su padre, Jamie Spears, la tutela legal involucra a varios abogados y un fondo de inversión.
LOS IMPLICADOS: FAMILIA, ABOGADOS Y UN FONDO DE INVERSIÓN
En la actualidad, la tutela legal está divida en dos partes: el ámbito financiero, controlado por Jamie Spears y la compañía Bessemer Trust; y el aspecto personal, tutelado por la abogada Jodi Montgomery.
De momento, el movimiento más alentador para Britney es la solicitud que el fondo Bessemer Trust registró este jueves para retirarse de la tutela tras afirmar que «respeta» los deseos de la cantante.
La petición llega un día después de que la jueza Brenda Penny dictase que esta consultora debía compartir el control de las finanzas de Britney con su padre, una decisión tomada tras una audiencia de noviembre pasado que no tiene nada que ver la última declaración de la artista.
Por su parte, el padre pidió en las últimas horas que se investiguen las denuncias formuladas por Britney y se defendió al asegurar que desde 2019 no tiene poder sobre sus decisiones personales.
Este punto es cierto.
A pesar de que el padre de la cantante ha ejercido de tutor legal desde 2008, en 2019 la corte designó a la abogada Jodi Montgomery como tutora temporal sobre los aspectos personales de la cantante, después de que Jamie citara motivos de salud para apartarse.
Sin embargo, Montgomery ha afirmado en un comunicado que su único fin es «alentar a Britney en su camino para que ya no necesite una tutela».
Ahora, la atención está sobre el abogado designado para defender los intereses de Britney, cuya función está puesta en entredicho después de que la artista dijera que no sabía que podía pedir la finalización de la tutela, y de una exclusiva del diario The New York Times, que afirma que el letrado ha ganado 3 millones de dólares desde 2008 con este caso.
Ese letrado deberá argumentar la «liberación» de Britney.
PRIMER ARGUMENTO: LA TUTELA PAGA SUELDOS
Este punto es el que Britney utilizó con más ímpetu. Su padre, su abogado, la abogada del padre, la abogada que supervisa la vida personal… todos reciben dinero de la cantante.
«Esta tutela está pagando el sueldo de mucha gente. Estoy harta», aseguró.
La jueza podría estimar que durante 13 años se ha explotado una tutela para repartir su fortuna valorada en 60 millones de dólares, como recuerda Erin Joyce, especialista en ética legal.
«La razón por la que este caso es interesante para los abogados de ética en todo el país es que cuando tienes un abogado que está tomando acciones que son directamente opuestas a los intereses y deseos de su cliente, entonces se convierte en un problema de ética», declaró a la CNN.
SEGUNDO ARGUMENTO: ESTAR INCAPACITADA Y TRABAJAR
El otro aspecto que Britney cuestionó es que realmente haya estado incapacitada si durante estos años ha actuado, publicado discos y protagonizado un espectáculo millonario en Las Vegas entre 2013 y 2017, a veces en contra de su voluntad.
«No parece que alguna vez se hayan considerado de manera seria otras alternativas menos restrictivas», explicó a The Hollywood Reporter Leslie Salzam, una profesora de derecho especializada en tutelas legales.
El caso de la artista, que lleva semanas ocupando espacios informativos en Estados Unidos, ha generado una atención que va más allá de su fama.
Expertos en derecho argumentan que la tutela legal, un mecanismo ideado para personas en deterioro extremo, se aplica de manera muy laxa.
En algunos estados, como California, un tutor profesional puede solicitar la tutela de un desconocido y para conseguir la licencia para ejercer como tal se requiere solamente aprobar unos cursos.
Netflix estrenó este año una comedia, «I Care a Lot», que analiza los entramados en torno a esta figura legal.
La ley tampoco es clara a la hora de poner fin a la tutela, basta con que el juez «reúna evidencias» pero no especifica cuáles, por lo que el futuro de Britney es incierto.