Vogue presentó a su vez una entrevista con Yousafzai, residente en el Reino Unido desde 2012, tras sufrir un atentado talibán en su país natal por hacer campaña por los derechos de las niñas después de que se les prohibiese asistir a la escuela.
Londres, 2 de junio (EFE).- La activista pakistaní de 23 años Malala Yousafzai, que en 2014 se convirtió en la persona más joven en obtener el Premio Nobel de la Paz por su lucha en el campo de la educación femenina, protagonizará, vestida de Stella McCartney, la portada de la revista Vogue británica el próximo mes de julio.
Así lo confirmó este martes la icónica publicación de moda, que presentó a su vez una entrevista con Yousafzai, residente en el Reino Unido desde 2012, tras sufrir un atentado talibán en su país natal por hacer campaña por los derechos de las niñas después de que se les prohibiese asistir a la escuela.
En este país la joven se recuperó de su ataque, finalizó su educación secundaria y el pasado año se graduó con honores en Filosofía, Política y Economía por la prestigiosa Universidad de Oxford. Pero, sin embargo, confiesa no saber qué hacer con su vida ahora.
A pesar de haber escrito en 2013 su autobiografía I Am Malala, lanzado Malala Fund, una fundación para la defensa de la educación para las niñas, y compartido mesa con presidentes y primeros ministros, es también una joven que se pasa horas en las redes sociales, juega a Among Us, busca trabajo y tiene pendiente tomarse un año sabático para viajar.
Su activismo temprano estuvo influenciado por aspectos que estaban fuera de su control, por lo que la universidad le permitió disfrutar de cada momento, elegir qué era lo que quería hacer y compartirlo con gente de su edad. «Estaba entusiasmada con literalmente cualquier cosa», confiesa.
El perfil de Malala es enorme para su edad, pero ella quiso dejar su figura de activista fuera del campus para ser «una estudiante y una amiga» más, según dice.
De hecho, admite que ni siquiera mencionó que había ganado un Premio Nobel cuando mandó su solicitud para Oxford porque se sentía «avergonzada».
En la entrevista, Malala define la televisión como uno de sus «grandes amores», pues con 11 años comenzó a escribir en un blog para la BBC bajo el seudónimo de Gul Makai sobre cómo era vivir bajo el gobierno talibán. Ahora, tras los pasos de los Sussex y los Obama, la pakistaní quiere hacer su propio programa para conectar con el público.
«Quiero que estos programas sean entretenidos, y el tipo de espacio que yo vería. Si no me río con ellos ni los disfruto, no los pondré en la pantalla», cuenta Yousafzai, que el pasado marzo se asoció con Apple TV+ para llevar a cabo este proyecto secreto previsto para el próximo año.
De hecho, el director ejecutivo de Apple, Tim Cook, aseguró que no hay «nadie como ella».
«Tiene la historia de su vida, todos sus logros y está centrada en marcar la diferencia en el mundo. Pero además de todo este éxito, ella es humilde, tiene los pies en la tierra y es un placer pasar tiempo con ella», añadió