Dos semanas después de su último capítulo, analizamos algunos de los aspectos que nos harán recordar a una serie que ha dejado tanta huella.
Madrid, 2 de junio (ElDiario.es).– Aunque no lo parezca, apenas han pasado dos semanas desde el final definitivo de Game of Thrones. Catorce días en los que se han seguido generando noticias, reacciones y rumores, y en los que también ha dado tiempo para empezar a echar de menos a la serie.
No hay duda de que HBO logró convertir a su ficción en un verdadero fenómeno mundial. Y más allá de la pena por saber que nunca más seguiremos las aventuras de Daenerys, Jon, Arya, Tyrion, Cersei Sansa y compañía, hay otros motivos por los que Juego de Tronosha dejado huella.
1. LLEVAR LA FANTASÍA A LO MÁS ALTO
La historia de la televisión, y del cine, están llenas de ejemplos en los que series o películas de ciencia ficción logran ser verdaderos fenómenos de masas. Pero aún así, los galardones y reconocimientos siempre han sido más proclives a premiar a dramas realistas y biopics.
Game of Thrones no ha sido la primera serie fantástica en aunar éxito entre el público y también ser premiada por la crítica. Pero sin duda ha supuesto un antes y un después en la trayectoria de la ciencia ficción en la pequeña pantalla. 47 Emmys (récord), 5 Premios SAG, récords Guiness, el Globo de Oro de Peter Dinklage, y hasta el reconocimiento a los guiones de sus primeras temporadas como los mejores de la industria por el Sindicato de Guionistas de Estados Unidos. Son sólo algunos ejemplos.
Los «reparos» que la industria audiovisual pudiera tener con el género fantástico, y que también padeció la trilogía de El Señor de los anillos hasta lograr que Hollywood se rindiera con su tercera entrega, han sido olvidados. Y Game of Thrones tiene buena parte de la culpa.
2. SUPERÓ EL NO EMITIRSE EN CADENA ABIERTA
No es nada habitual que una serie no emitida por una cadena generalista logre tal nivel de seguimiento y repercusión como Game of Thrones. De hecho, quizás sólo The Walking Dead lo había logrado, y ni mucho menos al mismo nivel que la de HBO.
La serie es una de las producciones que ha hecho que el espectador vaya a por ella, la persiga para verla, y no la espere. Plataformas como Netflix lanzan «de golpe» sus producciones, y logran un impacto brutal, pero con efecto gaseosa. Con la emisión semana a semana, HBO ha logrado que la «bola» de Game of Thrones crezca hasta alcanzar dimensiones desconocidas hasta ahora, sumando audiencia y también repercusión.
3. QUIZÁ LA ULTIMA SERIE QUE VIMOS JUNTOS
Su forma de emisión fue clave para que Game of Thrones lograse ir expandiendo su fenómeno por todo el mundo. La serie logró convertir en un evento cada uno de sus capítulos, especialmente en su octava y última temporada que llegó tras una larga pausa de un año y medio sumida en el mayor de los secretismos (y que provocó la mayor de las expectaciones).
Sus millones de fans han seguido «en directo» cada uno de sus episodios. El miedo a los spoilers ganaba al sueño, y por eso la serie ha sido probablemente la última experiencia colectiva de ver un producto televisivo juntos.
La industria ahora parece más proclive a lanzar al completo las temporadas de las series. Un movimiento abanderado por Netflix, pero que también siguen otras plataformas. HBO conjuga con éxito la visión de televisión lineal al estrenar semana a semana con su expansión global como plataforma, y está logrando un efecto similar (en menor medida) con Chernobyl, cuya «bola» también ha crecido capítulo a capítulo.
4. LA TRANVERSALIDAD DE SU TARGET
Esa comunión de la televisión tradicional y el sistema de plataformas es la base también para que Game of Thrones haya llegado a todos los perfiles de audiencia. Porque durante décadas, las cadenas han repetido como un mantra que hacen series «para todos los públicos», que es la única forma de alcanzar buenas audiencias.
Las plataformas han permitido, y es de agradecer, que pueda haber series más «de nicho», dirigidas a un público concreto sin importar su menor seguimiento. La serie ha sabido jugar con las dos concepciones para crear una ficción con momentos muy especializados, pero que hemos podido ver todos.
Los niños se han convertido en seguidores de Kahl Drogo por su fiereza, o de las batallas de Daenerys y Jon. Y al mismo tiempo han podido comentarlo con los jóvenes, con sus padres, y hasta con sus abuelos. Por lograr, Game of Thrones hasta ha logrado que se conozca a la «abuela de dragones» y que sus vídeos se esperasen con las mismas ganas que el capítulo (o casi). Ha dado igual edad, nivel social o cultural, países… todos hemos visto la serie al unísono. Quizás por última vez.
5. CREÓ ESTRELLAS DE LA TELEVISIÓN
Las grandes superproducciones, como esta, a menudo sienten el impulso de formar un reparto de estrellas para garantizarse la atención del público y lograr audiencia. Sin embargo, Game of Thrones apostó por rostros desconocidos, o casi desconocidos, y ha acabado convirtiéndolos en verdaderas estrellas.
Emilia Clarke sólo había hecho un corto e intervenido en un capítulo de una serie. Kit Harington, ni tan siquiera eso. Maisie Williams y Sophie Turner eran niñas debutantes. Y sólo Peter Dinklage, Lena Headey, Nikolaj Coster-Waldau y el fugaz Sean Bean tenían ya bagaje profesional, aunque más modesto.
Como es lógico, el éxito de la serie repercutió no sólo en la fama de sus intérpretes. Acabaron estando entre los actores mejor pagados de la televisión, y ahora forman parte e incluso encabezan proyectos de Hollywood. Al mismo tiempo ,la serie logró que su elenco se mantuviese hasta el final, sin sufrir ninguna baja que podría haber marcado la serie salvo la de Ed Skrein, que dejó su papel como Dario Naharis para sumarse al elenco de Transporter Legacy y fue sustituido por Michiel Huisman.