El “cadáver exquisito» es un juego en el que dos o más participantes realizan por turno una idea, frase o dibujo sin saber lo escrito anteriormente, obteniendo al final una mezcla curiosa. Su invención se atribuye a los surrealistas, quienes entre 1925 y 1927 inventaron esta dinámica para «explorar el inconsciente”.
Por Odeen Rocha y Armando Sosa
Ciudad de México, 2 de mayo (BarbasPoéticas).- El “cadáver exquisito» es un juego en el cual dos o más participantes escriben por turno una idea, frase o dibujo en una hoja de papel del que al final resulta una mezcla curiosa, ya sea en texto o ilustración. La regla es plegar varias veces la hoja, hacer tu aportación en un espacio libre y pasarlo a la siguiente persona para que continúe, sin que ésta sepa lo escrito anteriormente.
Esta técnica se atribuye a los surrealistas, quienes entre 1925 y 1927, inventaron dicha dinámica para «explorar el inconsciente» por medio de una actividad colectiva. Supuestamente fue el escritor francés André Breton quien ideó el ingenioso procedimiento, donde participaron pintores y escritores de la época.
Dos integrantes de Barbas Poéticas —revista dedicada a la poesía, literatura, filosofía, generación beat y contracultura— probaron esta técnica y obtuvieron como resultado el siguiente poema:
I
Los poetas nunca traen dinero para poesía
Lo conservan para cerveza y vino y licor
Para hacer tiempo en lo que empiezan los halagos
Los poetas nunca traen dinero para poesía
Cuando se acaban los aplausos y los tragos
Gratis y pagados
Se despiden diciendo que ya hay que descansar
Que mañana tienen un congreso
en Atizapán
Que pasado hay una conferencia
en Apatzingán
Que el lunes reciben una mención
En Uzbekistán
Los poetas nunca traen dinero para poesía
Cuando los invita un principiante a leer su libro
Plaquette sin chiste con un poema largo
hecho de corazón
Se paran frente a todos,
Lo leen con voz de rey
Dicen diez palabras lindas
Sonríen al aplauso
Los poetas nunca traen dinero para poesía
Se bajan del templete con cerveza en mano
Largo trago antes de acabar
Los poetas nunca traen dinero para poesía
Piden regalado el libro
O lo pretenden cambiar en trueque por el propio
Los poetas nunca traen dinero para poesía
Palmadas en la espalda y retirada-pasarela
Acaba la lectura acaban los aplausos
Acaba el poeta
Los poetas nunca traen dinero para poesía
Llegan a leer a sus amigos, a sonreír al aplauso
A palmear al principiante
Los poetas nunca traen dinero para poesía
Y la poesía es una fiesta
Y la poesía es la bebida
Alguien que les avise a los poetas.
II
¡Ah, los poetas!
Esos seres que comen pollo y escupen plumas
Todo les sabe mal, hasta las letras,
Sean comestibles o caducas.
Los poetas son un mito
De voces escurridas
En megáfonos descompuestos
Sostenidos por la mano cadavérica
De algún sueño inconcluso.
¡Ah, los poetas!
Que entran en calor con tragos de cerveza helada
Vasos y versos
He ahí el conflicto del dinero.
Poetas que piden botana
Y les dan mal gobierno y matanzas
Y prefieren la botana
Esos poetas post-modernos de la era anti-humana
Peleando las regalías del sueño literario
Son artistas de algún programa
Que siempre anhelaron ver en tv abierta
¡Ah, esos poetas!
Que confunden el cielo con su reflejo en el mar
Y le llaman cielo
Y se olvidan del mar
Esos poetas con ismos tan costosos
No les alcanza para comprar poesía,
Y la crean de la nada
A la nada
La poesía no se transforma
Solo se crea y se destruye
En un mismo acto.
¿Cómo pagarán los poetas, semejante espectáculo?
Si la vida misma no alcanza
¡Ah, esos poetas!
Esperando la quincena de los otros poetas
Para derrocharla juntos
Bebiendo poesía que embriaga
La poesía es la cerveza
Perjudicando la existencia
Mientras el espíritu goza
¡Sí, hermano!
La poesía es la fiesta
Pero los poetas judeo-cristianos rebeldes
Siguen festejando como manda la santa iglesia
Un solo festejado
Y miles, adoran-dólo
La poesía es la risa honesta
Que alguien les explique a los poetas.
III
Poetas mexicanos
Poetas de ciudad
Poetas que no quieren que nadie sepa que su nombre y apellidos
Están en nómina gubernamental
Poetas cansados que llegan a caer en el sofá
A leer el periódico y lamentar
Por qué no terminaron el semestre y tuvieron que
Trabajar
Poetas alumbrados y en llamas
Que sufren cada semana
La ausencia del papel moneda
Poetas que fluyen como viejos jipis
Pero que consumen más hierba que
Letras
Poetas que gustan de gritonear
De subir al templete a loar
A amigos de oficina y
De facultad
Poetas poetas poetas
Lean algo más que a los viejos
Mofetas
Ahí trepados se ven muy guapos y bellas
Pero
¿Ahí solitos con sus libros, quién les da bola, quién les da arenga?
Poetas poetas poetas
Lean con su público
Si es que tienen uno
O diez
O cien
Alguien debe haber
No todos leen a Cohelo
O enamoran con Arjona
Poetas poetas poetas
No se lean entre ustedes mismos
Mejor leerse solo
Que entre cuates
Poetas poetas poetas
Que les aplaudan sus premios y sus
Diplomas
Así, en montón
Solos
Sin sonrisas curiosas
De analfabetas
No nos sirven para nada
Poetas
Poetas
Poetas
IV
Poetas libres con aires de sistema
Gateando entre profesionales
Independientes e insoportables
Tallerean la vida, nunca un texto
Su materia gris enferma de ego
Y entonces se nombran poetas
Se nombran literatos,
Escritores
Y bohemios
Se presentan en lecturas:
A continuación, el escritor, poeta, ensayista,
Filósofo, literato, doctor,
Director de la revista La concha de tu madre
Co-Director de la Editorial Letritas
Líder del Movimiento Rectilíneo Uniforme del 69´
Etcétera.
Poetas que duelen
Porque no heredan nada
Poetas que plagian
El anhelo de vivir
Comprando la vida
Poetas de la escuela de Dylan
Con sede en algún centro cultural municipal
Poetas que venden poesía
Para comprar cerveza
Y estupefacientes varios
Pero económicos
Poetas que recorren la ciudad
Fumando hierba
Y robando libros en Donceles
Desafiando policías en cada esquina
Disfrazados de estudiantes
Forjando letras en el inconsciente
Que mañana mismo no estarán
Es tiempo de crear otra historia
Otros escritores
Otros poetas
Poetas que no den de qué hablar
Sino de qué pensar
Poetas del pueblo
Aquí inicia la historia más importante
La reconstrucción del lenguaje justo
¡Poetas!
¡Avisados quedaron!
¡Es tiempo de destruir!