La caída de 6.5 por ciento en marzo de las exportaciones manufactureras de México, su mayor contracción en seis años y medio, de acuerdo con datos del Inegi, es consecuencia de la debilidad del peso frente al dólar, que en febrero pasado se vendió hasta en 19.4485 por unidad, coincidieron analistas.
Ciudad de México, 2 de mayo (SinEmbargo).– El peso se ha depreciado 24 por ciento frente al dólar estadounidense en los últimos 18 meses. La fuerte caída del peso mexicano ha fallado en impulsar las exportaciones manufactureras del país, las cuales cayeron 6.5 por ciento en marzo, mientras que las de la industria automotriz lo hicieron en 10 por ciento, coincidieron analistas consultados por medios especializados en negocios.
Hace casi una semana que el Instituto Nacional de Estadística Geografía e Informática (Inegi) dio a conocer que las exportaciones de productos manufacturados, que representan el 90 por ciento de las exportaciones totales de México, cayeron un 6.5 por ciento en marzo respecto al mismo mes del año anterior.
La caída fue liderada por las exportaciones de la industria automotriz que representaron una disminución del 10 por ciento.
Las importaciones de bienes intermedios, equipos y máquinas y todos los componentes clave para la fabricación de las exportaciones también cayeron en marzo, lo que contribuyó a un superávit comercial de 155 millones de dólares, positivo pero un 67 por ciento inferior frente al mismo periodo de 2015, cuando se llegó a los 470 millones de dólares.
Respecto a las exportaciones petroleras, en el tercer mes de 2016 cayeron 39.6 por ciento, lo que representó su cuarta caída consecutiva.
La balanza comercial de México presentó un déficit comercial de 4 mil 11 millones de dólares en el primer trimestre del año, principalmente por la caída en las exportaciones petroleras que registraron una disminución anual del 44.8 por ciento.
En diciembre, las exportaciones petroleras se desplomaron un 50.8 por ciento; en enero un 49 por ciento y en febrero 45.8 por ciento. En todo 2015 cayeron un 45 por ciento. El epicentro de la picada es al inicio de 2014, cuando se ingresaban alrededor de 4 mil millones de dólares por el petróleo, pero comenzaron los bajos precios del barril que hasta hoy siguen en niveles de hace casi 12 años.
A pesar de los acuerdos de libre comercio que México tiene con 46 países, incluyendo la Unión Europea y Japón, alrededor del 80 por ciento de sus exportaciones anuales tienen como destino los Estados Unidos.
Los especialistas señalaron que una forma de que la moneda mexicana gane terreno frente al billete verde es que México fabrique productos más competitivos, sin embargo, dicen que la reacción ha sido lenta por parte del gobierno debido a la estrecha sincronización de los Estados Unidos y los ciclos económicos del país.
“Hay una debilidad en el comercio en general”, dijo Marco Oviedo, economista en jefe de Barclays México en entrevista para EconomíaHoy.mx. “Las exportaciones manufactureras no están creciendo lo suficiente», añadió.
El analista señaló que “precisamente por el tema de la manufactura” el pronóstico de crecimiento para México en 2016 es de un 2.2 por ciento, por debajo de la estimación del Gobierno federal, de entre 2.6 y 3.6 por ciento.
Un análisis reciente del Banco de México (Banxico) mostró que la demanda de componentes mexicanos en el sector de la exportación de Estados Unidos tiene más impacto a corto plazo en las exportaciones mexicanas que los cambios en el tipo de cambio peso-dólar.
«La apreciación general del dólar de Estados Unidos y sus efectos negativos sobre las exportaciones de Estados Unidos parece tener a las exportaciones mexicanas afectadas», dijo el banco central en un informe de marzo.
Después de que el peso alcanzó su punto más bajo, cuando el dólar se vendió en 19.4485 por unidad a principios de febrero, la moneda mexicana se ha recuperado y recientemente se negocia entre los 17.50 y 17.70.
La firma de investigación con sede en Londres Capital Economics, consultada por The Wall Street Journal estimó que las exportaciones de manufacturas de bienes intermedios que México lleva a los Estados Unidos no dejarán un impulso inmediato debido a la debilidad del peso, a diferencia de los productos finales, tales como automóviles o televisores comprados por los consumidores estadounidenses.
«Con el tiempo, la debilidad del peso debería ser una ventaja para los fabricantes mexicanos ya que podrían bajar sus precios en moneda extranjera para competir y estimular la demanda de exportación. Eso le da a México una ventaja sobre los exportadores de materias primas de América Latina, que en su mayoría son tomadores de precios en el mercado mundial», dijo a The Wall Street Journal el economista de Capital Economics, Edward Glossop.
A pesar del deterioro de las exportaciones, en la cuota de mercado de importación México se mantiene en un nivel récord. Para los productos manufacturados está cerca de un 14 por ciento. «Un indicador de que México no está perdiendo competitividad», dijo Luis Arcentales, economista para América Latina de Morgan Stanley.
The Wall Street Journal mencionó también que la caída del precio del petróleo está pesando en la balanza comercial total del país, ya que importa más gasolina, diésel y gas natural de lo que exporta en el petróleo crudo.
«El Petróleo representó dos tercios del déficit comercial que fue de 14.5 millones de dólares el año pasado, la mayor desde 2008», detalló el diario especializado en negocios.
