La mujer, quien nació y creció en el seno de la orden, fue enseñada a pensar que aquello no se trataba de un abuso, sino de «una bendición», sin embargo, todo cambió cuando Naasón Joaquín le pidió que le entregara a su hija, de 4 años de edad, para que fuera su «enfermera».
Ciudad de México, 2 de marzo (SinEmbargo).- Sochil Martin fue instruida desde los nueve años de edad por su tía para ser entregada como una especie de ofrenda sexual a los líderes de la iglesia de la Luz del Mundo. Era la segunda generación de su familia que debía someterse a Samuel Flores y su hijo, Naasón Joaquín García, líderes de la congregación.
La mujer, quien nació y creció en el seno de la orden, fue enseñada a pensar que aquello no se trataba de un abuso, sino de «una bendición», sin embargo, todo cambió cuando Naasón Joaquín, detenido en Estados Unidos en 2019 y actualmente preso por los delitos de violación, tráfico de personas y pornografía infantil, entre otros, le pidió que le entregara a su hija, de 4 años de edad, para que fuera su «enfermera», reveló en entrevista para el diario El País.
Fue el temor a que su hija pudiera padecer los mismos abusos que ella lo que llevó a Martin a armarse de valor para abandonar la congregación y denunciar a sus líderes ante un tribunal de Los Ángeles, en Estados Unidos.
Su levantamiento en contra de los «apóstoles» de la Luz del Mundo le costó ser expulsada de la comunidad en la que había vivido toda su vida, además de que prácticamente todos sus conocidos y familiares le dieron la espalda.
Hace apenas tres años, Sochil aún formaba parte de la Luz del Mundo junto con su familia, la cual se unió a la secta varias generaciones antes de que ella naciera. Dentro de la organización llegó a ocupar el cargo de asistente de Naasón Joaquín.
Debido a la posición que ocupó dentro de la cúpula organización, Sochil no sólo fue víctima de abusos y agresiones por parte de los líderes, sino que también tuvo que presenciar como otras niñas y niños eran abusados. Incluso tuvo la misión de reclutar a otras menores de edad en las capillas para que se convirtieran en servidoras del «siervo de Dios».
El pasado 13 de febrero, durante una conferencia de prensa ante medios de comunicación, Sochil Martin reveló que en La Luz del Mundo les decían que dichos abusos eran la voluntad de Dios.
La mujer presentó una demanda contra Naasón Joaquín García, en la cual se asegura que el líder de la iglesia mexicana “aprovechó su posición de poder y la coerción que ejercía entre su círculo más cercano para tener acceso a cientos de menores de edad, acosarlos y abusar de ellos”, cita Elías Camhaji, de El País.
En 1997, un grupo de mujeres presentó una denuncia en contra de Samuel Flores por
Sochil Martin fue asistente personal de Naasón. “Durante 30 años me dijeron que mi cuerpo, mi mente y mi alma eran propiedad de La Luz del Mundo”, dijo durante la conferencia en Los Ángeles, Estados Unidos.
Ella dejó la congregación en el 2016. Aseguró que desde entonces está amenazada.
Sochil Martin contó que tenía nueve años de edad cuando comenzaron los abusos. Su tía le dijo, cuando la organización religiosa se encontraba bajo el mando de Samuel Joaquín, padre de Naasón, que tenía que servir al apóstol.
A Martin le inculcaron que era un privilegio ser tocada por el sujeto. Además la obligaron a realizar bailes eróticos frente a él. “Cientos, sino miles de niños han sufrido el mismo destino que yo”, señaló.
Luego de años, antes de que muriera Samuel, Naasón comenzó a abusar de ella también. Fue violada y golpeada.
Se calcula que la iglesia de la Luz del Mundo puede tener entre uno y cinco millones de devotos en todo el mundo.