La “fiesta” en Tlacotalpan viola la legislación en Veracruz que prohíbe el maltrato hacia los animales. Además, contraviene el sentir de la opinión pública: de acuerdo con una encuesta, 86 por ciento de los mexicanos se opone al uso de animales como entretenimiento, y el 95 por ciento considera que las personas que maltratan a los animales deben ser sancionadas.
Ciudad de México, 2 de febrero (SinEmbargo).- A pesar de que asociaciones animalistas internacionales pidieron a Javier Duarte de Ochoa, Gobernador de Veracruz; al secretario de Medio Ambiente, Víctor Alvarado Martínez; a Harry Grappa Guzmán, secretario de Turismo; al Alcalde de Tlacotalpan, Homero Gamboa Martínez; a Monseñor Hipólito Reyes, Arzobispo de Xalapa y al Obispo de la Diócesis de Veracruz, Luis Felipe Gallardo, poner fin al Embalse de toros, se llevó a cabo la cruel festividad que por tradición se programa en el marco del día de la Virgen de la Candelaria.
Se trata de un evento en el que toros cebúes son golpeados y ahogados. En esta celebración, los animales son obligados a ingerir alcohol, después una multitud los persigue, golpea y apuñala, para finalmente arrastrarlos al Río Papaloapan, donde muchos de los toros se ahogan, puntualiza Humane Society International (HSI).
Los pobladores y turistas los lastiman con la intención de que el toro tenga que defenderse y embista, provocando que las víctimas de este tradicional festejo no solo sean los toros, sino también decenas de lugareños, quienes resultan heridos, algunos de muerte, indica por su parte la organización Animal Heroes.
«Esta festividad es a todas luces un evento muy cruel, inhumano, dañino tanto para la sociedad, como para la imagen del municipio y del país en el mundo. Es ilegal: viola el artículo 28 de la Ley de Protección de los Animales del Estado de Veracruz, concretamente la fracción tres que prohíbe maltratar o torturar a los animales y la fracción seis que prohibe hacerlos ingerir bebidas alcohólicas. Claramente viola la norma estatal», dijo a SinEmbargo Antón Aguilar, director de HSI México.
Y agregó que «no hay excusa, cultural o religiosa, para que esta práctica cruel e inhumana continúe. Los toros son seres sintientes y conscientes, y por consiguiente son capaces de sufrir y sentir dolor y angustia. Intoxicar, herir y ahogar toros es simplemente inaceptable. El Embalse de toros y otros eventos crueles que matan o hieren animales son el tipo de actividades que lastiman a nuestra sociedad, inhiben el turismo y dañan la imagen de México en el mundo”.
Ante la próxima visita del Papa, HSI y Animal Heroes hicieron un llamado a autoridades políticas y religiosas para que ayuden a poner fin a la festividad que violenta a los toros.
Además, el festejo en Tlacotalpan viola la legislación en Veracruz que prohíbe el maltrato hacia los animales y contraviene el sentir de la opinión pública. De acuerdo con la agencia encuestadora Parametría, 86 por ciento de los mexicanos se opone al uso de animales como entretenimiento, y el 95 por ciento considera que las personas que maltratan a los animales deben ser sancionadas.
La literatura académica muestra una correlación entre crueldad hacia los animales y violencia con los humanos. Dado que Veracruz tiene altos niveles de criminalidad, es altamente recomendable que ponga fin a los espectáculos públicos de crueldad animal, precisa Aguilar: «Veracruz es uno de los estados más violentos, más inseguros y está muy estudiado que la violencia contra los animales tarde o temprano se traduce en violencia contra seres humanos, entonces sería muy recomendable y muy sensato que las autoridades hicieran el mayor esfuerzo por evitar este tipo de espectáculos crueles».
En el mismo sentido, AnimaNaturalis subraya que «los hechos de crueldad contra los toros que se repiten año con año en un estado como Veracruz, de por sí golpeado por la ola de violencia y de sangre, son aún más graves dado que Tlacotalpan recibió, en 1998, el título de ‘Patrimonio Cultural de la Humanidad’ de la UNESCO». La ONG propone que en lugar de llevar a cabo dicha práctica, se programen actividades recreativas y culturales que no vulneren la integridad de ningún animal.
Asimismo, destaca que «el dolor, el maltrato y la violencia no pueden regularse y deben ser prohibidos y erradicados de la sociedad, especialmente de festividades religiosas que deberían tener como objetivo inculcar en la gente valores positivos».
Mediante una petición en la plataforma Change.org, la ONG dice ¡No más «embalse de toros» en Tlacotalpan!, la cual cuenta ya con más de 19 mil firmantes, Animal Heroes hizo lo propio con Cancelen el «Embalse de toros» Tlacotalpan, Veracruz, que hasta el momento ha sumado más de 6 mil simpatizantes.
Animal Heroes expuso que «la masacre de animales y humanos […] es apoyada y costeada por las autoridades municipales y del Gobierno del Estado de Veracruz, quienes subvencionan todos los gastos que implica la compra de toros y de la misma fiesta, además de las autoridades religiosas del Estado y Municipio, que nunca se han pronunciado en contra de esta celebración religiosa».
Además menciona que aunque Veracruz «ha dado pasos muy importantes en la búsqueda de una sociedad que no violente a los animales, prueba de ello es que cuenta con una Ley de Protección a los Animales, pero que lamentablemente no es aplicada por las autoridades de Tlacotalpan».
Tras la enorme cantidad de críticas recibidas del mundo entero, el Ayuntamiento de Tlacotalpan prometió vigilar el “festejo” a partir del 2015, con la finalidad de que no se maltratara a los animales, sin embargo ello no ocurrió y el primero de enero de 2015 los pobladores y turistas asesinaron un toro agonizante en el lecho del río a patadas y con objetos punzocortantes, además de agredir a activistas que acudieron a proteger a los animales, destaca la ONG.
Este año tampoco fue la excepción, entre alcohol y adrenalina, la multitud jaló, correteó, golpeó e incluso mordió a los seis toros que fueron liberados para la festividad que se lleva a cabo año con año.