Guadalajara, 2 Feb. (Notimex).- Subir y bajar de peso de manera constante y acelerada puede ocasionar daños a la salud y contribuir al desarrollo de pancreatitis e hipertensión arterial, aseguró el endocrinólogo Miguel Escalante Pulido.
El especialista en Endocrinología del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Jalisco, señaló que también contribuye en el incremento de los niveles de producción de glucosa en la sangre y propicia la deshidratación.
«Luego de presentar ganancia de peso, muchas personas recurren a dietas extremas para después volver a subir al poco tiempo, sin considerar el daño a la salud que esto ocasiona», expresó el titular de la Unidad Metabólica y del Servicio de Endocrinología del Hospital de Especialidades del IMSS en la entidad.
Indicó que de acuerdo a lo que se ha observado en pacientes que acuden a la consulta de esta área médica, las llamadas dietas ‘yo-yo’ (así conocidas por las continuas subidas y bajadas de peso), ocasionan además una pérdida importante de proteínas, electrolitos, y de minerales como el sodio.
Asimismo, agregó, estos regímenes alimenticios producen deficiencias de hierro y vitaminas como la B12, lo que además puede reflejarse en la pérdida del cabello o en el debilitamiento de las uñas.
Expuso que el hecho de realizar cambios drásticos en la alimentación de tres a cuatro veces por año o más, puede provocar este tipo de descompensaciones e incluso sugerir algún trastorno alimenticio como la bulimia, anorexia y la práctica de atracones de comida.
Escalante Pulido dio a conocer que el 80 por ciento de quienes realizan el tipo de dietas extremas presentan rebote a más tardar en el primer año posterior a haber concluido el régimen, y además pueden aumentar hasta un tres o cinco por ciento más de lo que pesaban antes de restringir su alimentación.
Explicó que el rebote se produce, en el lapso en el que después de haber eliminado la ingesta algunos alimentos por un tiempo, inmediatamente se incorporan a la dieta.
Esta alteración es más común en mujeres que en hombres generalmente debido a los cambios hormonales, es frecuente sobre todo en personas de entre 25 y 40 años de edad.
Recomendó evitar realizar dietas y optar por un plan alimenticio saludable que pueda mantenerse de por vida, en el caso de quienes tengan una obesidad mórbida establecer parámetros que permitan la reducción de peso de manera paulatina, la recomendación es perder de uno a dos kilos por mes para evitar descompensaciones.
Además sugirió acudir con un especialista en nutrición para establecer el mejor régimen alimenticio y en caso de que se requiera realizar cambios o abandonar algún tipo de alimentación previa poder incorporar poco a poco alimentos de todos los grupos, bajo la supervisión de un experto.
En el servicio de Endocrinología, indicó, se atienden alrededor de 200 pacientes por mes con obesidad, de los cuales hasta un 80 por ciento presenta algún tipo de trastorno como diabetes, hipertensión arterial y problemas respiratorios, entre otras patologías agregadas.