Un informe, el primero en el que se extraen datos específicos sobre las 132 localidades «mágicas», se muestra que, independientemente del año y circunstancias por la pandemia del coronavirus, todos los destinos han mantenido un crecimiento sostenido.
Ciudad de México, 2 ene (EFE).- Si la frase de «México mágico» se pudiera materializar, con toda seguridad se convertiría en cualquiera de los 132 pueblos considerados «mágicos» por la Secretaría de Turismo (Sectur) y que serán un pilar para que el país pueda recuperar el impulso en el sector, que en 2019 lo colocó entre las 10 naciones más visitadas del mundo.
El programa, que en un inicio tuvo tres localidades, ha crecido exponencialmente desde 2001, cuando lo lanzó el entonces Gobierno del conservador Vicente Fox, del Partido Acción Nacional (PAN).
Desde entonces, se han sumado más de 100, que son incluidos en el listado por contener una riqueza cultural digna de proteger y de exponerla ante los turistas.
«Ha sido un programa exitoso, (los pueblos) han mantenido una tasa anual de crecimiento del 15 por ciento», aseguró a Efe Guillermo Cervantes, director general de Seguimiento y Evaluación de Sectur.
Las expectativas sobre lo que pueden significar estas localidades en la recuperación del sector están basadas en el Primer Estudio Económico de los Pueblos Mágicos presentado, el 16 de diciembre, por el Secretario del ramo, Miguel Torruco.
En el informe, el primero en el que se extraen datos específicos sobre las 132 localidades, se muestra que, independientemente del año y circunstancias, todos los destinos dentro de la lista han mantenido un crecimiento sostenido.
«Por primera vez contamos con datos estadísticos económicos, en materia de turismo, los cuales provienen de los Censos Económicos que levanta el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) cada cinco años, aportando nuevos elementos y criterios para una mejor toma de decisiones en el nombramiento de futuros Pueblos Mágicos», indicó el titular de Turismo.
Es difícil medir, a ciencia cierta, el impacto de estas poblaciones en la economía turística; sin embargo, en el informe hay elementos que dejan ver que las esperanzas que se tienen depositadas en el programa tienen una justificación.
Por ejemplo, de acuerdo con el documento, de 2003 a 2018, los cuatro pueblos mágicos de Chiapas, uno de los estados más pobres del país, han aportado un 5.79 por ciento de la economía regional.
TURISMO NACIONAL COMO OPCIÓN
«Somos una parte importantísima en el sector, y tenemos el valor agregado de que dentro de los estados nos conocen y eso nos convierte en un atractivo que difícilmente ves en otro tipo de destinos», agregó a Efe, Igor Roji López, alcalde de Orizaba, en el oriental estado mexicano de Veracruz, y presidente de la Red Nacional de Alcaldes de Pueblos Mágicos.
Orizaba es otro ejemplo de cómo las economías de los estados se ven impactadas favorablemente por el programa de turismo.
Cuando el municipio veracruzano fue catalogado como pueblo mágico en 2015, recibía una media de 35 mil turistas al año, después de su inclusión al listado «mágico», los números llegaron a rebasar los 500 mil en 2018.
En Sectur apuntan a la combinación del turismo interno y la recuperación de los niveles de visitas prepandémicos como un tándem que puede servir como catapulta tras casi dos años de pandemia.
«La contingencia nos ha enseñado que hay que reforzar otro tipo de turismo, como el de aire libre. No nos queremos quedar atrás, y sabemos que estos pueblos serán parte importante en ese esfuerzo», indicó Cervantes.
UN AÑO DIFÍCIL
Pese a que el país nunca implementó restricciones de viaje, la pandemia ha mermado a una de las joyas de la corona de la economía mexicana.
El producto interno bruto (PIB) del turismo se contrajo 25.4 por ciento en términos reales en 2020, con lo que alcanzó su nivel más bajo desde 2008, de acuerdo con un reciente balance del Inegi.
Además, la proporción del PIB turístico como parte de la economía nacional pasó de 8.5 por ciento en 2019 a 6.7 por ciento en 2020.
Aunque todavía no hay las cifras oficiales anuales, todos los indicadores muestran que en el último año ha habido un efecto rebote con respecto a 2020, si bien todavía falta terreno por recuperar.
«No vamos a llegar a los niveles prepandémicos (en 2021). El piso se tocó el año pasado y en este hemos visto signos de recuperación», agregó Cervantes.
Las estimaciones de Sectur pintan un panorama en el que se ha llegado, en los últimos meses, hasta un 80 por ciento de recuperación.
Pero hay datos esperanzadores para el próximo año como el de vuelos desde el extranjero, pues según las estimaciones del Gobierno, los asientos de avión programados para el próximo año representan un aumento de 22.5 por ciento sobre los pasajeros transportados en 2019.