Las autoridades capitalinas hicieron un perfil psicológico a la joven, con base a lo dicho por familiares y conocidos cuando reportaron la desaparición, explica Gabriela Valverde, hermana de Mariela Vanessa. El perfil arrojó que la joven presuntamente tenía depresión crónica y había un alta probabilidad ella se fue por su propia voluntad.
Gabriela Díaz considera que pareciera que el objetivo de las autoridades es “inculpar a Mariela» para no buscarla.
Ciudad de México, 2 de enero (SinEmbargo).- La desaparición de Mariela Vanessa Díaz Valverde, alumna de la Facultad de Filosofía de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), suma más de ocho meses desparecida y hasta el momento no hay rastros de su paradero. La Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México (PGJE-CdMx) optó por realizar un perfil psicológico a la joven ausente y determinó que tenía depresión crónica para decir que quizá ella se fue por su cuenta. Para Gabriela Díaz Valverde, hermana de Mariela Vanessa, pareciera que el objetivo de las autoridades es “inculpar a Mariela» para no buscarla.
“[Las autoridades actúan para hallar] algo que justifique no buscarla, que su desaparición fue su decisión, que ella está bien; aunque no nos dicen eso claramente, pero es como si fuera eso. Nos dicen que las carpetas no se cierran hasta que aparezca, pero si no hacen nada para buscarla entonces, ¿hasta cuándo?, ¿cuántos años más?,¿ tenemos que esperar toda la vida?”, se pregunta Gabriela Díaz en entrevista con SinEmbargo.
Mariela Vanessa Díaz es estudiante de segundo semestre de la Facultad de Filosofía de la Universidad Autónoma de México. Tiene 21 años de edad , es una chica introvertida, tímida y “muy reservada”, a quien le gusta escribir.
Desapareció la mañana del 27 de abril de 2018 cuando salió de su casa, ubicada en al colonia Fuego Nuevo en la Delegación Iztapalapa de la Ciudad de México. Su hermana menor, que estaba en cama, escuchó cuando la joven se marchó alrededor de las ocho de la mañana.
Su madre llegó del trabajo y se preocupó al notar que no estaba Mariela; eran las 10 de la noche, aproximadamente. Después de varias llamadas infructuosas al celular de la chica, la madre acudió a la escuela a buscarla, sin embargo el plantel ya estaba cerrado.
Posterior a eso, se dirigió al Ministerio Público en donde le comentaron que ella debía de llamar a Locatel y esperar para poner la denuncia formal.
Gabriela afirma que no es normal que ella falte a la casa. Su celular siguió sonando un tiempo y la familia pensó que las autoridades iban a actuar en tiempo y forma, pero no fue así, de acuerdo al testimonio de la joven.
El caso de Mariela primero estuvo clasificado como persona ausente, pasaron al menos dos meses para ser clasificada como desaparecida. Gabriela asegura que su hermana no manifestó algo inusual: “Días antes de su desaparición jamás la vi rara, ni preocupada. Normal. Como cada días, con las preocupaciones normales: de fin de la escuela, de final de semestre, pero de ahí en fuera nunca me dio nada que alguien la estuviese hostigando de alguna forma”.
PERFIL PSICOLÓGICO
“Desde un principio, las personas que nos atendieron fueron muy negligentes, no nos quisieron aceptar –al segundo día de su desaparición– los datos de geolocalizacion que llevamos; nos dijeron que regresáramos como cuatro días después, el miércoles después”, comenta Gabriela.
Las autoridades capitalinas hicieron un perfil psicológico que arrojó que Mariela presuntamente tenía una depresión crónica y había un alta probabilidad de que hubiera escapado de su casa. Gabriela afirma que el primer perfil se hizo sólo con lo que comentaron los familiares al poner el reporte, no fue una entrevista especifica.
“No nos entrevistaron, los peritos lo sacaron de las declaraciones que hicieron los amigos y nosotros, cuando reportamos la desaparición. ¿Cómo alguien puede diagnosticar depresión crónica, si ni siquiera está la persona, si ni siquiera fuimos entrevistados por el perito; la entrevista no fue más allá, sólo con base a las comparecencias”, cuestiona la joven hermana.
La familia impugnó el primer perfil psicológico y las autoridades ofrecieron realizarlo de nuevo, pero Gabriela y su familia no le ven sentido: “Si su objetivo es inculpar a Mariela, de que ella esta desaparecida por voluntad propia no tenía caso volverlo hacer menos con esa clase de peritos poco profesionales”, agrega.
Gabriela recuerda que hasta un mes después que entregaron los datos de geolocalización, los agentes ingresaron a la zona del Cerro de la Estrella –lugar donde arrojaban esos datos– con binomios caninos para buscar algún rastro de Mariela
La chica ejemplifica que los agentes no fueron a pedir los videos de las cámaras particulares, sólo hasta que la familia lo solicitó.
“Nosotros pedimos ver los videos, y las cámaras del C2, pero no hicieron los trámites oportunos”. La joven explica a este diario digital que sólo una de las cámaras funcionaba, pero “curiosamente” en el día que Mariela desapareció “no funcionaba”.
“No sabemos si fue mera casualidad. Es increíble que justo cuando se necesitan las cámaras no sirven, no ha habido más avances; se hizo una sábana de llamadas, pero no dio ninguna pista”, agrega.
RETRASO CON EL NUEVO GOBIERNO
Las autoridades instalaron una mesa de trabajo que daría avances de manera mensual, platica Gabriela, pero desde hace dos meses –a raíz del cambio de Gobierno en la capital del país– no se han realizado las reuniones. Con el cambio de Gobierno la investigación se ha estancado, de acuerdo a lo comentado por la entrevistada.
Gabriela considera que las autoridades le apuestan al desgaste de la familia y a dejar pasar el tiempo, en lugar de hacer su trabajo y buscar de manera oportunidad a Mariela Vanessa.
La familia de Mariela no cree que la joven se haya ido por su propia voluntad, pues “no tiene a dónde [ir]” y, además, sus anteojos, ahorros, y sus cosas siguen en casa.
“Ellos le apuestan a que Mariela aparezca por su pie o por casualidad, y eso realmente no es ayudarla. A nosotros no nos consta que no esté en una situación de riesgo; ellos piensan: ‘a ver si aparece’”, comenta la joven.
La joven dice que su familia tiene miedo que transcurran años sin que ellos puedan saber algo sobre su hermana Mariela Vanessa. También pide que haya más claridad en los casos de personas y mujeres desaparecidas, pues también denuncia que desde hace meses no ya no se han actualizado las estadísticas sobre personas desaparecidas.
“Hay información oculta y cada vez hay más desaparecidas, sabemos que no es algo que les convenga [a las autoridades] que todo mundo sepa. Nosotros queremos esa información [de personas desaparecidas] nos la den y en verdad haya alguien que registre todo eso”, destaca.