A un año del secuestro y asesinato del periodista Moisés Sánchez, su hijo Jorge aseguró que la investigación se encuentra «arrumbada en el basurero de la impunidad» pues tras 12 meses no se ha podido esclarecer el caso y castigar a los responsables, incluso podría regresar a ocupar su cargo como Alcalde de Medellín de Bravo, Omar Cruz, acusado de ser el actor intelectual del homicidio de su padre.
Ciudad de México, 2 de enero (SinEmbargo).– A un año del secuestro y asesinato del periodista Moisés Sánchez Cerezo, su hijo Jorge denunció que las autoridades de Veracruz mantienen el caso en completa impunidad y alertó de la posibilidad de que en febrero Omar Cruz Reyes, acusado de ser el actor intelectual del homicidio de su padre, regrese a la Presidencia municipal de Medellín de Bravo.
En conferencia de prensa a medios locales para presentar una edición especial del periódico La Unión de Medellín, Jorge Sánchez Ordoñez aseguró que después de que se le otorgó un amparo al ex Alcalde, buscarán que la procuraduría General de la República (PGR) atraiga el caso.
Mencionó que la familia del periodista no apeló los amparos de Omar Cruz y su escolta porque fueron otorgados directamente por la Fiscalía de Veracruz.
Omar Cruz Reyes, ex Alcalde de Medellín de Bravo fue desaforado en marzo pasado por el Congreso local luego de haber sido acusado de ordenar la tortura y homicidio del periodista José Moisés Sánchez, un crítico de su Gobierno.
«Moi», como era conocido, fue desaparecido, torturado y asesinado después de recibir amenazas indirectas, por terceras personas, del ex Edil panista.
De acuerdo con declaraciones de Clemente Noé Rodríguez, el único asesino confeso detenido, dijo que Moisés “le estorbaba al Alcalde”.
Jorge Sánchez dijo que la investigación sobre el asesinato de su padre se encuentra “arrumbada” y tras 12 meses no hay castigo para los culpables.
“La investigación está arrumbada en el basurero de la impunidad”, expresó el hijo del periodista.
Sánchez Ordoñez señaló que a un año de la muerte de su padre continúan las exigencias por el rumbo que ha tomado la investigación.
El 2 de enero de 2015, Moisés Sánchez Cerezo fue sacado por un comando de su domicilio. Su familia acusó que el periodista había recibido una amenaza tres días antes de su desaparición, en la que supuestamente Omar Bravo “pretendía callarlo dándole una lección”.
Y es que Moisés Sánchez, editor del diario La Unión de Medellín, se convirtió en una voz crítica contra las autoridades de ese municipio, no sólo a través de su medio de comunicación en el que denunciaba la inseguridad y las carencias con las que vivía la comunidad, sino además por exigir públicamente al Edil la entrada de las fuerzas federales ante el incremento de la violencia.
Luego del secuestro, la familia de Moisés comenzó a circular un video donde se apreciaba el momento en que el periodista encaró a Cruz Reyes y le reclamó: “Te acuerdas, te acuerdas, he recibido agresiones de tu parte”.
Se trataba de la última manifestación de Moisés en el Palacio de Medellín, a mediados de diciembre de 2014, reclamó al ex Alcalde el incremento de la delincuencia común. Fue el encuentro más ríspido pues Omar Cruz encaró a los inconformes.
“¿Por qué proteges a la delincuencia?”, increpó Moisés a Omar, pues no tenía ni 48 horas del asesinato de un abarrotero para despojarlo de su camioneta.
“Yo no los protejo, lucho contra ellos, he pedido el Mando Único, a la Marina” le contestó Omar Cruz; pero Moisés no se quedó conforme y siguió lanzando críticas por un altavoz, hasta que la empleada de confianza del municipio, Juanita León, le dio varias cachetadas a Moisés Sánchez, publicaron medios locales.
A Omar Cruz no le quedó de otra más que marcharse sin antes ofrecer una disculpa a Moisés y la promesa de amonestar a la empleada golpeadora. Pero lejos de eso, lo que vino fue una amenaza.
“Ten cuidado, Omar dice que te quiere pegar un sustito”, le dijeron a Moisés.
De acuerdo con la organización Artículo 19, en 2014 Veracruz se ubicó, con 41 casos, entre las cinco entidades federativas con el mayor número de agresiones a periodistas.
En el cuarto año de Gobierno de Javier Duarte de Ochoa, 14 reporteros han sido asesinados (la mayoría de estos casos están irresueltos), tres reporteros están desaparecidos en la entidad, una decena exiliados por amenazas veladas de grupos delincuenciales y varios reporteros intimidados, golpeados y hostigados de forma anónima por ejercer el oficio.