El actual Presidente de México es el primero en pronunciarse de izquierda, aunque la izquierda mexicana debe de convivir con compromisos internacionales y económicos históricos que limitan sus acciones, dijo el académico Lorenzo Meyer.
Ciudad de México, 1 de diciembre (SinEmbargo).– El Presidente Andrés Manuel López Obrador tiene el deseo que el proyecto de nación que él emprendió hace tres años continúe, por lo que quien quiera seguir el camino debería de pronunciarse de izquierda consigo mismos y con los demás, consideró el historiador Lorenzo Meyer, cuestionado sobre el discurso del mandatario de este miércoles.
De acuerdo con el investigador del Colegio de México, el morenista es el primer Presidente que se autodeclara de izquierda desde Adolfo López Mateos, quien gobernó el país entre 1958 y 1964, durante la Guerra Fría.
Sin embargo, el partido oficial es una mezcla de tendencias socialistas y socialdemocráticas «adecuada al siglo XXI y a este momento histórico», analizó el historiador en entrevista para «Los Periodistas», conducido por Álvaro Delgado y Alejandro Páez Varela y transmitido en el canal de SinEmbargo Al Aire.
López Obrador se autodefine de izquierda en un sentido laxo y a la vez muy profundo, interpretó Meyer. Esta izquierda es una izquierda dentro de lo posible, que busca una utopía en el contexto actual: el Presidente quiere un México sin corrupción, cuando ésta todavía abunda, un país inclusivo y en paz, indicó el docente. «Hay una visión esperanzadora, positiva».
A tres años de haber iniciado su sexenio, el tabasqueño ha dirigido un Gobierno que utiliza como mantra «Primero los pobres» y se hace llamar de izquierda, pero es una corriente política que tiene como obstáculo aquellas condiciones del pasado que sobreviven.
«Hay muchas cosas del pasado que sobreviven. [La izquierda] tiene que convivir con el T-MEC» y la relación con Estados Unidos, puesto que hay muchos elementos humanos y compromisos internacionales y económicos que limitan la ida a la izquierda, explicó Meyer.
«Cuando dice ‘Primero los pobres’, ahí está lo esencial. En un país que tiene a la mitad de su país clasificada como pobre, dice primero los pobres, que es una contradicción con algo que también dijo hoy, que antes se gobernaba para una minoría y ahora se gobierna para todos. No necesariamente para todos, si es primero los pobres quiere decir que hay grados en la visión de la política» del Presidente, remarcó.
Finalmente, el académico advirtió que, de realizarse la consulta de revocación de mandato en 2022 y ganar nuevamente la aprobación de la mayoría de las y los mexicanos, Andrés Manuel López Obrador lograría «algo rarísimo en la historia del presidencialismo mexicano: un Presidente que en la segunda mitad logra que se reafirme».
«Si lo logra, va a ser un momento novedoso. Va a haber la posibilidad de una creación neta de poder hecha a base de la figura del Presidente, de su capacidad de liderazgo, de su carisma», analizó. En este sentido, vio un factor clave que las y los posibles candidatos de Morena rumbo al 2024 no tienen: el carisma y la autoridad personal que proviene de la biografía de 18 años en campaña de López Obrador.
Incluso si el candidato de Morena logra la victoria en 2024, no tienen la carisma del Presidente, notó. Podrán ser honrados, eficaces, noble, pero ese elemento raro, pero bien importante, de autoridad personal es producto de la biografía de AMLO y nadie más lo tiene, destacó.