Mears no dejó de amenazarlo con el machete hasta que terminaron de tener sexo.
Ciudad de México, 1 noviembre (LaOpinión).- En junio de 2018, una joven de Great Falls, Montana, llamada Samantha Mears cometió una locura que ha provocado que ahora tenga que pasar 20 años tras las rejas.
Resulta ser que, al no superar la ruptura con su ex pareja, Samantha se escondió dentro de la recámara de este y esperó hasta que volviera a su casa. Cuando el joven entró a su cuarto, la chica salió de detrás de la puerta y lo amenazó con un machete, el cual puso en su cuello, y así lo obligó a tener sexo con ella.
La víctima contó a la policía que Mears no dejó de amenazarlo con el machete hasta que terminaron de tener sexo e incluso, mostró que tenía varias mordidas en uno de sus brazos, y no solo eso, la chica se orinó sobre la cama y causó daños al interior de la habitación que fueron valuados en unos 600 dólares.
El joven pudo detener la agresión porque le envío un mensaje de texto a su hermana, sin que Samantha lo viera, la cual llegó a la casa, no sin antes dar aviso a las autoridades.
En un principio, la chica aseguró que habían tenido relaciones de forma consensuada, pero cayó en varias contradicciones durante su declaración. Al principio, iba a ser declarada no apta para un juicio por razones psicológicas, pero finalmente se determinó que sí era “mentalmente competente” para enfrentarlo, a pesar de que sufriera una enfermedad mental.
El pasado martes fue sentenciada a 20 años de prisión.
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