El Cártel de Sinaloa es el que tiene el mausoleo más lujoso, ya que tiene un valor de un millón 200 mil dólares. Esta construcción resguarda los restos de Arturo Guzmán Loera alias “El Pollo”, hermano de Joaquín “El Chapo” Guzmán. Cuenta con cinco edificios, cada uno destinado para un miembro de la familia Guzmán Loera. Cuenta con aire acondicionado, baños, vigilancia las 24 horas y habitaciones múltiples.
SALTILLO, 1 de noviembre (Vanguardia).- Los lujos de los criminales no conocen límites ni en la vida ni en la muerte. Los grandes capos que en vida juraron aniquilarse como parte de sus vendettas, en la muerte comparten el suelo del panteón Jardines del Humaya desde donde son recordados por sus seres queridos en mausoleos faraónicos.
Al cruzar la reja del cementerio Jardines del Humaya, las imponentes estructuras saltan a la vista. Pareciera que esa orilla del bulevar Emiliano Zapata, de Culiacán, fuese una extensión de Beverly Hills en Los Ángeles.
Algunas son de arquitectura moderna y otras más tradicionales, pero eso si la mayoría tienen en los muros fotografías o pinturas de los fallecidos, pero sin nombre que los identifique.
En la noche las luces se encienden automáticamente en varias tumbas que además cuentan con sistema de alarma por si algún ladrón se anima a entrar.
Pero los narcos que se mandaron a hacer un lujoso espacio para el descanso eterno no serán los únicos en este panteón ya que otros majestuosos mausoleos están en construcción actualmente.
TUMBAS MILLONARIAS
El Cártel de Sinaloa es el que tiene el mausoleo más lujoso, ya que tiene un valor de un millón 200 mil dólares. Esta construcción resguarda los restos de Arturo Guzmán Loera alias “El Pollo”, hermano de Joaquín “El Chapo” Guzmán.
Este complejo cuenta con cinco edificios, cada uno destinado para un miembro de la familia Guzmán Loera. Cuenta con aire acondicionado, baños, vigilancia las 24 horas y habitaciones múltiples.
Según el diario británico el segundo mausoleo más caro es el de Arturo Beltrán Leyva, alias “El Barbas”, quien fue abatido en el año 2009 en Morelos durante un enfrentamiento con elementos de la Marina.
El valor de la propiedad asciende a 650 mil dólares y cuenta con wifi, televisión satelital, varias habitaciones y una cocina.
La tumba de Inés Calderón reconocido jefe del narco en la década de los 70 y 80 tiene un valor de 550 mil dólares. Además de los acabados de lujo cuenta con un domo y personal de seguridad. Inés Calderón fue abatido en un operativo por las autoridades mexicanas y de la DEA en 1988.
La última morada de Amado Carrillo Fuentes, alias “El señor de los Cielos” cuenta con una capilla con capacidad de 50 personas en la que se realizan servicios religiosos. Su valor se estima en 490 mil dólares.
El Mausoleo que Héctor Luis Palma, alias “El Güero Palma” mandó construir para su esposa e hijos fallecidos, tiene un valor de 420 mil dólares y cuenta con sala, comedor, wifi y una suite nupcial.
Manuel Torres Félix, uno de los hombres de confianza de Ismael “El Mayo” Zambada tiene un mausoleo con un valor de 340 mil dólares y cuenta con aire acondicionado, cocina y alarma.
Conocido como “El M1”, Torres Félix murió en el año 2012 durante un enfrentamiento con integrantes del Ejército Mexicano.
El panteón Jardines de Humaya, ubicado en Culiacán se caracteriza por los increíbles mausoleos que fueron construidos para narcos de renombre, como lo fue Ignacio Coronel, su «tumba» es una lujosa «casa» que cuesta aproximadamente 450 mil dólares.
LA LUJOSA CASA DE ÉDGAR GUZMÁN, VIDEO
Una de las muestras más llamativas del poder y lo absurdamente ostensible del narcotráfico, una cultura de la no cultura, es la reciente tendencia entre capos de la droga de hacerse tumbas con aire acondicionado, vidrios blindados y hasta TV con cable.
Tumbas de dos pisos con columnas, escaleras, vitrales y salas para dolientes han aparecido en los últimos años en cementerios como el de Jardines del Humaya, en Culiacán. Otras tumbas cuentan con sistemas de alarma e iluminación nocturna.
Aparentemente, los narcos buscan dejar así sus testimonios de poder y supuesta respetabilidad. Incluso algunos, quizá queriendo ser algo así como nuevos faraones, podrían estar buscando confort y lujo aun después de la muerte. Otros tal vez han sido elevados a cuasi santos de una religión confusa, como el famoso Jesús Malverde. Lo que queda claro es que se llevan su estilo de vida hasta la tumba. Vana esperanza, sin duda, creer que sus posesiones materiales pueden hacer algo por ellos.
Una de las tumbas que destacan es la de Édgar Guzmán Salazar, hijo de Joaquín Guzmán Loera quien fue asesinado en 2008 durante los ajustes de cuentas tras la ruptura con los hermanos Beltrán Leyva.
En un video publicado por Rorys, se muestran las imágenes de la lujosa tumba del hijo de «El Chapo» Guzmán, ex líder del Cártel de Sinaloa y quien hace meses fue juzgado en Estados Unidos.
La propiedad que se encuentra en un panteón de la Sinaloa, es una construcción de 2 pisos y cuenta con acabados residenciales, y un terreno resguardado por rejas y palmeras.
El costo es de cerca de millón 200 mil dólares ya que el complejo también alberga la tumba del hermano de «El Chapo», Arturo Guzmán Loera fue asesinado dentro de la prisión, mientras atendía una conferencia con su abogado.
LA MUERTE DE ÉDGAR GUZMÁN
Una de las fechas que más se festejan en Culiacán, México, es el 10 de mayo, Día de las Madres. Pero el de 2008 no fue celebrado en la ciudad. El asesinato de tres jóvenes en el estacionamiento de un supermercado conocido como el City Club fue una especie de toque de queda para sus habitantes.
Los veinteañeros acompañaron a la novia de uno de ellos a la tienda, donde compraría algunos víveres, y la esperaron en el estacionamiento donde fueron sorprendidos por sicarios que terminaron con sus vidas.
Uno de los acribillados era Édgar Guzmán López, de 22 años, hijo de Joaquín «El Chapo» Guzmán, entonces líder del Cártel de Sinaloa, y el otro, su primo, César Ariel Loera Guzmán.
Arturo Meza Cázares, hijo de Blanca Margarita Cázares Salazar, alias «La Emperatriz», quien había sido señalada por el gobierno de los Estados Unidos como la cabeza de una red de lavado de dinero producto de las ganancias de la organización, también fue asesinado.
Un reporte de la Fiscalía federal en México señala que esa noche se hicieron en el lugar al menos 500 disparos de AK-47, así como uno con bazuca que impactó en un letrero en una pared, lo que provocó pánico entre quienes en ese momento realizaban compras.
Frida Muñoz Román, pareja de Guzmán López se salvó gracias a que en el momento del tiroteo estaba realizando las compras en el establecimiento ubicado en el Desarrollo Urbano Tres Ríos, hacia el norte de Culiacán, una zona habitada por gente de clase media alta.
Según testimonios publicados por diarios de la época, los jóvenes estaban conversando en el estacionamiento cuando los sorprendió la llegada en cinco camionetas de un comando de al menos 20 hombres con chalecos antibala y armas largas.
El pánico se desató cuando se escuchó un fuerte estallido y el fuego apareció en un letrero en la pared superior del centro comercial, con un «bazucazo», los gatilleros habían anunciado su llegada.
Después el lugar se convirtió en una zona de guerra donde los tiros duraron unos cuantos minutos que parecieron eternos. Los mismos impactaron en más de una veintena de autos dañados y las cortinas de un centro llantero ubicado enfrente del lugar donde ahora se localiza el cenotafio, que en las paredes del lugar.
Los sicarios lograron huir a toda velocidad sin ser siquiera detectados por los cuerpos de seguridad.
Guzmán López y su primo murieron en el lugar, el hijo de «La Emperatriz» falleció en el hospital.