Las siniestras conspiraciones, jugarretas y manipulaciones de los insaciables Francis y Claire Underwood han marcado el camino de House of Cards hasta su temporada final, que llegará mañana a Netflix.
Por David Villafranca
Los Ángeles, 1 noviembre (EFE).- Sin Kevin Spacey, expulsado de Hollywood tras sus escándalos sexuales, pero con Robin Wright en el Despacho Oval rodeada por un grupo de mujeres con un gran poder, las intrigas políticas de House of Cards, la primera serie que produjo Netflix, llegan a su fin con su sexta y última temporada.
Las siniestras conspiraciones, jugarretas y manipulaciones de los insaciables Francis y Claire Underwood han marcado el camino de esta serie hasta su temporada final, que se estrena el próximo 2 de noviembre, pero fue, precisamente, un turbio escándalo al estilo de «House of Cards» lo que acabó con Spacey fuera de la producción de Netflix y con su carrera completamente hundida.
Con un personaje voraz y ambicioso, como una especie de Ricardo III de Shakespeare en la Casa Blanca capaz de todo con tal de mantener el poder, el actor deslumbró como Francis Underwood hasta que en octubre de 2017 comenzaron a conocerse numerosas acusaciones de agresiones sexuales en su contra.
Esta crisis estremeció como un terremoto el set de House of Cards, que para entonces ya tenía todo listo para grabar su temporada final.
El difícil dilema de Netflix se resolvió con el despido de Spacey y la suspensión del rodaje, que no se retomó hasta tres meses después tras reescribirse los guiones ya sin Spacey.
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— House of Cards (@HouseofCards) 5 de septiembre de 2018
«Mi turno», prometía Claire Underwood (Robin Wright) en el último capítulo de la quinta temporada, mirando a la cámara ya como presidenta de Estados Unidos, y los adelantos de las nuevas entregas de House of Cards han dejado claro que ella será la auténtica estrella a partir de ahora y que su esposo Francis está muerto.
«Ninguno de nosotros quería negar a Claire su turno. Queríamos terminar la serie con una intención y llevar la historia a un final apropiado», dijo a Efe Melissa James Gibson, showrunner (máximo responsable de una serie) de House of Cards, en el acto de presentación en Los Ángeles de los nuevos episodios.
«Ella dijo: ‘Mi turno’. ¿Cómo habría sido no hacer que eso ocurriera?», se preguntó retóricamente el también showrunner Frank Pugliese.
Michael Kelly, que ha interpretado al impasible escudero de los Underwood Doug Stamper, aseguró que continuar con la serie «fue, por supuesto, lo correcto».
«Tienes que terminar el show. Y no lo digo de manera egoísta por mí. Hay un equipo de 600 personas, 300 trabajando directamente en nuestra serie. Y la idea de dejar a toda esta gente sin empleo después del largo parón por el que pasamos habría sido inconcebible para mí», opinó.
Kelly tampoco se olvidó de los fans que han seguido House of Cards durante años: «¿Les ibas a decir simplemente que se acabó? Fue muy importante para todos nosotros decir: ‘Bien, ¿cómo seguimos adelante?'».
Aunque Claire Underwood fue progresivamente ganando presencia en la serie, donde empezó como «esposa de» y finalmente llegó a alcanzar la cúspide del poder en EU, en la nueva temporada no será la única mujer con peso en el habitualmente masculino mundo de la política.
Así, regresarán a la acción de House of Cards las actrices Patricia Clarkson y Constance Zimmer, mientras que como novedad se ha incorporado Diane Lane.
«Debería llamarse ‘House of Women’ (castillo de mujeres, en inglés), no House of Cards (castillo de naipes)», bromeó Clarkson.
«Y con Robin Wright al frente no hay nada mejor. Es delicioso», agregó.
Asimismo, Constance Zimmer subrayó lo relevante que es en la actualidad presentar a una presidenta estadounidense y a un grupo de mujeres en los salones donde se toman las grandes decisiones.
«No tenemos nada que temer. Vamos simplemente a mostrar lo que sucede cuando les das poder a las mujeres y lo que pueden hacer con ese poder», indicó.
Por su parte, Greg Kinnear, otro de los fichajes con renombre para la despedida de House of Cards, reconoció la gravedad de lo sucedido con Spacey.
«Fue una verdadera piedra en el camino. Lo que ocurrió al comienzo de esta temporada creo que habría hundido muchos barcos», admitió.
«Pero todo fue impecable. Todo el mundo volvió a su tarea, sabían lo que tenían que hacer, solo querían rendir homenaje a la serie, ser respetuosos y cumplir con su trabajo», finalizó.