La urbanización y la actividad humana han propiciado que organismos externos invadan el lugar y desplacen a las especies endémicas, alertó Hilda Marcela Pérez, de la Facultad de Ciencias de la UNAM.
Ciudad de México, 1 de noviembre (SinEmbargo/BoletínUNAM).- Hilda Marcela Pérez, profesora de a Facultad de Ciencias de la UNAM, alertó por medio del Boletín UNAM, que la urbanización en la zona que hoy es conocida como Pedregal de San Ángel, se está modificando de manera negativa, pues se han traído organizamos externos que desplazan a las especies endémicas.
La académica explica que «Cuando el volcán Xitle hizo erupción, hace cerca de mil 670 años, su lava cubrió un radio de 80 km2 y, al enfriarse, la roca generó un entorno propicio para el desarrollo de flora y fauna. Así nació el Pedregal de San Ángel, el lugar más biodiverso de la Cuenca de México».
Pedregal de San Ángel equivale la tercera parte de CU, en donde se puede encontrar pequeñas islas de ecosistema en el campus. que según Hila Pérez, representa el 35 por ciento de su superficie.
Es importante resaltar que ese espacio infiltra el agua de forma natural, ademas de captar cerca de 372 millones de litros de lluvia al año, «son áreas verdes autorreguladas, albergan micro reservas, son un testimonio del paisaje original y forman parte de la identidad universitaria».
OASIS EN MEDIO DEL ASFALTO
La profesora recordó la investigación del botánico, Jerzy Rzedowski, para señalar que en San Ángel hay 657 variedades de plantas siendo la mitad parte del matorral xerófilo.
“la mayoría son protistas de algas y habitan en la cantera oriente. También hay registro de muchos hongos, aunque falta por saber más de ellos; por ejemplo, hay uno asociado al eucalipto y no sabemos si llegó con este árbol o era endémico y se adaptó a él”, informó.
De acuerdo a la investigación de Rzedowski, al rededor de 100 especies exóticas se han catalogado en la REPSA y explica que «al erigirse CU, el territorio se convirtió en un socioecosistema —es decir, en uno en el que interviene el hombre—, lo que aceleró sus dinámicas de cambio, originalmente lentas.»
Lo importante de esto es advertir que organismos externos están siendo introducidos lo que puede acabar con los endémicos y afectar el entorno “Con la urbanización, la Reserva ha experimentado alteraciones; por ejemplo, la gente ha traído limones, naranjos u otras plantas, pues piensan que es un buen lugar para que crezcan; sin embargo, su supervivencia es poco probable porque las condiciones no son las adecuadas”, dijo la profesora.
Por último recalcó que es vital retirar lo que afecta a la Reserva para así protegerla y preservarla, «Especies extrañas en la zona tendrían consecuencias graves como el cambio en la composición florística, perturbaciones y transformaciones en la estructura, así como en los procesos ecológicos»