Keylin Gisselle Pérez Nájera fue vista por última vez cuando dormía junto con sus hermanitas en el cuarto de un albergue ubicado en la colonia Pueblo San Juan de Aragón de la Alcaldía Gustavo Madero en Ciudad de México, la noche del pasado 30 de agosto.
Ciudad de México, 1 de octubre (SinEmbargo).– Claudia Gabriela Nájera migró junto con sus hijas a México en busca de refugio y seguridad, pero encontró incertidumbre y desesperación: su hija mayor, Keylin Gisselle Pérez Nájera, de 16 años, desapareció de un albergue ubicado en la Ciudad de México y hasta la fecha no hay rastro de ella.
La madre clamó por ayuda para la búsqueda y localización de la jovencita.
“Le pido de favor a todas las personas que miren la fotografía y me ayuden a compartirla. Mi angustia crece cada día más y más y las autoridades no me dan una respuesta”, dijo Claudia Nájera en entrevista con SinEmbargo.
Keylin es una adolescente que le gusta estudiar, con deseos de ingresar a la universidad y tener una carrera profesional. “Es muy aplicada en sus estudios. Ella quería ir a la universidad”, comentó su mamá.
La última vez que fue vista, la jovencita dormía junto con sus hermanitas en el cuarto de un albergue de Cáritas ubicado en la colonia Pueblo San Juan de Aragón de la Alcaldía Gustavo Madero en la Ciudad de México, la noche del pasado 30 de agosto. A la mañana siguiente ya no estaba y hasta el momento nadie ha sabido dar razón de ella.
“Me siento tan angustiada por no saber de mi hija. Me pregunto si está bien. A veces, por mi mente pasa si está viva o no; nadie sabe de ella, ya no sé ni qué hacer ni a dónde acudir. He andado por las calles pegando volantes, pero lamentablemente la gente los quita de los postes. ¡Ya no sé ni que hacer!”, expresó la madre.
Keylin mide 1.60 metros. Su cabello es lacio y de color castaño oscuro. «Usa brackets y tiene un poco de acné en la cara», se lee en la ficha de búsqueda.
Claudia salió de Guatemala con sus hijas de 16, 11 y 4 años de edad, respectivamente, porque estaban en una situación complicada. La familia ingresó a México a través de un programa para refugiados. “Estamos en el proceso de solicitud de refugio, no tenemos amistades ni conocemos a nadie aquí”, platicó la madre.
La mañana del 31 de agosto, el llanto de la más pequeña de la familia despertó a Claudia. La niña lloraba porque no estaba su hermana Keylin.
“En la noche que yo la vi por última vez, estuvimos bromeando y cantando, estábamos alegres. Las cuatro dormíamos en una habitación en el albergue de Cáritas”, relató la madre.
Claudia comenzó a buscar de inmediato al notar la ausencia de su hija, les preguntó a las hermanas encargadas del albergue y pidió revisar los videos de las cámaras del lugar, pero recibió largas.
“El día que desapareció, bajé con las hermanas para decirles que no encontraba a mi hija y pedí revisar las cámaras, pero una de las hermanas me dijo que eso lo tenía que ver con el padre del albergue. Todo el día me pasé diciéndole de las cámaras y su única respuesta, todos los días, es que ella no tenía acceso y el único que tenía acceso a las cámaras era el padre y el padre no le respondía”, platicó.
La madre de Keylin no pudo ver las imágenes; las monjas y encargados del albergue dieron vueltas y largas para la revisión hasta 11 días después que tuvo que intervenir el Ministerio Público.
Ana Enamorado, del Movimiento Migrante Mesoamericano y quien da acompañamiento a la familia, destacó que la desaparición de Keylin es un caso que ha generado gran alarma porque muestra la falta de seguridad para las personas migrantes.
“Porque Keylin desapareció estando adentro de un lugar donde se supone que les brinda seguridad a las personas […] Como la mayoría de personas migrantes, llegaron a este país buscando estar bien, salvar su vida, tener seguridad y resulta que aquí le pasa eso de lo que ellos vienen huyendo de su país […] ¿Dónde se van a refugiar las personas migrantes si también aquí corren peligro?”, dijo la activista.
LENTITUD QUE DESESPERA
Claudia y Ana señalaron que hasta ahora no hay avances sustanciales en la investigación de la desaparición de Keylin.
“Para mí las autoridades no han hecho nada. El día que fui a poner la denuncia, por la mañana, me tuvieron hasta la tarde esperando a que la hermana del albergue llegara. No me tomaban la declaración a mí sola, como si la palabra de una como madre no les valió”, dijo Claudia.
«Hay mucho trabajo por hacer, pero la autoridad no ha avanzado mucho”, comentó Ana Enamorado.
La defensora denunció que las comisiones de búsqueda, la nacional y locales, que fueron creadas para buscar personas y son especialistas en el tema, “ni siquiera se han comunicado con nosotros. Esa es otra parte que a mí me indigna”.
Claudia insistió en que la investigación va a paso lento: “Las autoridades parece que no hacen nada, solo me llaman para preguntar. Cada vez más entrevistas y entrevistas, pero la búsqueda no avanza”.
Enamorado destacó que ninguna autoridad ha tomado en cuenta a las personas migrantes que desaparecen en este país.
“Este caso es el más reciente y emblemático, porque desapareció en las narices de todo mundo y no está haciendo nada la autoridad, no está haciendo nada la Comisión Nacional de Búsqueda. Yo me presenté con Claudia el 8 de septiembre para levantar el reporte en la CNBP, pero hasta ahora no se han pronunciado, ni comunicado para decirnos qué están haciendo para dar con el paradero de Keylin”.
De acuerdo con la defensora, la falta de coordinación entre las dependencias no permite una búsqueda eficiente. “Vemos que se tiran la bolita unos a otros”, denunció.
Keylin, explicó, no sólo se le tiene que buscar en la Ciudad de México sino en todo el país. “Sabemos que a las personas las sacan hasta del país. Entonces la autoridad se tiene que poner pilas y hasta el momento vemos esa lentitud de la autoridad que desespera mucho, porque ellos no tienen ni idea de lo que uno como madre o familiar pasa, que las horas se nos hacen eternas”.
Claudia y Ana destacaron que las únicas acciones que ven por parte de las autoridades son solo de escritorio, es decir, enviar oficios que no tienen respuesta.
“Mientas ellos solo están enviando oficios la desesperación crece más y más. Me preocupa que Claudia ya se está enfermando”, abundó Ana Enamorado.
LOS VIDEOS
Los videos de las cámaras de seguridad en el albergue no fueron vistos por la familia hasta el 11 de septiembre, después que las autoridades intervinieron para que les permitieran observarlos.
Claudia explicó que las imágenes no muestran a Keylin salir del albergue.
“En las cámaras no se ve salir, solo se vio salir un auto, pero la hermana dijo que era el músico. Desconozco quien es el músico. Mi hija no se ve salir por ningún lado y yo no tengo ninguna pista de mi hija. No sé nada de ella”, señaló la madre.
Ana Enamorado comentó que volverán a revisar los videos junto con los abogados, “porque si bien es cierto la policía los revisó, quizá lo hicieron de una manera muy apresurada”.
Y añadió: “Nos preocupa mucho porque no vemos mucha voluntad por parte de las autoridades y ellos se molestan porque nosotros los denunciamos de esta manera (en medios), pero es la verdad, no avanzan”.
La activista dijo que esperan tener resultados y logros con esta investigación “porque la verdad yo ya estoy cansada de decir siempre que la autoridad no hace el trabajo de manera adecuada para dar con el paradero de las personas desaparecidas”.
La madre de Keylin y Ana Enamorado lanzaron un llamado a la sociedad en general y a organizaciones civiles a que apoyen en la búsqueda de la jovencita.
“Le pido a la gente que se pongan la mano en el corazón, que vean la angustia de una madre, les pido por favor que me ayuden a encontrarla, que agilicen todo”, expresó Claudia Nájera.