Isaías se debilitó de huracán a tormenta tropical el sábado por la tarde, si bien se espera que recupere la fuerza de huracán durante la noche mientras se dirige a Florida.
Por Dánica Coto y Tamara Lush
ST. PETERSBURG, Florida, EU, 1 de agosto (AP) — El huracán Isaías derribó árboles y cableado eléctrico al abrirse paso por las Bahamas el sábado en su ruta hacia a la costa de Florida, al tiempo que amenazó los esfuerzos por contener la propagación del coronavirus en lugares donde se registra un repunte de contagios.
Isaías se debilitó de huracán a tormenta tropical el sábado por la tarde, si bien se espera que recupere la fuerza de huracán durante la noche mientras se dirige a Florida.
“Empezaremos a ver los impactos esta noche”, afirmó el Gobernador de Florida, Ron DeSantis, durante una conferencia de prensa. “Que no los engañe la degradación”.
Isaías agrega otra carga a la población de comunidades que de antemano han sido afectadas fuertemente por otras tormentas y los contagios de COVID-19.
Las autoridades de Florida cerraron playas, parques y centros de pruebas para el coronavirus y ataron señalamientos a palmeras a fin de evitar que los fuertes vientos los arrastren.
El Gobernador de Florida dijo que el estado espera apagones e instó a la población a preparar comida, agua y medicamentos para siete días. Las autoridades batallan para preparar refugios en los que la gente pueda resguardarse de la tormenta de ser necesario al tiempo de respetar el distanciamiento social para evitar la propagación del virus.
El Gobierno de Carolina del Norte ordenó el desalojo de la Isla Oracoke, que el año pasado fue golpeada por el huracán Dorian. Por su parte, las autoridades de Bahamas abrieron refugios para la población de la isla Ábaco a fin de ayudar a quienes vivían en estructuras temporales desde que Dorian devastó la zona, cobrando la vida de al menos 70 personas.
Los vientos máximos sostenidos de Isaías perdieron fuerza marcadamente durante el sábado, y a las 5:00 de la tarde eran de 110 km/h (70 mph), momento en que el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos (NHC por sus siglas en inglés) degradó su estatus.
Los meteorólogos explicaron que el epicentro de la tormenta llegará a la costa sureste de Florida el domingo por la mañana antes de recorrer la costa este del estado en el transcurso del día. Se espera que mantenga la fuerza de huracán hasta el lunes para luego debilitarse lentamente mientras sube por el Atlántico. Fuertes lluvias, inundaciones y ráfagas de viento podrían azotar gran parte de la costa este durante esta semana.
Paula Miller, directora de Mercy Corps para Bahamas, dijo a The Associated Press que aunque normalmente las islas pueden soportar huracanes potentes, algunas se han visto desestabilizadas por la pandemia del coronavirus y los daños causados por Dorian.
Para el centro y noroeste de Bahamas también había una alerta activa de huracán.
Dos de esas islas, Ábaco y Gran Bahama, fueron golpeadas el año pasado por Dorian, un huracán de categoría 5 que estuvo dos días sobre la zona y dejó al menos 70 muertos y más de 280 desaparecidos. En ambas hay gente que todavía vive en tiendas de campaña y las autoridades dijeron que los operarios trataban de retirar escombros antes de la llegada de Isaías.
El primer ministro de Bahamas, Hubert Minnis, relajó la cuarentena por la llegada del meteoro, pero impuso un toque de queda entre las 22:00 y las 05:00. Los supermercados, farmacias, gasolineras y tiendas de informática podrán abrir todo el tiempo que les permita el clima.
Bahamas tiene más de 570 casos confirmados de COVID-19 y al menos 14 decesos. Recientemente prohibió la entrada de viajeros desde Estados Unidos luego de un repunte de los casos mientras se reabre al turismo extranjero.