El retraso en el trabajo legislativo en San Luis Potosí se refleja en las horas efectivas que los diputados tienen en el Pleno, pues a casi dos años, es decir, luego de más de 17 mil horas o los casi 730 días que han transcurrido, los representantes populares acumulan en el debate y resolución de los temas en la máxima tribuna sólo 271 horas y 10 minutos, un aproximado de 11 días de labor.
Por Iván Rodríguez
Ciudad de México, 1 de agosto (SinEmbargo/Pulso).- A la par de los escándalos que han sido comunes durante la Legislatura de San Luis Potosí, los diputados locales de todos los partidos han agobiado al parlamento con iniciativas, más que cualquier otra gestión en la historia, pero simplemente no han sido capaces de llevar la mayoría de ellas al Pleno y votarlas.
A casi dos años de que llegaron, de septiembre de 2015 a julio 2017 han realizado un total de 163 sesiones; de ese número, 42 han sido solemnes, 74 ordinarias, 9 privadas, 31 de la diputación permanente y 7 extraordinarias.
Presumen dentro del registro legislativo un total de mil 122 iniciativas, el número parece exorbitante, pero de ellas hay 715 están pendientes, con lo que el rezago se acerca al 65 por ciento.
Han declarado procedentes sólo 312 propuestas; 78 fueron improcedentes, sin materia y/o atendidas; les caducaron 4 documentos; dictaminaron 6 y dieron de baja 7 iniciativas.
El retraso en el trabajo legislativo se refleja en las horas efectivas que los diputados tienen en el Pleno, pues a casi dos años, es decir, luego de más de 17 mil horas o los casi 730 días que han transcurrido, los representantes populares acumulan en el debate y resolución de los temas en la máxima tribuna sólo 271 horas y 10 minutos, un aproximado de 11 días de labor.
No obstante, han cobrado los dos años, durante los que justifican sus ingresos por el supuesto trabajo en sus distritos, análisis de propuestas en comisiones y otras excusas gastadas.
Hasta julio de 2017 y después de un ajuste de salario al alza, los diputados cobran mensualmente 115 mil 800 pesos; gozan de gastos médicos menores por 36 mil pesos anuales; reciben aguinaldo de 90 días de sueldo y 20 días más de salario dividido en dos primas por periodos vacacionales.
Así, los 27 diputados han costado a los potosinos más 80 millones de pesos. Pocos se salvan en una Legislatura que propone mucho, dictamina poco y avergüenza más.
