Sam Sheppard, el artista que revolucionó Broadway y dio voz a una sociedad acechada por el rechazo

01/08/2017 - 5:59 pm

Hijo de un maestro de escuela alcohólico, Sam Shepard, fue uno de los dramaturgos más influyentes de Broadway. Murió a los 73 años de edad.

Nueva York, 1 de agosto (AP).- Suficientemente viejo como para ver desaparecer el mundo rústico de su niñez, Sam Shepard fue un nuevo tipo de hombre que renovó el lenguaje del teatro estadounidense.

En True West, Buried Child y otras obras revolucionarias, los personajes de Shepard hablaban con una dura poesía y una introspección cruda rara vez escuchada de un hombre o una mujer del oeste estadounidense. Al igual que William Faulkner al escribir sobre el sur del país, Shepard le dio voz a una sociedad acechada por el rechazo y la derrota y un temor a estar del lado errado de un viejo argumento moral.

«Hay algo oculto, profundamente arraigado en el hombre angloamericano que tiene que ver con inferioridad, que tiene que ver con no ser un hombre, y siempre, continuamente tener que representar alguna idea de hombría que es invariablemente violenta», dijo Shepard, fallecido la semana pasada a los 73 años, al New York Times en 1984. «Este sentido de fracaso corre muy profundo — quizás tiene que ver con que la frontera sea sistemáticamente incautada, con la culpa de haber conseguido este país aniquilando una raza nativa de personas, con toda la ética laboral protestante. No puedo identificarlo, pero es fuente de mucha curiosidad para mí».

El apuesto y taciturno Shepard fue moldeado por la vida fronteriza que lloró y criticó y por los cambios revolucionarios de la era post Segunda Guerra Mundial que ayudaron a vencerla. Parecía un heredero de Gary Cooper y otros astros de westerns de Hollywood, pero era un artista para una época rebelde y desafiante. En su obra de un solo acto de 1971 Cowboy Mouth, que escribió con su entonces novia, la músico y poeta Patti Smith, un personaje dice: «La gente quiere un ángel callejero. Quiere un santo pero con boca de vaquero», un papel que Shepard representó para muchos.

«Básicamente escribía para actores», dijo Shepard a The Associated Press en el 2011. “Y los actores parecían apropiarse inmediatamente de ellas, de su ritmo, del sonido y de los personajes. Comencé a entender que hay una posibilidad de conversación entre los actores y así fue como empezó todo”.

Shepard era más recordado por sus obras desgarradoras y su papel prominente en el movimiento Off-Off-Broadway. Su drama de 1979 Buried Child ganó el Pulitzer de teatro. Otras dos obras, True West, sobre dos hermanos en guerra, y Fool for Love, sobre un hombre que teme que se está convirtiendo en su padre, también fueron nominadas a este premio.

Sus muchos créditos en el cine incluyeron Days of Heaven (Días de gloria) de Terrence Malick, Steel Magnolias (Magnolias de acero), The Assassination of Jesse James by the Coward Robert Ford (El asesinato de Jesse James por el cobarde Robert Ford) y Mud (El niño y el fugitivo) del 2012. Fue nominado a un Oscar por su interpretación del piloto Chuck Yeager en The Right Stuff (Los elegidos) de 1983 y escribió el aclamado drama de Wim Wenders de 1984 París, Texas. Actuó con mayor frecuencia con el pasar de los años; apuntó que con una película podían pagarse 16 obras de teatro.

“Siempre sentí que la dramaturgia era el hilo conductor de todo”, dijo Shepard en el 2011. «Si lo piensas, el teatro contiene todo. Puede contener al cine, pero el cine no puede contener al teatro. Música, danza, pintura, actuación. Es todo”.

Samuel Shepard Rogers VII nació en Fort Sheridan, Illinois, en 1943. Vivió por el suroeste estadounidense de niño, pero pasó gran parte de su tiempo en una hacienda aguacatera en Duarte, California. Su padre era un maestro de escuela alcohólico y expiloto del ejército; Shepard más adelante escribió con frecuencia sobre los daños cometidos por borrachos, incluyéndose. Sus primeras obras — ataques verbales fogosos y surrealistas — empujaron al teatro estadounidense en una dirección energizada y frenética que iba a tono con los tiempos. Shepard, también un baterista, consiguió su propio ritmo de rock ‘n roll. En busca de espontaneidad, inicialmente se negó a reescribir sus borradores, una estrategia que luego desestimó como «simplemente estúpida».

Su conexión con la música fue duradera. Acompañó a Bob Dylan en la gira de 1975 Rolling Thunder Revue y con Dylan escribió Brownsville Girl, un relato lleno de imágenes de vaqueros que incluía al menos una línea que uno esperaría oír en una obra de Shepard: «Es extraño cómo la gente que sufre junta tiene conexiones más fuertes que la gente que está más contenta». Shepard y Patti Smith fueron amigos toda la vida. «Simplemente somos iguales», dijo Smith una vez. «Cuando Sam y yo estamos juntos, no es como ningún momento en particular».

Mientras hacía la cinta biográfica de 1982 sobre Frances Farmer, Frances, conoció a Jessica Lange y los dos permanecieron juntos casi 30 años. Tuvieron dos hijos, Hannah Jane y Samuel Walker, y una relación de extraordinaria intensidad antes de separarse en el 2009. Lange una vez dijo de Shepard: «Ningún hombre que haya conocido se compara a Sam en términos de hombría».

En su libro de 1982 Motel Chronicles, Shepard dijo que se sentía como si nunca hubiera tenido un hogar. Ese sentimiento, reconoció más tarde, lo mantuvo siempre.

«Básicamente vivo en un camión», dijo Shepard en el 2011. «Me siento más en casa en mi camión que en cualquier otra parte, lo que es algo triste que decir. Pero es verdad».

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