Ciudad de México, 1 de julio (SinEmbargo).- Sean Penn siempre ha detestado los filmes de acción. De hecho, es uno de los pocos actores y directores que se ha pronunciado públicamente en contra de lo que considera “una fórmula fácil” de Hollywood para copar el mercado cinematográfico.
A los 54 años, sin embargo, ha decidido probar suerte con las armas, el pecho descubierto, las persecuciones y mostrar, además de sus conocidas cualidades actorales, el buen estado físico, el cuerpo bien torneado en el gimnasio y el bronceado, para la película The gunman, que en nuestra cartelera se presenta con el título En la mira.
Se trata del nuevo filme de Pierre Morel (Taken), producido por Ron Halpern y el propio Penn, quien comparte cartel con el español Javier Bardem y la italiana Jasmine Trinca, para contar una historia basada en la novela The Prone Gunman, de Jean-Patrick Manchette, filmada en Barcelona, Londres y África y que ya tuvo una celebrada versión en cómic, a cargo de Jacques Tardi.
“Vista desde fuera es una película de acción y no reniego de ello. Pero hemos trabajado para que sea más que eso. Para que un guion me interese tiene que provocar mi curiosidad. Y, en este caso, me interesó un terreno conocido para mí como las compañías privadas proveedoras de servicios o infraestructura de categoría paramilitar”, ha dicho Sean al periódico español El País.
“Conozco su forma de pensar, por lo que me pareció interesante llevar un filme a este terreno que para otros puede no ser tan familiar. Pero sin convertir la historia en algo pedante. Por lo demás, no albergo el deseo de convertirme en una estrella del cine de acción”, agrega el icono cinematográfico, ganador del Oscar por Mystic River –de Clint Eastwood- y Milk.
SEAN PENN, CHARLIZE THERON Y JAVIER BARDEM
The gunman cuenta la historia de Jim Terrier (Sean Penn), un mercenario, antiguo agente de las fuerzas especiales estadounidenses, que ha sido traicionado por la organización para la que antes trabajaba y para la que tuvo que acometer un delicado encargo en la República Democrática del Congo ocho años antes.
Terrier, que había abandonado su antigua vida para trabajar con una ONG en África instalando pozos de agua potable, tendrá que dejar atrás su nueva vida al verse envuelto en un interminable juego del gato y el ratón que lo llevará a África y Europa y de paso recuperar, en circunstancias extremas, llenas de sangre y cadáveres, a la mujer de su vida, un personaje encarnado por la bella Jasmine Trinca, a quien conocimos en La habitación del hijo, de Nani Moretti.
Penn y Bardem estuvieron juntos en Antes de que anochezca, el filme que dio al español presencia internacional y su primera postulación al Oscar, que contó la atribulada vida del escritor cubano Reynaldo Arenas, en un trabajo a cargo de Julian Schnabel.
Los une una fuerte amistad, gracias entre otras cosas al amigo en común que tienen ambos, el cineasta mexicano Alejandro González Iñárritu, por otro lado el cineasta que Sean más admira en el mundo.
“Con Javier enemos muchas conversaciones filosóficas. Y de trabajo. A estas alturas nos conocemos muy bien y desde hace tanto tiempo como para que la conversación sea fluida. Es un gran actor”, dijo Penn a la periodista Rocío Ayuso.
“Javier y yo nos conocimos mientras rodaba con Julian Schnabel en la península de Yucatán, en México. Estuve allí un par de días y somos amigos desde entonces. Cuando hablo de amigos me estoy refiriendo a un grupo muy reducido de personas con las que me une una gran amistad. Hay un grupo más amplio por el que siento afecto o con quienes mantuve una fuerte conexión en un periodo determinado, pero que después no he seguido alimentando. Ese pequeño círculo de personas con las que me gusta pasar el tiempo está compuesto a la mitad por amigos que lo son desde el instituto”, agregó.
Después de The Gunman, el estadounidense se dio a la tarea de dirigir a su amigo Javier en The Last Face, un drama de amor y de intriga internacional que parece haber lesionado irreversiblemente la relación amorosa entre Penn y la actriz sudafricana Charlize Theron, una de las parejas de moda en Hollywood desde 2013.
El romance parece haber llegado a su fin y no se los ha vuelto a ver juntos desde que posaron sobre la alfombra roja del Festival de Cannes, el pasado mayo.
A la actriz no le resultó fácil trabajar con su novio y, según declaró a la edición inglesa de la revista Elle, “por primera vez, tuve que dejar de lado que es mi pareja y el amor de mi vida. El trabajo se ha entrometido en mi vida privada y esto ha sido muy difícil”.
«Hubo momentos en los que fui totalmente injusta con él y momentos en los que sentí que él estaba siendo totalmente injusto conmigo, pero todo esto te hace ser consciente de que no importa lo complicado que sea: la relación tiene prioridad», afirmó Charlize, de 39 años.
En The Last Face, Theron da vida a la directora de una ONG internacional que, en medio de una revolución política y social en África, conoce a un médico (Bardem) con quien deberá enfrentarse a difíciles decisiones humanitarias. Adèle Exarchopoulos y Jean Reno completan el reparto.
En cuanto al trabajo de Penn como director, afirmó a efe que “hasta la fecha hice todas las películas que he querido y cuando he querido. No hay ningún proyecto que haya querido hacer y no haya llevado a cabo. Por el contrario, solo he realizado las películas que he querido hacer.
Lleva tiempo, porque dirigir un filme es una carnicería. Me chupa la sangre. No se trata solo de encontrar un proyecto. Tengo que estar seguro de que el amor, el interés, me durará al menos uno o dos años. Eso es lo que te toma como director completar un rodaje. No es fácil. Tampoco digo que falten guiones. Incluso podría escribirlos. Pero tengo que encontrar esa idea. Siempre digo que si uno va a invertir su vida en un proyecto, más vale que sea algo personal”.
En la mira o The gunman traen a un Sean Penn en excelente forma física, como dijimos. Sin embargo, la película no ha podido superar los clichés de los que el género hollywoodense es esclavo, una circunstancia que seguramente el estadounidense hará relativa cuando regrese a sus acostumbrados personajes complejos y llenos de matices. Eso sí, sin tantos músculos.