Administradores de la riqueza y ahora de la debacle, los directores generales de Pemex han venido sumando críticas e incluso acusaciones por sus malas gestiones. Ninguno de los últimos seis responsables de la petrolera mexicana en 16 años ha sido investigado y mucho menos procesado por las múltiples demandas de presunta corrupción. Se sabe que cada seis años, justo el día 2 de diciembre, el Presidente en turno designa a la persona que dirigirá Petróleos Mexicanos por el tiempo que así se requiera. Los cinco que han dejado ese cargo en tres diferentes sexenios no se han ido limpios: suman historias que empañan sus carreras con temas de supuesto conflicto de interés e incluso quebranto a la Ley, al pasar de ser las cabezas de la empresa más importante del Estado a ocupar cargos de dirección en compañías petroleras privadas.
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Ciudad de México, 1 de junio (SinEmbargo).– La figura de quien dirige Petróleos Mexicanos (Pemex) parece cobrar especial importancia cada que una de esas administraciones termina. En los últimos 16 años, varios de los funcionarios que ocuparon ese espacio por órdenes del Presidente lo abandonaron por escándalos de presunta corrupción y conflicto de intereses.
Ante el cuestionamiento de qué pasó con la fortuna que se obtuvo en los años bondadosos de producción de crudo y altos precios por barril, los directivos que acompañaron esa época han comentado poco. Algunos han sacado hasta libros al respecto; otros han apostado por el silencio y la mayoría por jugar un papel dentro de empresas privadas relacionadas con el sector energético.
Esa última cuestión ha dado pie a que, año tras año, salgan a la luz temas de contratos por miles de millones de pesos otorgados a las empresas que pasaron a formar parte después de Pemex.
La formación de quien ocupa el puesto de Director de Petróleos Mexicanos ha repercutido en el manejo de la empresa, como lo explica el doctor Roberto Gutiérrez Rodríguez, investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM). Los dos últimos directores generales de la petrolera, Juan José Suárez Coppel y Emilio Lozoya Austin, no han sido expertos en materia energética, ni ingenieros, ni economistas petroleros. Su perfil es de economistas formados expresamente en el sector financiero.
“Lo que se cree erróneamente es que a Pemex se le va a rescatar arreglando sus finanzas, pero no. A Pemex se le tienen que rescatar arreglando sus finanzas y su estructura productiva. No dudo de la capacidad de los dos últimos directores de Pemex, pero son financieros, y aunque pueden hacer reingeniería financiera van a necesitar mucho más que eso para colocar a Pemex en la situación que tuvo en el pasado: una empresa productiva de alto nivel. Debe cambiar realmente la forma como se administra Pemex: que la parte financiera esté en manos de financieros y en la parte productiva los ingenieros”, comentó.
En días pasados, el Consejo Coordinador Empresarial (CCE) planteó que Pemex no sólo tiene dificultades temporales de liquidez de corto plazo, sino un deterioro y desajustes estructurales que comprometen su viabilidad y supervivencia, resultado de “décadas y décadas de una falta de visión, una carente gestión, negligencia, abusos y en muchos casos corrupción”.
Ante la inestabilidad de los mercados y los precios del petróleo, el CCE exigió que la Reforma Energética vaya más allá del oro negro, y ataque los problemas reales de la empresa, centrados en la corrupción y la opacidad.
“No hicimos este cambio histórico [la apertura de áreas de hidrocarburos a empresas privadas] para regresar a los tiempos de la dependencia de este recurso [el petróleo] y las malas gestiones de dirección”, planteó el organismo cúpula de los empresarios en México.
También Miriam Grunstein Dickter, especialista del mercado energético y directora de Brilliant Energy Consulting, comentó a SinEmbargo que parte del déficit que hoy tiene la empresa mexicana se debe a la acumulación de malas gestiones en Pemex y a que la empresa «ya estaba problematizada antes de que esta administración asumiera el cargo y los bajos precios del petróleo han causado el enorme demérito de sus utilidades”.
El resultado en estos 16 años es una empresa que en el último año reportó pérdidas netas de 97.7 por ciento; es decir, 521 mil 607 millones de pesos.
Cada seis años, un día después de que el Presidente electo toma posesión, es el día en que hace pública su decisión de quién queda al mando de Pemex. Es el día también que el sector se pone a temblar: eso ha pasado, por lo menos, en los últimos 16 años con sus seis directores más recientes.
RAÚL MUÑOZ LEOS
(Dirigió Pemex entre el 1 de diciembre de 2000 y el 1 de noviembre de 2004)
Raúl Muñoz Leos entró a la empresa DuPont en el año de 1963 y en 1988 alcanzó la Dirección General de DuPont México, un puesto que, según la periodista Ana Lilia Pérez, lo llevó a la dirección de Petróleos Mexicanos.
A principios del año 2000, el precio del petróleo repuntó luego de un periodo de caídas posteriores a la euforia de la década de los setenta. La mezcla mexicana aumentó de 18.61 dólares el barril en 2001 a 53.04 dólares en 2006, lo que ubicó el precio real cercano al nivel de 1982.
Durante su administración, firmó en 2004 un convenio con el cual transfirió al Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM), encabezado por Carlos Romero Deschamps, mil 724 millones de pesos.
La información se conoció hasta 2012. Los medios de comunicación publicaron que se trató de una negociación “prácticamente secreta”, en la que participaron el propio Muñoz Leos; Juan Soriano Rosas, abogado general de Pemex, y Romero Deschamps, dirigente del Sindicato. La firma de ese convenio se hizo sin contar con la disponibilidad presupuestal ni con las autorizaciones correspondientes.
Había un antecedente directo: el Pemexgate, un caso en el que se registró el desvío de mil 500 millones de pesos también para el STPRM, que servirían para financiar la campaña presidencial del priista Francisco Labastida Ochoa. El escándalo fue destapado por el panista Vicente Fox en el 2000.
La Secretaría de la Función Pública (SFP) inhabilitó a Muñoz Leos y a Soriana Rosas por 10 años, además de aplicar multa por 864 millones 738 mil 400 millones de pesos.
Años después, el Ingeniero Químico reapareció con un libro sobre su administración en la petrolera; en él reprochó a Fox Quesada que descuidara a la empresa y no la tuviera como una de sus prioridades de Gobierno.
LUIS RAMÍREZ CORZO
(Dirigió Pemex del 2 noviembre de 2004 al 31 de noviembre de 2006)
De acuerdo con una investigación de la revista Proceso, de 2003 a 2013, Solar Turbines, firma dirigida por Luis Ramírez Corso, fue beneficiada con 459 contratos equivalentes a casi 30 mil millones de pesos por parte de Petróleos Mexicano; 280 de esos contratos se le otorgaron a Solar Turbines cuando éste dirigía Pemex.
Tanto la PGR como el Congreso demandaron una investigación a Ramírez Corzo por tres contratos que otorgaron a la arrendadora Ocean Mexicana, a la que se le pagaron 38 mil 500 dólares diarios por la renta de un buque tanque durante cuatro meses.
Al abandonar la dirección general de Pemex, Ramírez Corzo fue asignado como Director de la firma privada Oro Negro, que en 2015 ganó el proyecto para la construcción de cuatro plataformas marinas. Sin embargo, la caída de los precios de petróleo frenó dicho proyecto.
En 2012 reapareció con esa empresa, justo antes de la presentación de la Reforma Energética. En la información de la firma se señala que fue creada para vender servicios a Pemex ya bajo la nueva legislación.
JESÚS REYES HEROLES GONZÁLEZ GARZA
(Dirigió Pemex del 2 de diciembre de 2006 al 7 de septiembre de 2009)
Jesús Reyes Heroles, de extracción priista, tomó la dirección de Pemex al iniciar el sexenio del Presidente Felipe Calderón Hinojosa.
Fue director de Banobras en 1994 y titular de la Secretaría de Energía de 1995 a 1997, en la administración del Presidente Ernesto Zedillo Ponce de León.
Su administración en la petrolera fue cuestionada por las pérdidas de Pemex y robos de combustibles y su insistencia en el argumento de que la paraestatal carecía de recursos para explorar como el pretexto, según acusó entonces la oposición, de alcanzar un cambio privatizador en la empresa.
A tres semanas de iniciada la administración del Presidente Enrique Peña Nieto, el Grupo de Economistas Asociados (GEA) –dependiente de un consorcio fundado por Jesús Reyes Heroles–, y justo después de haber abandonado la dirección de Pemex, obtuvo su primer contrato con la entonces empresa paraestatal, de acuerdo con un reportaje publicado en la revista Proceso.
Su empresa Proa-Structura es la encargada de manejar las relaciones públicas de Sierrra Oil & Gas, una de las compañías que se llevaron más contratos en la Ronda Uno de licitaciones de los campos de hidrocarburos que antes operaba Pemex, y que está relacionada también con el ex Presidente Carlos Salinas de Gortari.
El 15 de octubre pasado, Reyes Heroles presentó su renuncia a OHL México, constructora en la que fungía como Consejero Independiente.
JUAN JOZÉ SUÁREZ COPPEL
(Dirigió Pemex del 8 de septiembre de 2009 al 30 de noviembre de 201)
En 2010, como parte del Cuarto Informe de Gobierno de Felipe Calderón, diputados del Partido del Trabajo (PT) le reclamaron a Juan José Suárez Coppel, entonces director general de Pemex, los gastos ostentosos que, hasta entonces, había realizado durante su gestión: un viaje a Londres, Inglaterra, en el que pagó un servicio de limusina y hospedaje en un castillo ubicado frente a la cada de la Reina Isabel II; una cena en Madrid, España, donde compró dos botellas de vino altamente costosas y pagó 3 mil 567 euros en el Hotel Ritz; la renta de la suite donde se filmó la serie Sex and the City, en Nueva York; 57 viajes internacionales en menos de tres años, entre otros.
Tres meses después de su salida de Pemex, el 29 de marzo de 2009, el doctor en Economía ingresó a Jacobs Engineering Group, como Consejero Independiente. Esta empresa ofrece servicios a industrias relacionadas con petróleo y químicos.
Con Pemex, esa compañía obtuvo contratos por cerca de 2 mil 500 millones de dólares para poner en funcionamiento 18 plataformas.
De acuerdo con la ley Federal Administrativa de Responsabilidades de los Servidores Públicos, los ex funcionarios deben esperar un año antes de aceptar una posición relacionada con el último cargo que ocuparon.
EMILIO LOZOYA AUSTIN
(Dirigió Pemex del 1 de diciembre de 2012 al 8 de febrero de 2016)
Considerado unos de los líderes de la Reforma Energética del Presidente Enrique Peña Nieto, pero con el sello de Obrascón Huarte Lain (OHL) –la constructora española que en este sexenio ha protagonizado múltiples casos de presunta corrupción con varias esferas del Gobierno federal, entre las cuales está Petróleos Mexicanos– lideró a la empresa cuando llegó los niveles históricos más bajos de producción y de precios.
Antes de ocupar su puesto en Pemex, Lozoya Austin formó parte del Consejo de Administración de OHL México hasta diciembre de 2012, mes en que fue designado por el mandatario como titular de la ahora Empresa Productiva del Estado.
Durante la campaña electoral de Peña Nieto en 2012, Lozoya Austin desempeñó el papel de coordinador de Vinculación Internacional de la campaña del entonces candidato priista a la Presidencia de la República, cuando él aún era consejero de OHL.
En tan sólo nueve meses del 2013, OHL recibió de Pemex Refinación 2 mil 398 millones 427 mil 277 pesos por tres contratos, según la información depositada en el del Portal de Obligaciones de Transparencia (POT).
Lozoya dejó a Pemex sumida en su peor crisis financiera en la historia, y en un proceso de reestructuración obligada por la Reforma Energética.
De acuerdo con el reporte financiero de 2015, enviado por la compañía a la Bolsa Mexicana de Valores (BMV), la pérdida neta fue de 97.7 por ciento, es decir 521 mil 607 millones de pesos. Un año antes, esa cifra fue de 263 mil 819 millones de pesos.
JOSE ANTONIO GONZÁLEZ ANAYA
(Dirige Pemex desde el 8 de febrero de 2016)
El 4 de diciembre de 2012, José Antonio González Anaya fue designado por Enrique Peña Nieto, como Director General del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
Antes ocupó puestos dentro de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) y el Banco Mundial (BM).
“Como nuevo director general de Pemex, el nuevo titular de la Empresa Productiva deberá enfrentar dos retos fundamentales: acelerar la transformación de Pemex para aprovechar las oportunidades de la reforma energética y al mismo tiempo lograr su fortalecimiento productivo y financiero en el contexto de bajos precios de petróleo”, destacó el Presidente Enrique Peña Nieto al presentar a González Anaya como nuevo director de la petrolera mexicana.
Dos años después de haber sido aprobada la Reforma Energética, el nuevo director general de Petróleos Mexicanos (Pemex) se enfrenta a una carrera contra el tiempo para atraer a socios que puedan capitalizar a la petrolera. En entrevista con Bloomberg TV, José Antonio González Anaya, reconoció en abril que si la empresa no ha encontrado socios el próximo año estará en serios problemas.
“Si Pemex no encuentra socios para el próximo año, vamos a estar en serios problemas”, aseguró González Anaya en una entrevista.
El pasado 30 de abril, el Gobierno federal resolvió un rescate temporal a Pemex, que se encuentra virtualmente en quiebra, por medio de dos instrumentos que le proporcionarán 73 mil 500 millones de pesos, los cuales vienen de dos rubros: del ajuste al gasto público realizado en dos momentos durante este año y de los remanentes del Banco de México (Banxico).
De acuerdo con la dependencia, una aportación será por 26 mil 500 millones de pesos “utilizando el espacio presupuestal del Gobierno federal generado por el ajuste preventivo del 17 de febrero de 2016” por 132 mil 300 millones de pesos, al cual se suma el ajuste adicional por 175 mil 100 millones de pesos para 2017.
También se otorgará una facilidad a la petrolera por 47 mil millones de pesos para el pago de pensiones y jubilaciones durante 2016, mediante el intercambio por títulos del Gobierno federal, de parte del pagaré provisional por 50 mil millones de pesos que el año pasado le otorgó a Pemex.
Por otro lado, Pemex tenía presupuestado para este año llegar a 125 mil 598 plazas laborales en total, que son 10 mil 630 menos de las autorizadas en el presupuesto 2015 de la Secretaría de Hacienda.
El recorte presupuestal derivado de los bajos precios petroleros y la carga financiera que representó el engrosamiento de su nómina durante años llevaron a que la estatal cesara el año pasado a 11 mil 097 trabajadores, de los cuales 80.7 por ciento pertenecía al Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana.