Tiny Tina’s Wonderlands es una experiencia que hace un homenaje a la franquicia de Borderlands, pero al mismo tiempo logra ofrecernos una visión diferente dentro del mismo universo.
Ciudad de México, 1 de mayo (SinEmbargo).- Hablar del universo de Borderlands es pensar en destrucción, irreverencia y mucha pero mucha diversión. Después de la llegada de Borderlands 3 y y sus contenidos extras hace poco más de 2 años, sabíamos que una cuarta entrega aún estaría en un panorama muy lejano, sin embargo, un viejo personaje conocido como Tiny Tina, la cual vimos por primera vez en un contenido adicional de Borderlands 2, llegaría para llenar ese pequeño vació con una propuesta completamente parecida pero a la vez diferente y sobre todo como un juego completo y no sólo contenido adicional.
Esta nueva aventura retoma el concepto del DLC de Borderlands 2, titulado Tiny Tina’s Assault on Dragon Keep, el cual simulaba una partida del clásico juego de mesa Calabozos y Dragones, donde existe un amo del calabozo que te cuenta una historia y un cierto número de personajes y clases, que actúan de manera conjunta realizando tareas, explorando y dejando su suerte a los dados. En esta ocasión, no es diferente, aunque la experiencia inicial es un poco más divertida, nos presenta una historia donde nuestros héroes buscan derrotar al “El Lord Dragón” dentro de este juego de rol y aquí es donde apareceremos nosotros, como nuevos jugadores, haciendo algunas referencias cómicas, como que somos el “nuevo” en el grupo.
Una vez terminada la introducción, podremos pasar a crear nuestro personaje y elegir su apariencia, cambiar facciones, colores y demás, pero lo más importante es que podremos seleccionar entre 6 clases diferentes, “Brr-Zerker”, “Clawbringer”, “Graveborn”, “Spellshot”, “Spore Warden” y “Stabbomancer”, estas varían entre las diferentes habilidades que pueden tener, enfocadas en el combate físico y el soportar golpes, el enfoque en hechizos y magia o en velocidad y combate cuerpo a cuerpo, cada una resulta sumamente divertida y nos ofrece algo diferente a la experiencia de Borderlands tradicional, esta es una de las cualidades más grandes de la entrega, el buscar separarse por completo de lo que conocemos dentro de este universo para desarrollar su propia identidad, lo cual logra plantear de gran manera desde un inicio y a lo largo del juego.
Por si fuera poco, bien dicen que dos es mejor que uno y conforme progresemos en el juego, podremos tener acceso a elegir una subclase de las previamente mencionadas, por lo que la dinámica que teníamos puede cambiar por completo refrescando nuestra experiencia de combate y haciéndolo aún más divertido el mismo. El hecho de combinar el combate físico con magia o velocidad con aguante, nos da la posibilidad de básicamente ser dos personales diferentes dentro de la misma partida.
El sistema de juego, es prácticamente muy similar a lo que hemos visto en los juegos de Borderlands, manteniendo un sistema práctico, intuitivo, el combate dinámico y una gran cantidad de armas, combinándolo con árboles de habilidades que podremos mejorar a lo largo del juego, además de ofrecer la experiencia cooperativa para complementar esta aventura y duplicar la diversión, el juego nos plantea un pequeño mundo donde tendremos que seguir de manera lineal la historia del juego, pero a su vez, podremos tener la libertad de explorar ciertos espacios y conocer el entorno que nos rodea.
En la parte gráfica, el juego se mantiene fiel a su característico estilo caricatura, con nuevo diseños de personajes que no habíamos visto con anterioridad y con especial atención a lo enemigos, así como nuevas criaturas, armas, la escenografía que rodea esta nueva aventura. El juego logra recrear muy bien esta experiencia de un juego de mesa dentro de su universo con diferentes toques cinemáticos y gráficos.
Tiny Tina’s Wonderlands es una experiencia que hace un homenaje a la franquicia de Borderlands, pero al mismo tiempo logra ofrecernos una visión diferente dentro del mismo universo, conectándolo con personajes sumamente carismáticos además de brindar una experiencia divertida que explota por completo la esencia de la irreverencia.