En la primera fase de la pandemia, la India fue alabada por su baja tasa de mortalidad por COVID-19, aproximadamente el 1.5 por ciento, pero anteriormente fue criticado este falso optimismo. Y actualmente, debido al incremento de contagios y el desborde de crematorios, se restablecieron toques de queda nocturno y cierres de algunos estados.
Por Rajib Dasgupta
Madrid, España, 1 de mayo (TheConversation).- La India está inmersa en una segunda ola masiva de infecciones por COVID-19, superando incluso a Estados Unidos y Brasil en términos de nuevas infecciones diarias. El pico actual se produjo tras una breve pausa: los nuevos casos diarios habían descendido de 97 mil al día en septiembre de 2020 a unos 10 mil en enero de 2021.
Sin embargo, a partir de finales de febrero, los nuevos casos diarios empezaron a aumentar de nuevo, superando los 100 mil al día. Ahora, se elevan por encima de los 200 mil.
Se han restablecido toques de queda nocturnos y cierres de fin de semana en algunos estados, como Maharasthra (incluida la capital financiera, Bombay). Los servicios de salud y los crematorios están desbordados, los kits de pruebas de COVID-19 son escasos y los tiempos de espera para los resultados están aumentando.
¿CÓMO SE HA PROPAGADO LA PANDEMIA?
Los residentes en chabolas y los que no tienen su propio retrete doméstico han sido los más afectados, lo que implica que las malas condiciones de saneamiento y la densidad han contribuido a la propagación.
Una palabra que ha dominado los debates sobre por qué han vuelto a aumentar los casos es laaparavaahee (negligencia en hindi). Se culpa a los ciudadanos que no llevan mascarillas ni cumplen el distanciamiento social, pero eso es sólo una parte de la historia.
La negligencia puede verse en la falta casi total de regulación y su aplicación allí donde existían regulaciones, en los lugares de trabajo y otros espacios públicos. Las agrupaciones religiosas, sociales y políticas contribuyeron directamente a través de los eventos de superdifusión, pero esto sigue sin explicar el enorme aumento de casos.
La segunda oleada en la India también coincide con la propagación de la variante británica. Un reciente informe descubrió que el 81 por ciento de las últimas 401 muestras enviadas por el estado de Punjab para la secuenciación del genoma eran de la variante británica.
Varios estudios han descubierto que esta variante podría evadir mejor nuestros sistemas inmunológicos. Esto significa que hay una mayor posibilidad de que las personas previamente infectadas se vuelvan a infectar y de que las personas inmunizadas se infecten.
Además, una nueva doble mutación está circulando en la India, y esto también podría estar contribuyendo al aumento de los casos.
¿BAJA TASA DE MORTALIDAD?
En la primera fase de la pandemia, la India fue alabada por su baja tasa de mortalidad por COVID-19, aproximadamente el 1.5 por ciento. Sin embargo, The Lancet advirtió sobre los “peligros del falso optimismo” en su editorial del 26 de septiembre sobre la situación india.
COVID-19 in India: the dangers of false optimism https://t.co/dzHoefmeUt
— Gloriya Beriha (@BerihaGloriya) May 1, 2021
En un contexto de pandemia, el enfoque de salud pública suele ser atribuir una muerte por causas complejas a la enfermedad en cuestión. En abril de 2020, la Organización Mundial de la Salud aclaró cómo deben contarse las muertes por COVID-19:
Una muerte debida a COVID-19 se define a efectos de vigilancia como una muerte resultante de una enfermedad clínicamente compatible, en un caso probable o confirmado de COVID-19, a menos que haya una causa alternativa clara de muerte que no pueda relacionarse con la covid-19 (por ejemplo, un traumatismo).
No está claro hasta qué punto las autoridades sanitarias de los Estados de la India cumplían esto.
Muchos estados han creado comités de expertos para reexaminar y verificar las muertes por COVID-19 después de recibir críticas porque las tasas de mortalidad notificadas no eran exactas. Muchos territorios hicieron correcciones en las cifras de mortalidad, y se está investigando activamente el alcance total de los registros imperfectos.
Los datos de mortalidad a nivel de distrito, tanto en la primera oleada como en la actual, confirman que la tasa de letalidad global del 3.4 por ciento fue superada en varios distritos como Maharashtra, Punjab y Gujarat. Las tasas de letalidad en algunos de los distritos más afectados fueron superiores al cinco por ciento, similares al nivel de mortalidad del cinco por ciento en Estados Unidos.
¿CUÁLES SON LOS RETOS ESTA VEZ?
La mayoría de los casos y muertes (81 por ciento) se están notificando en diez de los 28 Estados, incluidos Punjab y Maharashtra. Cinco Estados (Maharashtra, Chhattisgarh, Karnataka, Uttar Pradesh y Kerala) representan más del 70 por ciento de los casos activos. Pero la infección parece haberse trasladado de las grandes ciudades a pueblos y suburbios más pequeños con menos infraestructura sanitaria.
El año pasado, la estrategia de control de la pandemia del Gobierno incluía personal gubernamental de todos los departamentos (incluidos los no sanitarios) que contribuía a las actividades de control de la covid-19, pero estos trabajadores han sido trasladados de nuevo a sus departamentos. Es probable que esto tenga un efecto en las pruebas, el rastreo y el tratamiento de los casos de COVID-19. Y el personal sanitario tiene ahora que lidiar con el despliegue de la vacuna, además de atender a los enfermos.
¿Y AHORA QUÉ?
A principios de marzo, el Gobierno declaró que estábamos en el final de la pandemia en la India. Pero su optimismo era claramente prematuro.
A pesar de la impresionante cifra de más de 100 millones de inmunizaciones, apenas el uno por ciento de la población del país está actualmente protegida con dos dosis de la vacuna.
El Grupo de Trabajo de la India teme que el suministro mensual de vacunas, con una capacidad actual de entre 70 y 80 millones de dosis al mes, “no alcance la mitad” del objetivo de 150 millones de dosis al mes.
Los cierres estrictos y generalizados que hemos visto en otras partes del mundo no son posibles para todas las partes de la India dado su efecto sobre los trabajadores pobres. Hasta que se consiga una mayor cobertura de vacunación, habrá que reforzar las medidas locales de contención.
Esto incluye un estricto control perimetral para garantizar que no haya movimientos de salida o entrada en las zonas con brotes locales, una vigilancia intensiva casa por casa para garantizar el cumplimiento de las órdenes de permanencia en el hogar donde estén vigentes, el rastreo de contactos y la realización de pruebas generalizadas.
No hace falta decir que las grandes congregaciones humanas, como los mítines políticos y los festivales religiosos no deberían tener lugar y, sin embargo, no se han suspendido.
Lo que necesitamos es un liderazgo fuerte y estrategias descentralizadas enfocadas hacia las restricciones hasta que podamos hacer llegar más vacunas a la población.