La activista y ganadora del Premio Nobel de la Paz en 1992 aseguró que quedará para la historia la condena a 80 años de cárcel por el genocidio desatado contra los indígenas de la etnia Ixil, aunque la sentencia haya sido revocada por la Corte de Constitucionalidad.
Guatemala, 1 de abril (EFE).- La líder indígena guatemalteca y Premio Nobel de la Paz 1992, Rigoberta Menchú, lamentó hoy que los seguidores del general golpista José Efraín Ríos Montt, fallecido este domingo por un paro cardíaco a los 91 años de edad, aprovechen su muerte para enaltecer su terrorismo de Estado.
«Un día como hoy es un día extraordinario porque se resalta el poder de los victimarios. Los seguidores (de Ríos Montt) enaltecen el terrorismo de su general, pero la indignación de las víctimas es la protagonista número uno», dijo Menchú a EFE, quien se quejó de que los suyos lo sigan viendo «como un héroe».
La activista, una de las voces más férreas contra el genocidio perpetrado durante el conflicto armado interno (1960-1996) contra los pueblos indígenas, aseguró además que quedará para la historia la condena a 80 años de cárcel por el genocidio desatado contra los indígenas de la etnia Ixil, aunque la sentencia fue revocada por la Corte de Constitucionalidad.
«Esa sentencia inicial es un precedente muy grande y es la verdadera sentencia, aunque no fue respetada por los Tribunales», aseguró Menchú, que lamentó que el nuevo juicio contra el militar retirado, que se celebraba a puerta cerrada, «ya no dignificaba a las víctimas».
A pesar de su muerte, con la que espera que Ríos Montt «ya descanse en paz», la líder indígena cree que la causa abierta debería continuar porque los delitos de lesa humanidad «no prescriben», pero duda que el sistema judicial guatemalteco lo haga, porque fue el mismo que provocó «el impasse» actual.
Cuestionada por si lamenta que el general de facto fuera a la tumba sin enfrentar la justicia y sin pedir perdón, Menchú dijo que en su conciencia queda y recordó que en la otra parte del cosmos hay «fuerzas de la vida» que se encargan de la justicia.
No obstante, destacó que en los procesos vividos escuchó «durante largas horas» el testimonio de sus víctimas y queda «en él si no aprovechó la oportunidad de pedir perdón».
Ríos Montt es el icono de la brutal represión desata por las Fuerzas Armadas durante los años más cruentos de la guerra interna que vivió Guatemala entre 1960 y 1996.
Falleció este domingo a los 91 años en su casa, donde estaba recluido desde el año 2015, cuando su salud empeoró y fue diagnosticado de una demencia senil que le impedía enfrentar penas de cárcel por su estado.