Una opción, entre la gran necesidad de transporte público para tu mascota

01/03/2015 - 12:00 am

Se estima que existen al menos 1.2 millones de perros que viven en hogares en la ciudad de México, y aunque éstos y otros millones más están siendo protegidos por la Ley de Protección de los Animales, en ésta se ha omitido el tema de la movilidad, ya que existen varias restricciones y limitantes que no permiten que los tutores viajen libremente con sus animales de compañía en transportes públicos.

Ante esta situación, un joven mexicano ha tenido la iniciativa de ofrecer este servicio y al parecer, abre la posiblidad para que existan avances en este rubro.

Ciudad de México, 1 de marzo (SinEmbargo).- Luego de cinco taxis y veinte minutos, Hilda, Chocorrol y Canela, continúan parados en Avenida División del Norte. El calor de principios de marzo fatiga a Canela que tiene la lengua de fuera y sus ojos se ven somnolientos.

El clima importa, hoy hay sol y temperatura de 27 grados centígrados según la máxima que advirtió la Comisión Nacional de Agua (Conagua), pero bien podría estar helando, granizando, lloviznando y los tres seguirían parados afuera de la estación del Metro de la línea Verde.

-¿A dónde va? –pregunta un chofer de un taxi que detuvo.
-Aquí cerca por Miguel Ángel de Quevedo –responde con desesperación Hilda.

El taxi mira al perro en brazos de la chica de 19 años y de reojo ve a Canela en la banqueta, quien por la plática despertó.

-No, cómo cree que los va a subir aquí, me van a ensuciar todo.
-¿Ni aunque me cobre más?
-No, es que sí dejan oliendo y va a subir más gente. Disculpe, eh.

Y arranca el sexto taxi.

Hilda también suda de la frente y no puede tomar el metro con sus dos perros, porque la seguridad se daría cuenta y le dirán algo y porque daría mucha vuelta, explica.

Para otro vehículo.

-Aquí a Miguel Ángel de Quevedo con División del Norte –, explica exasperada Hilda por séptima vez. Entra Chocorrol primero, carga a Canela y los tres se van.

Por División del Norte también recorre un camión que la dejaría exactamente en la esquina por seis pesos, pero los pequeños caninos de raza bulldog y otro que parecía un Chihuahua de color negro no le hicieron mucha gracia al conductor como a los transeúntes.

En el Metro de la Ciudad de México está prohibido transportar animales, salvo perros guías para personas con debilidad visual, e incluso se puede negar la prestación de servicio a quien lleve animales.

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Schubert finalmente arriba del Taxican, luego de varios intentos. Foto: Francisco Cañedo.

Así lo estipula el artículo 13, fracción XII del Reglamento de Transporte del Distrito Federal desde hace más de una década al prohibir a usuarios del servicio público de transporte masivo de pasajeros, ir con animales, excepto perros guía. Por lo que el Sistema de Transporte Colectivo exhorta a los usuarios a abstenerse de viajar con ellos.

La Ley de Protección a los Animales del Distrito Federal aprobada el 30 de abril por la Asamblea Legislativa (ALDF) establece puntos importantes en la vida diaria de la ciudadanía que tiene animales de compañía como perros y gatos. Desde registrar a los animales, asegurar el bienestar de las mascotas, evitar maltrato, crueldad y asegurando la sanidad animal y la salud pública. Pero, como si la movilidad en la Ciudad de México no fuera de por sí un problema, faltó considerar la movilidad en la capital del país con las mascotas.

Aunque hay 36,742,180 vehículos motorizados tanto públicos, oficiales y particulares tan sólo en el Distrito Federal según cifras oficiales del Instituto Nacional de Estadística Geografía e Informática (INEGI) en 2013, millones de personas con mascotas no cuentan con automóvil.

Datos de la Secretaría de Salud del DF en 2012 estiman que hay al menos 1.2 millones de perros que viven en hogares en la ciudad de México. Precisamente la nueva legislación capitalina busca crear un censo riguroso de los canes en hogares y en situación de calle, aunque la cifra de los hogares con mascotas en el Distrito Federal se desconoce con exactitud.

Schubert es rebelde, se sienta cuando nadie se lo pide y cuando se lo ordenan ya no quiere.

Es posiblemente el perro más difícil que le ha tocado llevar a Iván Maldonado, el “chofer” de los perros de la ciudad. Simplemente no se está quieto.

-Bueno, es un perro –sugieren terceras voces.
-No, en verdad. Los demás están bien entrenados y saben cómo acomodarse y se van tranquilos. Schubert es el único que no –ilustra el “taxista”.

EL TAXICAN PUEDE

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El Taxican está acondicionado para que la mascota sea la que vaya cómoda en todo el viaje. Foto: Francisco Cañedo.

El sitio de UBER, la empresa líder de transporte privado en el mundo y recientemente en la Ciudad de México ofrece la modalidad de que el conductor sea quien decida si se puede viajar o no con mascotas. Su política indica que al contratar a un conductor para trasladarse, se comunique con él para preguntar si no hay inconvenientes en viajar con el animal de compañía.

En Estados Unidos, en Reino Unido, en Francia y hasta en Perú, un taxi que se encarga de transportar a las mascotas es un transporte común. La gente paga para que vayan del aeropuerto a sus casas, de sus casas al veterinario, incluso para que sean trasladados de un país a otro. La tarifa de Pet Chauffeur una a 19 cuadras en Manhattan, Nueva York, por ejemplo empieza en 40 dólares y el perro puede viajar con o sin su dueño. Pet Chauffeur lleva operando los 365 días del año desde 1996 en esa ciudad de Estados Unidos.

El Departamento para Asuntos del Ambiente, Alimento y Rurales es quien regula los transportes para mascotas en el Reino Unido. «Euro Pet Taxi» es una empresa que pertenece a una compañía dedicada al cuidado de las mascotas y además ofrece el servicio de taxi en Inglaterra (y hasta París).

En Australia hay más de dos empresas en línea que ofrecen este concepto para tener opciones a la hora de tener que escoger algún “sitio” de taxis que trasladen a los canes como Petcabs desde 1982.

«En 1982 el transporte para dueños y mascotas no existía. Hay una necsidad genuina por un servicio profesional dedicado al servicio de transporte de mascotas», explica la página de la empresa australiana, que afirma se convirtió en el servicio «más copiado en el mundo».

La Ley de Protección de los Animales en el Distrito Federal omitió el pequeño detalle de la movilidad de estas mascotas.

El novelista Xavier Velasco que tiene dos perros, Boris y Casandra que le acompañan en la mayoría de sus fotografías, le confesó a Iván que «Taxican» era lo que toda la vida había esperado. El actor Eugenio Derbez también ayudó a difundir esta nueva empresa por Twitter.

“La necesidad de darle movilidad a las mascotas en transporte me llevó a hacer esto porque no hay posibilidad de movilidad, si te subes al metro, al microbús, al taxi, no te dejan pasar con ellas y es curioso porque hace un año se aprobó la Ley para protección del bienestar de las mascotas”, analiza Iván Maldonado que viaja en su auto transformado para que el perro o la mascota goce del mayor espacio posible durante el viaje.

En realidad, confiesa que no era su intención que el proyecto tomara este giro, ya que inició con varios de sus amigos que son rescatistas y los ayudaba a transportar a los canes que recogían, pero pensó en formalizar la idea y en tan sólo un mes, creció exponencialmente.

“EMPIEZA POR LA EMPATÍA”

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Iván explica que mandó a hacer la rejilla de tela especialmente para su auto y por protección. Foto: Francisco Cañedo.

“La primera razón es que yo padecí lo difícil que es transportar a una mascota o en este caso un perro en la Ciudad de México. Tenía un perro de raza pastor alemán y era muy difícil cuando queríamos salir y no había carro o forma y tienes que esperar dos horas a que un taxista te quiera subir y de hecho normalmente son taxistas que tienen mascotas y te entienden y empieza por la empatía, si no existiera ese elemento no te querrían subir”, explica Iván.

Entre las demás razones, está porque es una actividad que encontró entretenida y que le gustaba, ya que además disfrutaba de estar con los perros. Se puso a investigar cómo estaba la situación en otros países y encontró que en Alemania y Canadá hay varias empresas dedicadas a esto de manera profesional además que no pudo ignorar el “boom” de las mascotas que surge en México.

Taxican empezó aproximadamente hace un mes y no deja de crecer. Las redes sociales fueron lo que ayudó a catapultar el inicio de esta compañía e Iván expresa que aprecia que la gente difunda su servicio sin necesidad de repartir tarjetas o volantes y se va viralizando.

Iván platica con los perros, reproduce listas de música que ayuden a que el perro no se sienta estresado, “como en los spas”, dice. Hasta ahora sólo ha transportado a canes, a veces van acompañados y otras, los clientes le tienen la suficiente confianza para permitir que su animal de compañía viaje solo.

“Les voy diciendo que ya vamos a llegar, que falta poquito, a veces sí se inquietan, pero créeme que es más fácil dialogar como un perro que con las personas y es padre porque es un trabajo que no lo ves como tal”, expresa el emprendedor.

Además de ser el conductor de seres de cuatro patas, Iván también trabaja en el Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), pero no de tiempo completo, lo que le permite continuar con sus jornadas frente al volante.

Entre los viajes más extensos que lleva en su kilometraje, evoca el traslado de casi 10 perros en una sólo recorrido desde Coyoacán –el punto de partida –a Tultepec y de ahí a un refugio de Hidalgo.

“Llevamos a un perro, a su mamá, a otra cría y a ocho recién nacidos. En total eran diez perros que yo llevaba; era toda la familia y los transporté al estado de Hidalgo. Fue una experiencia extraña porque iban demasiados perros y dije ‘en cuanto me detenga una policía va a decir que tráfico de perros’, pero era para llevarlos a un albergue y fue muy conmovedor trasladarlos para que tuvieran un hogar y no vivieran en condiciones pésimas como estaban en la calle, debajo de un sillón”, relata el joven también investigador.

«BOOM» DE MASCOTAS

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Schubert durante el viaje, aunque no hay sol, hace calor. Foto: Francisco Cañedo.

El 70 por ciento de los usuarios que transporta Iván son mujeres, casi no ha llevado a hombres. Explica que en estos casos, se debe a que las mujeres tienen maridos que trabajan y no tienen coche. Además que observa que la mayoría tiene mayor sensibilidad femenina hacia sus animales de compañía.

«Durante los últimos años en México se han ido importando las modas. Ese es un aspecto importante pues curiosamente de donde más me llaman es de la colonia Escandón, de la Condesa, de la del Valle», da a conocer el conductor y explica que ahí se concentran una buena parte de los clientes y es donde más se preocupan en invertir en la mascota.

Iván afirma que recientemente los animales de compañía dejaron de ser sólo una mascota para convertirse en un miembro más de la familia y que la rutina típica de comprarles sus croquetas, darles de comer, sacarlos a pasear y nada más es cosa del pasado.

«Desde hace 6, 7 años empieza a imperar esta tendencia que se observa más en países desarrollados, donde se les viste a la moda y tienen cortes de pelo espectaculares y que hay una inversión muy fuerte. Ya pasaron de ser nada más los cuidadores de la casa a miembros, ‘perrhijos’ y a veces están mejor protegidos y vestidos que uno», puntualiza Iván.

En Reino Unido, se estima que se invierte en los animales de compañía entre comida, accesorios, vestimenta, cuidado médico aproximadamente 6 billones de libras al año, de acuerdo con un estudio realizado por Pets at Home.

En Estados Unidos, los norteamericanos gastan anualmente 56 mil millones de dólares en sus animales de compañía, de acuerdo con la American Pet Products Association.

El mismo año, los mexicanos gastaron 800 pesos al mes en sus mascotas entre cuidados básicos de los animales, aunque en promedio la mayoría solo gasta 200 pesos, según una encuesta del Gabinete de Comunicación Estratégica.

¿CÓMO FUNCIONA?

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Schubert e Iván Maldonado. Foto: Francisco Cañedo.

«Yo también tengo mascotas y las quiero igual, intento cuidarlas lo máximo, en general es imposible que se salgan los perros del automóvil. Trato de ser muy cuidadoso cuando los subo o los bajo, intento de que esté el dueño para que los reciban o me los den», dice Iván.

Al taxista lo contratan casi siempre por redes sociales en su Twitter @taxicanmx, en Facebook o en su número celular por WhatsApp. Por ahora él es el único conductor, por lo que a veces se satura de citas y aunque explica que por lo general hay espacio, los fines de semana es cuando las personas solicitan más sus servicios por lo que aconseja apartar.

Iván dio a conocer que se encuentran en el desarrollo de una aplicación para que sea más sencillo y controlado el servicio. Las tarifas se manejan de donde sale Taxican que es de Coyoacán, pero en promedio,  dentro de la Ciudad de México cobra entre 150 y 300 pesos y en provincia depende de la distancia.

Es una tarifa que no está regulada como los taxis de la Ciudad de México o incluso los precios de la empresa UBER, pero esto se debe a la falta de consideración de la movilidad con animales de compañía en la capital.

Al final del día, con croquetas en la cajuela, agua, una cama y varias cobijas, Schubert sigue sin acomodarse en su espacio acondicionado con una rejilla especialmente hecha para que no se cuele al área del conductor. Saca la lengua, jadea y mira por la ventana sin inmutarse del tráfico que hay para Copilco.

Schubert e Iván Maldonado. Foto: Francisco Cañedo.
Schubert e Iván Maldonado. Foto: Francisco Cañedo.

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Estefanía Camacho
en Sinembargo al Aire

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