El 11 de septiembre de 2003, a la mitad del Gobierno de Vicente Fox, la Cámara de Diputados tenía previsto votar el desafuero de Ricardo Aldana como Senador para que pudiera ser enjuiciado por el Pemexgate, pero el PAN dobló las manos. Así fue como se pactó su impunidad.
Ciudad de México, 1 de febrero (SinEmbargo).– Un día el PAN pudo meter a la cárcel a Ricardo Aldana por la corrupción en el sindicato de Pemex y lo perdonó, en un episodio orquestado directamente por Felipe Calderón.
Ahora, tras una elección inédita en el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador, Aldana es el nuevo secretario general del sindicato de trabajadores petroleros.
La fecha de la impunidad para Aldana fue el 11 de septiembre de 2003, a la mitad del Gobierno de Vicente Fox. La Cámara de Diputados tenía previsto votar su desafuero como Senador para poder ser enjuiciado por el desvío de más de mil millones de pesos de Pemex a la campaña de Francisco Labastida a través del sindicato petrolero, del que era tesorero, y el PAN dobló las manos.
Esa fecha, sin estar en el orden del día, el Diputado Miguel Ángel Yunes Linares, director jurídico del CEN del PRI que encabezaba Roberto Madrazo y mano derecha de la coordinadora de este partido, Elba Esther Gordillo, planteó revocar la convocatoria que hizo el presidente de la Cámara de Diputados, el panista Juan de Dios Castro, para que el pleno, erigido en Jurado de Procedencia, votara el desafuero de Aldana el 17 de septiembre.
La convocatoria para esa fecha había enfurecido al PRI, que amagó con no aprobar las reformas de Fox y del PAN, como la Energética.
Gordillo se reunió con Fox, el Secretario de Gobernación, Santiago Creel; el Procurador Rafael Macedo de la Concha, y con Felipe Calderón, quien era Secretario de Energía.
Francisco Barrio, como “zar anticorrupción” de Fox, había descubierto el millonario desvío de Pemex a la campaña presidencial del PRI y era el coordinador de los diputados del PAN, con la esposa de Calderón, Margarita Zavala Gómez del Campo, como vicecoordinadora.
Pero el pacto era que el PAN perdería deliberadamente la votación. Y así fue: El PRI logró 245 votos a favor de no dar trámite al desafuero, con los votos del PVEM, PT y Convergencia (hoy Movimiento Ciudadano), y sólo 238 reunieron las bancadas panista y PRD, así como el del convergente Jesús González Schmall.
La diferencia, que en los hechos exoneró a Aldana, fue de sólo siete votos, entre ellos los entonces perredistas Miguel Luna y Alfonso Ramírez Cuéllar, quienes estaban en Cancún en la cumbre de la Organización Mundial del Comercio, así como Francisco Obregón y Narciso Agúndez, quienes fueron llamados a La Paz por el Gobernador de Baja California, Leonel Cota.
Cuatro panistas tampoco asistieron, entre ellos los campechanos Yolanda Valladares y Sebastián Calderón, quienes pretextaron estar en el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), pero en realidad estaban reunidos con Calderón en un bar del sur de la Ciudad de México.
Todo mundo lo tenía claro. Los priistas estaban felices y, pese a que habían perdido la votación, los panistas también. Pablo Gómez, coordinador del PRD, denunció que el PAN fue a la sesión con la intención de perder la votación.
Recordó a los periodistas: “Si ustedes se dieron cuenta, cinco o seis panistas salieron a votar al final, cuando ya las cuentas estaban claras. Entre ellos figuraba Margarita Zavala, esposa del nuevo Secretario de Energía, Felipe Calderón. Estaban en la oficina, no iban a votar si ponían en riesgo la decisión. El PAN fue a votar por mantener la convocatoria, con la determinación clara de perder”.
En efecto, la propuesta de Yunes fue sometida a votación nominal y Zavala fue la última en emitir el voto de la bancada panista.
Los priistas estaban felices, entre ellos Manlio Fabio Beltrones y Miguel Ángel Osorio Chong. Y Gordillo, junto a Yunes y Rafael Moreno Valle, festejaba: “Hemos ganado con la fuerza de la razón. No fue fácil, pero lo que nos satisface es que, al final, todo será por el bien del país”.
En el sur de la ciudad, en “La Barraca Orraca”, Calderón brindaba con Juan Camilo Mouriño y con el candidato del PAN a Gobernador de Campeche, Juan Carlos del Río.
Justo ese día, el TEPJF declaró improcedente la impugnación del PAN a la elección de Gobernador de Campeche, que ganó el priista Jorge Carlos Hurtado a Del Río, quien esa noche era reconfortado por Mouriño, mientras Calderón hacía llamadas a la Cámara de Diputados.
Jorge Nordhausen, Senador del PAN por Campeche, se enteró de esa reunión y del plan para que el PRI ganara la votación y no desaforar a Aldana. Parte de ese plan era que los diputados Valladares y Calderón Centeno no asistieran a la sesión.
“Valladares anduvo con Sebastián Calderón durante todo el día. Se lo llevó a La Barraca Orraca, lo regresó al Trife y lo trajo horas y horas para que no votara. Sebastián es buen hombre y cada rato le decía: ‘Yolanda, la votación’. ‘No, hombre, va para largo’. Y no fueron a votar”, dijo.
—¿Y quién orquestó todo?
—Felipe y Juan Camilo, echando trago en La Barraca Orraca con Juan Carlos del Río y un amigo común de éste y mío, Antonio Enrique Álvarez Botello, por quien yo supe toda la película. ¡Y Margarita tenía encerradas a las diputadas!
—¿Y a cambio de qué se da ese pacto?
—Era la Reforma Eléctrica, no pasaba y no pasaba. Y Felipe la quería como bandera para su lanzamiento presidencial.