Sofia Kenin ganó la primera final de su carrera después de remontar un set en contra de Garbiñe Muguruza, que fue de más a menos por parciales de 4-6, 6-2, 6-2; además se convirtió en la campeona más joven del Abierto de Australia.
Melbourne, Australia (AP).— Este era el punto en el que Sofia Kenin iba a ganar o perder la final del Abierto de Australia el sábado: estaba 0-40 abajo y sacaba con empate a 2-2 en el tercer set contra la dos veces campeona de Grand Slam Garbiñe Muguruza.
Kenin sintió que este era el momento que importaría. Y en las gradas de la Rod Laver Arena también lo sintió su padre, Alex, quien es su entrenador.
“Sabía que tenía que tomar la oportunidad”, comentó Kenin. “Tenía que ser valiente”.
Y seguro lo fue. La estadounidense de 21 años ganó los siguientes cinco puntos con golpes ganadores -uno con un ace y los otros con golpes limpios que coronaron intercambios de 11 golpes o más- y se convirtió en campeona de un Grand Slam.
Con una actitud llamativa, ya sea golpeando una pelota, tirando la raqueta o dándose una palmada en el muslo, la 14ta preclasificada ganó la primera gran final de su carrera tras remontar un set en contra ante una Muguruza que fue de más a menos por parciales de 4-6, 6-2, 6-2 en Melbourne Park.
“Es el juego que siento que cambió las cosas. Tuve que jugar mi mejor tenis. Y lo hice”, señaló Kenin. “Después de eso, fui imparable. Estaba lista para tomar el bello trofeo”.
Kenin se mostró sólida cuando más lo necesitó: salvó 10 de los 12 puntos de break en su contra y convirtió 5 de los 6 de los que dispuso.
“No estoy muy feliz sobre mi juego… En los momentos importantes, no encontré mis tiros”, señaló Muguruza. “Creo que ella encontró sus tiros. Yo no”.
La hispano-venezolana fue visitada por un entrenador tras el segundo set y sus movimientos no fueron los mejores al final del encuentro. Tampoco lo fue su saque: cometió ocho dobles faltas, tres de ellas en el último juego y una en el punto que definió el título.
“Un poco de falta de energía”, agregó Muguruza.
Durante algún tiempo, Kenin fue ignorada y subestimada, atrayendo mucho menos atención que otras jóvenes tenistas estadounidenses, como Coco Gauff -de 15 años y a quien derrotó en octavos esta semana- y Amanda Anisimova, de 18.
Quizás se debió a que apenas mide 1.70 metros. O porque inició la temporada pasada con este currículo: fuera de las 50 primeras tenistas del circuito, nunca había pasado de tercera ronda en un major, y menos aún ganado un título destacado.
Kenin será tomada mucho más en serio ahora. Por todos. Es la campeona más joven del Abierto de Australia desde 2008, cuando la rusa Maria Sharapova levantó el trofeo a los 20 años.
Se prevé que Kenin, que eliminó a la número uno del mundo Ash Barty en las semifinales, suba hasta la 7ma posición del ranking de la WTA cuando se dé a conocer el lunes. Es la estadounidense más joven en debutar entre los primeros 10 sitios desde que Serena Williams lo hizo en 1999.
“Esas personas que no creyeron en ella, tuvieron razones muy válidas para no hacerlo, porque siempre ha sido la más pequeña”, comentó Alex Kenin el día previo a la final. “Pero supongo, gracias a Dios, vi algo que ellos no. Porque la conozco mejor. Me siento muy feliz. Supongo que tenía razón”.
En la final de la rama varonil programada para el domingo, el campeón defensor Novak Djokovic enfrentará a Dominic Thien, un austriaco de 26 años que ha sido superado por Rafael Nadal en la final del Abierto de Francia en los últimos dos años. El serbio busca extender su récord de títulos en Melbourne a ocho y conseguir su 17mo trofeo de un major. En tanto, Thiem busca convertirse en el primer hombre nacido en la década de 1990 en conquistar un título de Grand Slam.