Aunque los enfrentamientos no fueron tan intensos como en otras ocasiones, el distrito comercial de Mong Kok vio como los manifestantes más radicales bloqueaban carreteras, provocaban incendios e interrumpían el tráfico, informa el rotativo South China Morning Post.
Hong Kong, 1 ene (EFE).- Hong Kong arrancó el nuevo año con celebraciones más apagadas de lo habitual que se vieron eclipsadas por los actos de protesta registrados a lo largo de la noche del martes al miércoles y por los renovados enfrentamientos en las calles entre manifestantes y agentes policiales.
Aunque los enfrentamientos no fueron tan intensos como en otras ocasiones, el distrito comercial de Mong Kok vio como los manifestantes más radicales bloqueaban carreteras, provocaban incendios e interrumpían el tráfico, informa el rotativo South China Morning Post.
En respuesta, la Policía lanzó gas lacrimógeno y pelotas de goma para dispersar a los manifestantes, según confirmó el propio cuerpo en un comunicado.
En el vecino distrito de Yau Ma Tei se dispararon al menos cinco rondas de gas lacrimógeno durante la madrugada, poco después de que la Policía advirtiera a los manifestantes que estaban participando en una asamblea ilegal.
Poco antes, más de un millar de personas formaban cadenas humanas en varios distritos para bloquear las carreteras y cantar eslóganes, mientras que otros entraban en centros comerciales para pedir a la gente que no olvide lo que ha pasado en 2019 y que siga protestando en 2020.
Entretanto, se espera que decenas de miles de personas se unan hoy a una marcha de año nuevo organizada por el Frente Civil de Derechos Humanos, grupo que en otras ocasiones ha logrado movilizar a más de un millón de personas.
Aunque la Policía ha autorizado esta marcha, en un vídeo colgado en su página web avisa de que si los manifestantes utilizan la violencia «la gente no les apoyará» y los agentes no tendrán más remedio que proceder a arrestarles.
Las protestas llegaron de manera masiva a las calles hongkonesas el pasado 9 de junio a raíz de un controvertido proyecto de ley de extradición, ya retirado por el Gobierno, pero han mutado hasta convertirse en un movimiento que busca una mejora de los mecanismos democráticos de Hong Kong y una oposición al autoritarismo de Pekín.
Sin embargo, algunos manifestantes han optado por tácticas más radicales que la protesta pacífica y los enfrentamientos violentos con la Policía han sido habituales.
Los meses de protestas han colocado a la economía de Hong Kong en recesión por primera vez en una década, tras contraerse un 2.9 por ciento en el tercer trimestre, afectada por las caídas de las importaciones y las exportaciones, de las ventas al por menor y por las decrecientes cifras del turismo.