Integrada en 2013 por vecinos de Topolobampo y de algunas comunidades de los alrededores, la Coalición de Trabajadores Migrantes Sinaloenses «esencialmente es un sindicato de trabajadores migrantes transnacionales», publica The Christian Science Monitor.
Ciudad de México, 1 de enero (SinEmbargo).– Trabajadores mexicanos conformaron un coalición binacional para proteger a sus integrantes de los abusos que cometen empresas de Estados Unidos y México.
Se trata de la Coalición de Trabajadoras y Trabajadores Migrantes Sinaloenses que ha laborado en coordinación con el Proyecto de Derechos Económicos Sociales y Culturales (ProDESC), una organización con sede en la Ciudad de México, y con la Alianza Nacional de Trabajadores Invitados, con sede en Estados Unidos, para documentar todo tipo de abusos.
«Durante décadas, los trabajadores llegaban a casa desde los EU con historias de abuso, malas condiciones de vida, salarios retenidos y otros violaciones», denunció Olivia Fernanda Guzmán, miembro de la Coalición y quien peló y empacó camarones y cangrejos para tres empresas de EU por más de 18 años.
Guzmán dijo a The Christian Science Monitor que ante el desconocimiento de las leyes estadounidenses, los trabajadores mexicanos no saben cómo denunciar una situación laboral precaria.
Aseguró que la Coalición cambio este panorama y ahora busca que los empleadores y reclutadores «sepan que estamos organizados y que vamos a defender nuestros derechos».
Integrada en 2013 por vecinos de Topolobampo, en Sinaloa, y de algunas comunidades de los alrededores «esencialmente se trata de un sindicato de trabajadores migrantes transnacionales», publica el medio.
Son alrededor de 50 trabajadores que han viajado durante años los EU con visas de trabajo temporales.
Uno de los casos que ha atendido la agrupación son los pagos de «cuotas» que hacen los trabajadores para que los reclutadores de las empresas en EU los coloquen en una lista. The Christian Science Monitor dice que aunque es una práctica ilegal, es común.
«Los reclutadores me pedían 7 mil, 11 mil pesos para poner mi nombre en una lista», relató Gabriel Ramírez, quien trabajó durante cinco años en EU operando maquinaria en las plantas de procesamiento de papa dulce. Ramírez dice que el último año las cosas fueron diferentes. Dijo que los reclutadores ahora evitan atraer la atención de la Coalición.
Casi seis de cada 10 mexicanos reportaron pagar honorarios por adelantado con el fin de conseguir un trabajo como trabajadores temporales en los EU, de acuerdo con una encuesta de 2013 realizada por la organización de derechos laborales Centro de los Derechos del Migrante citada por el medio.
La Coalición cuenta con el reconocimiento legal por parte del Gobierno mexicano, por lo que puede ventilar quejas y exigir soluciones a temas como el fraude de contratación, abuso laboral, el tráfico, y otras violaciones, dice el medio internacional.
La publicación dice que una de las primeras «victorias» de la Coalición fue su presión para que el gobierno investigara a una firma de reclutamiento, lo que resultó en multas a la empresa y un fuerte mensaje a otros reclutadores.
El reporte detalla que el año pasado la coalición supo de 15 hombres que pagaron 200 dólares para asegurar sus puestos de trabajo en EU, cuando en realidad nunca existieron. La agrupación, dice la publicación, utilizó su estatus y demandó a funcionarios mexicanos una investigación de la agencia de reclutamiento.
La búsqueda reveló 27 violaciones a la Ley por parte de una compañía con sede en Monterrey, y dio lugar a multas por un total más de 48 mil pesos.
Sin embargo, no todo ha sido positivo para la Coalición. Algunos trabajadores han sido colocados en una lista negra por sus antiguos empleadores o reclutadores por unirse o incluso asociarse con la coalición, dijeron miembros de la comunidad a The Christian Science Monitor.
De acuerdo con el medio, algunos funcionarios en México y Centroamérica han dicho a las organizaciones de derechos laborales como ProDESC y la Alianza Nacional de Trabajadores Invitados que temen que su intervención pudiera hacer que sus nacionales sean menos atractivo para los empleadores en los EU.