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Te compartimos los siguientes libros que te harán amar las catrinas, las flores de cempazuchitl, los altares ¡y más!
México celebra cada 2 de febrero el Día de la Candelaria, que señala el final de las celebraciones de Navidad, durante el cual las familias cocinan tamales (alimento a base de maíz con rellenos variados) y sacan a pasear a su Niño Dios.
«Está hecho a base de harina, huevos, mantequilla de vaca, levadura, azúcar, una pizca de sal y agua de azahar, lo que le da ese gusto característico».
El Día de Todos los Santos y el peculiar culto a la muerte reúne a miles de personas para mantener vivo el recuerdo de quienes ya no están.
Los amantes de los tamales inundaron las redes sociales este sábado, Día de la Candelaria, con divertidos memes y tuits ingeniosos. La costumbre dicta que a la persona que “le tocó” una figurita de plástico en su pedazo de pan luego de partir la rosca el 6 de enero, Día de Reyes, tendrá que invitar tamales y atole el 2 de febrero.
Ingredientes como menta, zarzamora o vainilla con pasas en los tradicionales tamales, uno de los alimentos clave de la gastronomía mexicana, conviven con otros más clásicos como carne de cerdo, queso o rajas en la víspera del Día de la Candelaria en México.
A través del proyecto «Arte por la vida», Guadalupe Gómez, fundadora de Remedios Mágicos y Cecilia Bernal, directora general de Mercarte, hicice «Lotería de Valores Mexicanos», en la que se retratan los personajes y actitudes que se muestran cuando lo mejor de la sociedad aparece.
El Día de Muertos no puede estar completo sin su pan, esa pieza de temporada esponjada por la levadura y decorada con azúcar, que se usa para alimentar a los seres queridos que se adelantaron y vuelven a su altar por una noche. Para los vivos, significa un placer que se disfruta sólo una vez al año, cuando por estas fechas, las panaderías elaboran kilos y kilos de masa que tiene detrás recetas y ritos prehispánicos que, lugares como la Pastelería Alebrijes, se esfuerzan por conservar.
De acuerdo con una investigación, la música tradicional mexicana podría estar sufriendo una pérdida de identidad al dejar de ser rituales comunitarios y ofrecerse como un objeto de consumo turístico, que puede «folclorizarse» y estereotiparse.
En un pueblo de Estado de México está Xochicuahuitl, un grupo de agricultores de maguey que produce cremosas «pulcaletas»: paletas heladas elaboradas con pulque. Vice visitó su pequeña fábrica en donde además hacen jarabes, bebidas proteicas, helados, panadería, destilados en polvo, anís silvestre y vino de tuna.
La 174 representación de la Pasión de Cristo se llevó a cabo en la delegación Iztapalapa, de la Ciudad de México. Bajo el rayo del sol, cientos de miles de espectadores, 173 actores, 2 mil «nazarenos», mil «romanos», más de 500 extras y 115 integrantes de grupos de música revivieron, como cada año, una de las más arraigadas tradiciones mexicanas.
No todo es Río, Venecia o el puerto de Veracruz, los pueblos mágicos de México también sacan la casta a la hora de celebrar, adornar las calles y bueno, cualquiera es un buen pretexto para celebrar. Aquí algunas fotografías de lo que pasó en el carnaval de Tepoztlán, Morelos, el pasado fin de semana.
Halloween o Día de Muertos, los Fieles Difuntos o las Brujas… como sea, estas fechas se antojan para dar un paseo por México, tomar fotos, comer pan con chocolate y celebrar a aquellos que se adelantaron. A continuación algunas propuestas muy diversas y en distintos lugares de la República.
Con la Semana Santa a punto de culminar, recordamos que no sólo se trata de días feriados, pues en algunos sitios del país la temporada que empieza con el Miércoles de ceniza se celebra y respeta de manera estricta y jubilosa.
Con papel, madera, barro, piel o tela, México se caracteriza por su gran producción de artesanías que sorprenden a locales y visitantes. En este día, hacemos un repaso sobre algunas de las técnicas más destacadas.
Desde el siglo XVI, las mujeres mexicanas ya estaban haciendo música, una tradición que hasta la fecha se sostiene en las raíces que cantantes pop rescatan, y que tuvo un fuerte auge desde los conventos del virreinato, pasando por María Garfias y Consuelo Velázquez.